Si echamos la mirada atrás veremos que la Tipuana tipu no lleva tanto tiempo en España como árbol ornamental y menos formando parte del arbolado urbano en nuestras ciudades.
En jardines públicos suele plantarse en grupos formando arboledas o en alineación de avenidas o calles amplias. Crean buena sombra desde primavera a bien entrado el otoño y durante su floración tiñen de un amarillo intenso tanto su follaje como el suelo con la caída de sus flores formando un tapiz que no pasa desapercibido.
De Bolivia y Argentina, pasó a ser cultivado en países limítrofes como Brasil y Uruguay y más tarde, por su valor ornamental a las zonas cálidas de Estados Unidos y Europa, sobre todo en aquellos países del arco mediterráneo.
Tipuana o árbol de palo rosa
Este árbol de floración espectacular es conocido comúnmente como Tipuana, Tipa o árbol de palo rosa, siendo su nombre científico Tipuana tipu conviviendo con sus sinónimos Tipuana speciosa Benth. y Machaerium tipu Benth. Pertenece a la familia Fabaceae (Leguminosae – Papilionoideae) y es originaria de los bosques subtropicales de Bolivia y noroeste de Argentina. El nombre popular de Palo rosa deriva del color rojizo de su savia, que emite fácilmente en forma de resina entre las grietas de su tronco. A esta resina se le han atribuido propiedades cicatrizantes y antiinflamatorias.
La Tipuana tipu es un árbol elegante, caducifolio, aunque puede aguantar muchos meses sus hojas en clima cálido. También de altura media a grande, ya que en condiciones favorables puede llegar hasta los 25 metros de altura, si bien en jardinería se suele situar en torno a los 10.
Su tronco llega a ser grueso y posee una corteza de color gris oscuro, de aspecto resquebrajada longitudinalmente que, con el tiempo, se va dividiendo en placas persistentes. Sus ramas crean una copa densa y amplia, con la característica de mostrar un aspecto péndula al final de sus ramitas.
Sus raíces son robustas y extensas con facilidad para explorar el suelo, por lo que no se aconseja su plantación cerca de edificaciones.
Sus hojas caducas crecen opuestas o subopuestas, aunque en ramas juveniles se las puede ver en ocasiones creciendo de forma alterna. Su forma es imparipinnada: hoja compuesta por folíolos que se van colocando de una manera generalmente opuesta o alterna en el raquis, manteniendo un último folíolo al final del raquis, lo que hace que su número sea impar. Ese raquis es ligeramente pubescente y puede llegar a alcanzar los 30 centímetros de largo si bien se muestran normalmente entre los 15 a 20 centímetros. Posee sobre los cinco a catorce pares de folíolos (de 11 a 29 folíolos en total) con forma elíptica a elíptica-oblonga, de color verde claro y glabros en el haz.
Su floración en el hemisferio norte se sitúa entre los meses de mayo a julio, ambos inclusive. Sus flores aportan un elevado valor ornamental naciendo en abundancia hasta mostrar toda la copa del árbol salpicada en un atractivo color amarillo-anaranjado. Estas siguen embelleciendo el suelo durante su fase final de floración porque lo cubren como si de una alfombra amarilla se tratase.
Sus pequeñas y características flores poseen una forma amariposada, como decimos, de color amarillo-anaranjado con una mancha púrpura o rojiza en el estandarte. Estas aparecen agrupadas en inflorescencias terminales en forma de racimo.
Son melíferas y atraen a una importante cantidad de abejas que revolotean de flor en flor sin parar. Tras su fecundación producen un fruto con forma de vaina de unos ocho centímetros de longitud, con una base fértil y redondeada que alberga entre tres y cuatro semillas. Este fruto continúa con un ala estriada que le confiere aspecto de sámara, permitiéndole dispersarse fácilmente por el viento. Este fruto es de color verde al principio, volviéndose marrón según madura. Estos se producen a lo largo del mes de agosto y permanecen en el árbol hasta bien entrado el año siguiente.
Tipuana en el jardín
Si echamos la mirada atrás vemos que la Tipuana tipu no lleva tantos años en España. Actualmente es todo lo contrario, sobre todo en el arco mediterráneo donde es uno de los árboles populares en parques y jardines, así como árbol de alineamiento sobre todo en calles amplias o avenidas de las ciudades. La Tipuana tipu es popular tanto en la jardinería pública como privada, ya que proporciona una buena sombra y su tamaño puede ser bien controlado mediante podas.
Su exposición debe ser a pleno sol y aunque no es uno de los árboles catalogados con raíces agresivas, es recomendable buscarles espacios amplios algo alejado de las edificaciones. Recordemos que sus raíces son robustas y extensas.
La Tipuana tipu es un árbol de rápido crecimiento que puede adquirir una importante envergadura, por lo que a la hora de su plantación debemos tener previsto su espacio necesario para dentro de varios años.
Es un árbol que prefiere los suelos fértiles y profundos, si bien resiste bastante también aquellos algo calizos, tan propios de zonas costeras ligadas al Mediterráneo.
A la hora de su compra es recomendable elegir árboles formados en cruz, estando este despunte lo más alto posible para evitar que sus largas ramas tiendan a acercarse en exceso al suelo, consiguiendo así la suficiente altura para disfrutar de su agradable sombra en días calurosos.
Durante su plantación, es conveniente colocarle un buen tutor, para que el posible viento no le desequilibre, teniendo en cuenta la forma de sujeción para que no le dañe su joven corteza. También, en su distribución en el caso de plantar varios ejemplares, los ubicaremos a una distancia entre sí superior a los 10 metros.
El riego tras la plantación debe ser frecuente. Una vez bien enraizado es un árbol que resiste bien la sequía sin perder hojas.
En cuanto a la poda, la resiste bien. Esta práctica cultural es muy útil para mantenerlo dentro de las dimensiones y el espacio asignado en el jardín. El momento adecuado de su poda es hacia finales del invierno, justo después de que haya pasado el riesgo de heladas y antes de que inicie su nueva brotación. Con la poda aprovecharemos para sanearlo, eliminando aquellas ramas rotas por el viento. Si el corte es muy grueso es recomendable utilizar un sellante de heridas con el que evitaremos la entrada de hongos y bacterias.
Al ser una leguminosa, tiene la capacidad de crear simbiosis con algunas bacterias nitrificantes y gracias a ello, no necesitan tanto abonado. De todas formas, con el fertilizante de mantenimiento utilizado en el jardín, será más que suficiente para conseguir árboles frondosos y sanos.
Plagas y enfermedades de la Tipuana tipu
La Tipuana tipu es un árbol muy rústico, aunque puede ser atacada por pulgones.
Como curiosidad, en su hábitat hay un insecto que le ataca con frecuencia: el Cephisus siccifolius, conocido popularmente como chicharrita de la espuma. Este, en su estado de ninfa succiona su savia y como consecuencia, cuando el ataque es severo, lo debilita.
El Cephisus siccifolius tiene la particularidad de excretar un líquido azucarado y espumoso conocido vulgarmente como «el llanto de las tipas«. Volviendo a su lugar de origen, cuando los ataques son severos, este líquido cae desde la copa del árbol dando una sensación que parece que está lloviendo.
Cultivo la Tipuana tipu
El cultivo profesional de la Tipuana tipu parte de la siembra de sus semillas. Estas germinan con facilidad y por lo tanto no necesitan tratamientos previos. La siembra se realiza durante la primavera en bandejas forestales de alvéolos para conseguir un buen desarrollo radícular pivotante, que se autopinza al llegar a la base del alvéolo, evitando así el espiralamiento (que la raíz se desarrolle en espiral.
El sustrato empleado, durante su fase de semillero, es un sustrato turboso, con buen drenaje, un pH del orden del 6,5 y ligeramente fertilizado. Las semillas se cubren aproximadamente con una capa de perlita o el mismo sustrato, con un grosor aproximado al doble del tamaño de la propia semilla. Con humedad constante (no encharcado), germina a las pocas semanas y su crecimiento es muy rápido.
Cuando la planta ha alcanzado el tamaño adecuado y bien formado el cepellón, son plantados en alineación en campo al aire libre, tutorándolos para formar un tronco alto, bien recto y único. Cuando alcanza la altura deseada se pinza para facilitar su crecimiento en cruz. El siguiente paso es trasplantarlos a contenedor para su venta en cualquier época del año.
Curiosidades de la Tipuana tipu
Como muchas otras plantas, la Tipuana tipu también tiene una serie de curiosidades destacables. Por ejemplo:
- Su madera es fácil de trabajar, aunque poco resistente y se suele utilizar en embalajes y carpintería en general.
- Sus hojas son comestibles para los animales y de hecho sirven de forraje para el ganado.
- Su savia rojiza tiene ciertas aplicaciones farmacéuticas.
- Como hemos avanzado al principio, su nombre popular de Palo rosa hace alusión al color rojizo de su savia. Esta, en contacto con el aire se torna en resina que queda alojada entre las grietas de su tronco.
- Esta resina, también posee propiedades cicatrizantes y antiinflamatorias.
- En su hábitat natural crece en bosques mixtos de montaña, entre los 400 y los 2.820 metros de latitud.
- También en su hábitat natural, diferentes plantas epífitas suelen recubrir su tronco y ramas en busca de protección y alimento.
- En el Botánico de la Universidad de Valencia (España) hay tres magníficos ejemplares que rondan los 180 años.
- En jardinería, se puede asociar con la Jacaranda, creando un atractivo contraste con las flores amarillas de la Tipuana y las azules de la Jacaranda.