Investigadores rusos regeneran una flor a partir de semillas heladas hace milenios. Así se ha podido ver cómo es la planta de Silene stenophylla 30.000 años después.
El ejemplar de Silene stenophylla, ha sido regenerado a partir de semillas encontradas por un grupo de científicos de la Academia Rusa de Ciencias, en una madriguera de ardilla siberiana. Esta se encontraba sepultada a temperaturas de -7º centígrados a 38 metros de profundidad bajo el permafrost, la capa de hielo permanente que se da en regiones muy frías como Alaska y la propia Siberia.
Esta ubicación la sitúa en terrenos del Pleistoceno tardío, en suelo permanentemente helado (permafrost y presente en el 20% de la Tierra) de la tundra siberiana. Una madriguera fosilizada de ardillas en el locus typicus de Duvanny Yar, sobre la ribera del curso inferior del río Kolyma.
El proceso de regeneración de Silene stenophylla 30.000 años después, ha sido a través del cultivo de tejidos de las semillas encontradas (cultivo in vitro y micropropagación clonal). Mediante estas técnicas, los investigadores lograron regenerar plantas fértiles de Silene stenophylla, que ha probado tener una capacidad excepcional para resistir un periodo de criopreservación.
Las plantas obtenidas han sido cultivadas en macetas en el laboratorio, donde florecieron un año más tarde, dando sus propios frutos, y cuyas semillas tienen unas características genéticas distintas de las actuales plantas existentes de Silene stenophylla.
Las semillas obtenidas de estas nuevas plantas, se conservarán en la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, el mayor almacén de la biodiversidad de plantas del mundo.
La planta Silene stenophylla, a día de hoy, crece en Siberia nororiental y montañas septentrionales de Japón. Pertenece a la familia de las Caryophylláceas.
Es una planta herbácea, perenne y de unos 7 a 20 centímetros.
Sus hojas son caulinares opuestas, lineales, estrechas. Las basales más oblongas-ovaladas y anchas, subespatuladas, ligeramente mucronadas, cespitosas y apretadas entre sí, simulando una roseta basal.
Su tallo es igualmente algo hirsuto-glandular y unifloral.
De floración veraniega, sus flores son de color que va del blanco al lila, y de aspecto pentámeras, con cáliz hinchado de unos 10 a 15 milímetros, dentado, glabro, con 10 nervios conspicuos no reticulados y corola de pétalos escotados.
Su fruto es una cápsula pentalocular con numerosas semillas reniformes espesas, finamente tuberculadas, de coloración parduzca.