El Taxus baccata es una conífera de lento desarrollo muy conocido en España como tejo y es un árbol que podemos encontrar aislado, formando setos y como ejemplares en jardinería. Su madera fue muy valorada en la antigüedad por su notable calidad, fabricando en un principio con ella arcos y posteriormente utilizada en ebanistería y marquetería.
En su hábitat crece como árbol aislado y en mezcla con otras especies formando a veces pequeños rodales. En España están de forma más destacada como ejemplares en los sistemas montañosos septentrionales. Unos ejemplos:
- El bosque de tejos de la Sierra del Sueve en Asturias: Las Tejedas del Sueve es un bosque milenario y está considerado la mayor concentración de tejos (Taxus baccata) de Europa y una de las masas forestales más antiguas del continente. Se estima que este bosque está formado por más de 8.000 tejos repartidos en una superficie alrededor de unas 80 hectáreas. Su ubicación está en un macizo calizo que se yergue al borde mismo del Cantábrico.
- La Braña de los Tejos en Liébana en Cantabria: La Braña de los Tejos está situada en una pequeña meseta elevada como una atalaya perfecta y como su nombre indica está llena de tejos. Su visibilidad desde ella abarca los 360 grados y si a su ubicación se le añade la presencia de estos tejos tan singulares tenemos un lugar de especial belleza. Para llegar a la Braña de los Tejos tenemos varias opciones. La más fácil y rápida es desde San Pedro de Bedoya de donde sale una pista indicada con carteles del camino de pequeño recorrido PR-S4. Simplemente hay que seguirla hasta que en un alto nos encontraremos este auténtico ‘Santuario de la Naturaleza’. Otra opción es partir de Santa María de Lebeña por un camino en buen estado que nos sube directamente, pero es de mayor desnivel hasta la Braña de los Tejos.
- Bosque del Tejedelo entre Zamora y Orense: Un bosque de tejos milenarios que se encuentra situado en el término municipal de Requejo de Sanabria de la comarca de mismo nombre, en el cuadrante noroeste de la provincia española de Zamora. El Tejedelo se encuentra a 1.350 metros de altitud sobre una ladera con pendiente orientada al norte y su espacio está gestionados por la Junta de Castilla y León y forma parte de la Red Natura 2000, como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC).
Descripción del Taxus baccata
El Taxus baccata es un árbol o arbusto que en estado adulto puede alcanzar hasta los 20 metros de altura. En su crecimiento forma una copa piramidal amplia mediante sus ramas horizontales o algo colgantes, sobre todo en la terminación. Sus hojas tienen un tamaño comprendido entre los 10 – 30 por 1,5 – 3 milímetros. Son de color verde oscuro por el haz y verde amarillento por el envés y más o menos terminadas en punta córnea.
Su floración se centra entre los meses de enero y febrero y fructifica de octubre a diciembre. La recolección de los arilos se hace de forma manual al final del otoño.
Los frutos del Taxus baccata son técnicamente carpoides (falsos frutos de las gimnospermas) de 7 a 12 milímetros, están formados por una sola semilla rodeada parcialmente por un arilo carnoso de color rojo que maduran dentro del año natural. Su semilla es oval de 6 a 8 milímetros, de episperma leñoso, terminada en un pequeño ápice, de cubierta seminal lisa de color marrón claro.
Toda la planta del Taxus baccata es tóxica, salvo la ‘carne’ de sus frutos ya que de ella se alimentan un gran número de animales.
El Taxus baccata (tejo), habita en la Península Ibérica en hoces, barrancos y laderas umbrosas de las montañas, principalmente en las calizas; casi siempre como ejemplares aislados y muchas veces en suelos rocosos o incluso en las mismas grietas de las rocas. En Andalucía se le puede encontrar hasta los 2.100 metros de altitud, aunque en otras partes de la península se le encuentra entre los 500 y 1800 metros.
Tratamientos pregerminativos del tejo
Para una buena germinación del tejo (Taxus baccata) se recomienda realizarle tratamientos pregerminativos. En la naturaleza germina muy lentamente, generalmente en la segunda primavera y de ahí que estén perfectamente aconsejados.
La floración del Taxus baccata se centra entre los meses de enero y febrero en el Mediterráneo, fructificando de octubre a diciembre, aunque presentan una notable vecería (años alternos con desigual volumen de producción de frutos). La recolección de los arilos para su reproducción viverística se hace de forma manual al final del otoño.
La extracción de esta semilla para su reproducción en vivero se realiza mediante despulpado en agua o mediante otro material abrasivo, secado hasta un contenido de humedad del siete o diez por cien seguido de un cribado y aventado. Se recomienda su almacenamiento en frío y ambiente seco.
Como adelantamos, la semilla del tejo germina en la naturaleza muy lentamente, generalmente en la segunda primavera, después de la diseminación. Los tratamientos pregerminativos recomendados para esta especie son los siguientes:
- La estratificación de la semilla en arena húmeda a una temperatura de 1 a 5ºC durante 3 o más meses.
- El escarificado con sulfúrico o agua caliente, unos 5 minutos, para eliminar la impermeabilidad de la cubierta y posteriormente estratificación en arena húmeda a 0 ó 4ºC durante 3 meses o más.
- La estratificación en caliente entre 20 y 30ºC durante dos meses seguida de otra a 0 – 4ºC durante un periodo similar de tiempo.
- La inmersión en agua fría durante 1 a 2 semanas.
- La pre-refrigeración durante 9 meses a 3 – 5ºC.
- Y el congelar las semillas junto al arilo a -5ºC durante un período no inferior a tres meses, seguido de siembra en semillero. Los autores realizaron un ensayo con inmersión en agua durante 24 horas y obtuvieron una germinación del 32% durante el primer año.
Siembra del Taxus baccata o tejo
Para la siembra del Taxus baccata o Tejo deberíamos tener presente realizarle a las semillas algún tratamiento pregerminativo con técnicas como la estratificación, el escarificado, la inmersión en agua fría, la pre-refrigeración e incluso la congelación.
El cultivo del Taxus baccata o tejo en vivero, se ha realizado tradicionalmente mediante propagación vegetativa (esquejes), aunque en los últimos años se ha generalizado el empleo de la semilla, a pesar de las dificultades de germinación que presenta.
Si compramos la semilla, los valores aceptables se encuentran entre un 95 – 98% de pureza y con un poder germinativo del orden del 98%. Como orientación, en un gramo hay unas 17 semillas.
La semilla del tejo se siembra generalmente en otoño, teniendo lugar la germinación durante la primera o segunda primavera. La siembra se realiza en bandejas o cajoneras sobre un sustrato especial para semilleros. Puede servir un sustrato para plantas de interior y en los dos casos debe de estar húmedo hasta la germinación de las semillas.
Estas se esparcen sobre el sustrato e inmediatamente se recubren ligeramente con el mismo sustrato o con vermiculita para favorecer que la semilla tenga humedad en toda su superficie. Su germinación es epigea, con plántula de 2 a 3 centímetros, con hojas primordiales aciculares en verticilos de ocho y de color verde amarillento. Cuando las plántulas tengan varias hojas verdaderas se procede al repicado en bandejas alveolares. Estas se pueden llenar con un sustrato especial de plantación o plantas de exterior. El cultivo puede realizarse en envase forestal de 300 a 400 centímetros cúbicos para obtener un tamaño final de planta entre 15 y 40 centímetros de altura para trasplante en campo, jardín o contenedor. Recordemos que el Taxus baccata tiene un lento crecimiento.
El Taxus baccata silvestre
Su lentitud de desarrollo y germinación lo convierten en una especie poco competitiva en ambientes abiertos, quedando relegado a enclaves allá donde la topografía y conservación le favorece. Prefiere los ambientes húmedos y frescos en zonas montañosas y umbrías, con altitudes a partir de los 500 metros sobre el nivel del mar según la latitud. Su hábitat natural son los bosques mixtos, barrancos, laderas y escarpes rocosos y no es especialmente exigente en la calidad del terreno.
La tala para el aprovechamiento de su madera, la deforestación, etc. han sido factores decisivos para que esta especie haya quedado relegada a zonas más ‘vírgenes’ y donde el ambiente ha permanecido húmedo. Quizás por estas razones en muchas partes de Europa, los tejos centenarios son considerados monumentos de la naturaleza, así como restos de antiguos bosques y por lo tanto, son protegidos y conservados.
El Taxus baccata en jardinería
Al igual que sucede con los cipreses que son muy longevos, el tejo siempre ha sido desde la antigüedad un árbol utilizado en la ornamentación de cementerios.
Pero en la jardinería, sobre todo en la pública, el Taxus baccata ha encontrado unlugar protagonista. Se utiliza para la formación de setos por su capacidad de brotación y por consiguiente la posibilidad de crear barreras muy frondosas y a ello, se le suma su lento desarrollo que evita realizar podas frecuentes. También como árboles aislados que participan con personalidad en la arquitectura del jardín. En muchos casos incluso se le aplican técnicas de poda topiaria.
Su ubicación es a pleno sol, es muy rústico y con un terreno fresco crecerá muy bien. Respecto a su fertilización, bastará el aplicado en el mantenimiento de jardín y en caso de aparición de clorosis, esta se corregirá incorporando de vez en cuanto al agua de riego un quelato de hierro a la dosis recomendada por el fabricante.
Destacar que existe varias variedades de tejo, entre las que se encuentran diversos cultivares con hojas amarillas.
Es muy importante recordad que la planta de Taxus baccata es venenosa en todas sus partes excepto el arilo que recubre el fruto. Raíces, ramas, troncos, hojas, semillas,… todas las partes son venenosas salvo la parte carnosa para facilitar las dispersión de la especie ya que sus frutos son ingeridos por las aves (las semillas no son digeridas por su aparato digestivo). Si bien entre las antiguas poblaciones del norte de España estuvo muy extendida la práctica del suicidio con veneno del tejo, actualmente es muy rara la intoxicación por él y casi siempre, de producirse, es por el consumo de sus bayas por niños pequeños atraídos por el color del arilo y su sabor más bien dulce, si se mastica su semilla. Recordemos que la ingestión de frutos, por regla general, no produce daños ya que el tegumento externo de la semilla no se altera por su paso a través del tubo digestivo.
El árbol de un monstruo viene a verme
La película ‘Un monstruo viene a verme‘ de Juan Antonio Bayona tiene como uno de sus protagonistas a un árbol… a un tejo.
Esta película basada en el bestseller de Patrick Ness, tiene por monstruoso a un tejo milenario basado en los dibujos del ilustrador Jim Kay. ¿Y por qué un tejo? Quizás por sus connotaciones como árbol milenario, venenoso y muy espiritual.
La película está ambientada en Reino Unido, por lo que sugiere que el monstruoso tejo sea muy probable un tejo negro o tejo común (Taxus baccata), típico de Europa occidental, central y meridional y conocido como «English yew» en el mundo anglosajón.
Son árboles muy longevos y de hecho, el tejo más viejo de España es también el ser vivo más antiguo del país. Se encuentra en Rascafría, en la Sierra de Guadarrama de Madrid y se calcula que tiene entre 1.000 y 1.500 años. Pero también hay información sobre el tejo de Bermiego en Asturias que asegura que tiene 2.000 años, dato que lo convertiría en el más anciano de Europa.
En cuanto a su aire místico, el cristianismo lo asoció a la trascendencia del alma tras la muerte y por ello es frecuente encontrar tejos junto a ermitas, iglesias cristianas, cementerios y en lugares céntricos y asamblearios de los pueblos.