La Estufa Freda del Jardín Botánico de la Universidad de Valencia, es el escenario escogido para mostrar una selección de 86 acuarelas botánicas de José Saborit bajo el título ‘Verano’. Un marco perfecto inaugurado en plena primavera que se podrá visitar hasta el 23 de octubre, de lunes a domingo, desde las 10 h hasta el horario de cierre, que cambia en función de las horas de luz.
Los comisarios de la muestra son Lola Mascarell, periodista y profesora de Lengua Castellana y Literatura, junto con Carlos Marzal, licenciado en filología hispánica por la Universitat de València. Ellos han recogido en un montaje fresco y original una obra que no fue pensada como tal por el autor, una obra que nos acompaña en un paseo veraniego junto al pintor por las sendas de la Sierra Calderona, donde Saborit cada verano en su casa familiar de Náquera, iba tomando como modelos esa vida pequeña y a la vez tan grande, que son la plantas, las ramas, las flores… que le ofrecían color y aroma en su recorrido.
“La universidad de Jose Saborit, en cierto modo, ha sido la Calderona, una sierra sabia, una sierra abundante de enseñanzas para quien sepa preguntar y esté dispuesto a dejarse instruir” (Marzal).
Te recibe a la derecha un Photocall con la imagen de una de las acuarelas y las palabras de Carlos Marzal que con su lenguaje de narrador prolífico nos describe ‘Verano’ de José Saborit:
‘El acuarelista, a su manera, es un aventurero temerario, un buscador audaz de levedades. Se diría que estas modestas manifestaciones del mundo natural que ha reunido Jose Saborit no admiten otra técnica diferente, porque han sido tratadas con un procedimiento que nos remite a la delicadeza. El óleo parece destinado a los grandes formatos, a trabajos mayúsculos: el óleo no puede desprenderse de su tradición majestuosa. (…) Sin embargo, la acuarela –aunque cuente con su gloriosa tradición- parece disponer de una levedad solo suya. El aceite posee una densidad épica, y el agua una ligereza musical.
El Verano de Jose Saborit es una condensación de todos los veranos –los de nuestra niñez, los de nuestra adolescencia, los de nuestra madurez desconcertada, los veranos que nos quedan por vivir-, un resumen esquemático de la exterioridad, algo que nos mantiene a la vez confusos e hipnotizados, por contener tanta belleza y tanto enigma’.
En la pared lateral izquierda, es por donde se inicia el recorrido, 42 acuarelas de hojas y espinas que siguen como un tallo un avance lineal, con alguna que otra ramificación, que al llegar a la pared del fondo un políptico de 44 acuarelas de flores eclosionan ocupando la mayor parte del muro.
La muestra se completa con dos vitrinas, una de ellas muestra una combinación de espinas y flores de papel. En la otra, libros ilustrados con acuarelas botánicas y libros del propio artista, también con motivos botánicos. Encontrarás 4 botes de cristal con algunas de las ramas y flores que fueron pintadas y ahora están secándose: lo maravilloso es que en la acuarela la imagen queda intacta, mientras el modelo original se deteriora en el bote.
Lola Mascarell describe la muestra como una “manifestación de la atención al entorno natural próximo, como una forma de afecto a la proximidad y de respeto íntimo hacia la tierra que habitamos. Conceptos implícitos en la exposición además de contemplación, lentitud, naturaleza, hábitat y entorno”.
José Saborit Viguer
José Saborit Viguer es pintor y escritor, Catedrático de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia, Académico de Número de la Real Academia de San Carlos de Valencia. Su pintura, desde finales de los ochenta, se ha mostrado en más de un centenar de exposiciones colectivas e individuales y figura en diferentes instituciones y colecciones privadas nacionales y extranjeras.
Entre sus últimas exposiciones destaca Con el aire (Centro del Carmen, Generalitat Valenciana, 2008), Más al Sur (IVAM, 2012), La misma savia (Galería Shiras, Valencia 2017), Art Madrid (2018), La escalera de Jacob (Galería Shiras, 2018), Mientras la luz (O_Lumen, Madrid, 2018-19). Entre sus publicaciones destaca Retórica de la Pintura (Cátedra, 2000, junto a Alberto Carrere), Formas de caminar (UPV, 2007) y los libros de poemas Flor de sal (Pre-Textos, 2008) La eternidad y un día (Pre-Textos, 2012), La misma savia (XXX Premio de poesía UNICAJA, Pre-Textos, 2016), Carta al hijo (Veintiúnversos-Banda legendaria, 2017), Con los ojos de nadie (Pre-Textos, 2021); un extenso ensayo sobre pintura titulado Lo que la pintura da (Pre-Textos, 2018) y un diario de pintor titulado Perspectiva aérea (Pre- Textos 2022).