El transplante del Epiphyllum – Pluma de Santa Teresa es muy sencillo y prácticamente con total garantía de éxito si simplemente tenemos un mínimo de cuidados. Como Pluma de Santa Teresa se conoce popularmente al Epiphyllum x hybridus o Epiphyllum x ackermannii, perteneciente a la familia de las cactáceas y originaria de México.
Si nuestro Epiphyllum – Pluma de Santa Teresa ha crecido hasta el extremo de que la maceta en la que se encuentra actualmente, consideramos que ‘le viene pequeña’… es el momento de transplantarlo a una maceta mayor.
El momento adecuado, se dice muy a menudo que es en primavera, aunque nosotros recomendamos el realizarlo a finales de verano o principios de otoño, una vez bien pasada la floración. El motivo es que todavía tendrá una buena climatología para enraizar… entrará en su reposo invernal (las raíces siguen trabajando aunque no se aprecie) y comenzará su desarrollo al año siguiente con mucha más fuerza… con su inducción floral ya efectuada durante el invierno.
El transplante puede realizarse anualmente y aprovecharemos para sanear a la planta, eliminando los tallos dañados, que han crecido de forma no deseable, etc. También aprovecharemos para quitar la capa superior del substrato sobre el cual se suele acumular las sales del agua y el abonado.
Entre los substratos a utilizar, el más indicado es el comercializado como ‘substrato para cactus‘, si bien, como planta muy rústica… puede vegetar también en un ‘substrato universal‘, ‘substrato de plantas de exterior‘ e incluso en un ‘substrato de plantas de interior‘. Simplemente, a un substrato más turboso… cuidar más la cantidad y frecuencia de riegos.
La maceta o tarrina debe de un poco mayor, no mucho más ya que es preferible transplantarlo cada año y no cada dos o tres. Cada vez que procedamos al transplante del Epiphyllum – Pluma de Santa Teresa… estaremos regenerando su sistema radicular y con ello rejuveneciendo a la planta.
En cuanto a la profundidad de plantación, intentaremos mantener el mismo nivel o como mucho… un par de centímetros por debajo del nuevo nivel. Enterrarlos demasiado puede favorecer su pudrición por la base del tallo.
Una vez se realice el transplante del Epiphyllum – Pluma de Santa Teresa se procede a un riego copioso, se espera que drene el agua sobrante y ya lo colocamos en su sitio definitivo.