La recuperación del Garbancillo de Tallante es una clara historia de resiliencia botánica. Estamos ante una planta que se creyó perdida para siempre y que, tras casi un siglo, reapareció para sorprendernos.
Pues esa es la fascinante historia del Garbancillo de Tallante (Astragalus nitidiflorus), una especie endémica del Campo de Cartagena que ha protagonizado un increíble relato de redescubrimiento y conservación.
Un tesoro escondido en el paisaje volcánico.
El Garbancillo de Tallante es una leguminosa que se aferra a la vida en los áridos suelos volcánicos del oeste de Cartagena. Su hogar son los herbazales secos y pedregosos, un paisaje típicamente mediterráneo.
Esta planta, con su porte modesto y flores amarillas, pasó desapercibida durante décadas, hasta que el biólogo Sergio Martínez la devolvió a la luz en 2004.
Descubierta en 1909, esta planta se esfumó entre los pliegues de la historia, catalogada como extinta en la Lista Roja de la UICN. Pero la naturaleza tenía otros planes. En 2004, cual ave fénix, el Garbancillo resurgió en Tallante, un pequeño pueblo cartagenero. Este hallazgo desencadenó una ola de esfuerzos para su protección, involucrando a universidades, ecologistas y administraciones.
Un Proyecto LIFE para su supervivencia.
El proyecto LIFE «Conservación de Astragalus nitidiflorus en su hábitat potencial en la Región de Murcia» fue clave en su recuperación. Gracias a él, se profundizó en el conocimiento de la especie, se realizaron labores de propagación y conservación, y se involucró a la comunidad local en su protección.
Se trata de una hierba perenne, aunque a veces se comporta como anual o bianual, con una vida que puede alcanzar los 7 años.
Sus tallos, cubiertos de una fina pelusa blanquecina, pueden medir hasta 80 centímetros. Sus hojas, compuestas por pequeños folíolos, le dan un aspecto delicado.
En cuanto a sus flores, de un amarillo pálido, crecen en inflorescencias, nacen agrupadas en racimos densos. Tras su fecundación, su fruto, es una legumbre curvada que recuerda a una pequeña nave.
El futuro del Garbancillo de Tallante.
Hoy, el Garbancillo de Tallante se encuentra protegido en espacios naturales como el LIC de los Cabezos del Pericón y el parque natural de la Sierra de la Muela, Cabo Tiñoso y Roldán. Además, se ha propuesto la creación de una micorreserva botánica para garantizar su conservación.
La recuperación del Garbancillo de Tallante no es solo una victoria botánica, sino un recordatorio de la importancia de preservar nuestra flora autóctona. Cada especie, por pequeña que sea, juega un papel crucial en el equilibrio de los ecosistemas.
Libro de Garbancillo de Tallante.
La historia del Garbancillo de Tallante ha sido tan interesante que ha dado pié a un libro, como guía didáctica sobre la conservación del de Astragalus nitidiflorus en su hábitat potencial en la Región de Murcia para impartirlo en Educación Primaria.
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