El nombre romano de los robles en general y de su madera, y por extensión de todos los árboles que producen bellota, era Quercus. Este vocablo significa «árbol hermoso» y es de origen celta. Suber era el apelativo que usaban también los romanos para referirse al alcornoque.
Tampoco debemos confundir el Quercus suber con el Quercus ilex porque hay notables diferencias entre la encina y el alcornoque.
El Quercus suber, como ya hemos indicado anteriormente, se le conoce popularmente como alcornoque. Originario de las zonas de clima mediterráneo de Europa y norte de África, este árbol es muy característico en la Península Ibérica por su gran interés económico, derivado en especial por los usos de su corteza: el corcho.
Se puede encontrar en cualquier área con clima mediterráneo, habitualmente formando masas puras (alcornocales) o mezclado con otras especies de ecología similar como encinas, pinos y quejigos. Se han adehesado muchas formaciones para aprovechamiento ganadero o corchero.
El bosque de Mamora, está considerado el mayor alcornocal del mundo, y está situado sobre la llanura atlántica, en las afueras de Rabat (Marruecos). Actualmente, sigue luchando contra los factores naturales y humanos que van deteriorando su ecosistema.
El alcornoque
Estamos ante un árbol perennifolio que pertenece a la familia Fagaceae, es robusto y que puede vivir cientos de años.
Tiene un porte medio-grande, de amplia copa algo irregular, que puede alcanzar hasta los 20 metros de altura, y lo más destacable en él es su corteza, de una tonalidad grisácea, suberosa, gruesa y bastante agrietada, la cual conocemos como corcho.
El tronco del alcornoque, relativamente corto y grueso, adquiere, cuando se le retira la corteza, una tonalidad roja anaranjada muy llamativa, que se va oscureciendo hasta producir una nueva capa de corcho.
Las hojas del Quercus suber son persistentes, coriáceas, simples, firmes, alternas y se pueden encontrar lobuladas o dentadas. En el haz presentan un color verde oscuro y en el envés una tonalidad más clara por la vellosidad que lo recubre.
Durante la primavera, sus flores aparecen en pedúnculos colgantes y amarillentos. Su floración es muy prolongada, siendo en el hemisferio norte de marzo a mayo.
El fruto del Quercus suber es la bellota que madura desde septiembre hasta bien entrado el invierno. Este fruto de unos 3 centímetros, de color castaño rojizo en la madurez, presenta en la base como un capuchón cubierto de escamas y cuenta con una única semilla.
El cultivo del Quercus suber
El Quercus suber es una especie de mantenimiento bajo, tiene necesidades de cultivo casi mínimas, de hecho es un árbol que puede llegar a vivir cientos de años, lo que hace suponer que es capaz de soportar condiciones complejas.
Al ser de clima mediterráneo necesita humedad y el frío extremo no lo tolera. Puede desarrollarse en zonas hasta los 1000 metros sobre el nivel del mar.
El suelo ideal para el Quercus suber debe ser de pH ácido y desprovisto de cal. No necesita mucha agua, no tolera el encharcamiento, pero si es recomendable en época de sequía su riego.
Durante el otoño y primavera le aportaremos un abono orgánico (compost). Su multiplicación se realiza por semilla.
Semillas para la reproducción del alcornoque
Los viveros profesionales se suministran de semillas para la reproducción del alcornoque, de lugares concretos y bajo control, en ocasiones de la administración.
Así, las regiones de procedencia reconocidas de semillas de alcornoque se encuentran, por ejemplo, en el norte de Cáceres-Salamanca, Sierra de San Pedro, Montes de Toledo – Villuercas, Sierra Morena oriental, Sierra Morena occidental, Llanura Pacenses, sierras meridionales, litoral Onubense – Bajo Guadalquivir, Parque de los Alcornocales – Serranía de Ronda, Pirineo catalán, Cataluña litoral, etc.
Otras procedencias de áreas restringidas son en Galicia (El Bierzo), Cuenca del Navia, Liébana, Sayago (Tierra del Vino), Moncayo, Sierra de Guadarrama, Valle del Tietar, Sierra de Espadán, Sierra de Carrascoy, Alpujarras, Sierra de Besantes, etc.
Tratamiento de la semilla del Quercus suber para siembra
El tratamiento de la semilla del alcornoque para su siembra comienza con su limpieza mediante la eliminación de las cúpulas por cribado y aventado, flotación.
Al ser estas semillas recalcitrantes (semillas que no sobreviven en condiciones de sequedad), no pueden conservarse durante mucho tiempo, y siempre deben estar en ambiente frío y húmedo.
La semilla del alcornoque no precisa de tratamientos pregerminativos, si bien le gusta remojarse durante unas horas antes de su siembra.
Siembra del alcornoque
La siembra en un vivero suele hacerse en otoño, preferentemente con semillas recién recolectadas. Si la semilla tiene unos meses, se optará por que esta se encuentre estratificada en arena o turba húmeda durante uno a dos meses a uno o dos grados centígrados.
En este último caso, se puede dar que hayan germinado durante el almacenaje. En tal caso pueden haber emitido una pequeña raicilla. Si es así, se procede a su poda y siembra directa de las bellotas.
Su germinación se produce al mes o mes y medio siguientes a la siembra. Esta germinación es hipogea.
Para su cultivo se realiza directamente sobre envase forestal, con un volumen medio de alvéolo de unos 400 centímetros cúbicos.
Las plantitas se suelen comercializar cuando alcanzan una altura de 25 a 40 centímetros.
Plagas y enfermedades del Quercus suber
El Quercus suber como indicamos, es un árbol resistente, poco exigente, de bajo mantenimiento… pero no por ello está exento de sufrir ataques de organismos o patógenos.
Deberían preocuparnos la Phytophthora cinnamomi, ya que se trata de un patógeno que produce la podredumbre de las raíces. Se manifiesta con manchas foliares y clorosis, defoliación y muerte de los brotes.
También el Chancro puede afectar al tronco y las ramas del árbol. Es una enfermedad que debe prevenirse, pues las técnicas curativas casi siempre son ineficaces. Si el Quercus suber se ve afectado, la corteza empieza a morir y en ella aparen pústulas negras.
Los usos del Quercus suber
La corteza del Quercus suber es conocida como corcho y presenta numerosas aplicaciones. El corcho es de un importante valor económico, muchas familias se ganan la vida gracias a esta corteza.
Bornizo es como se llama al primer corcho que se separa del árbol. Las sucesivas capas, corcho segundero, se extrae cada 7 a 10 años y es este el más apreciado en la industria, principalmente para la fabricación de tapones para botellas que sellarán vinos, licores, cavas…, también se utiliza en revestimiento de suelos y paredes, se elaboran con él aislantes de todo tipo, tanto acústicos como térmicos. Cada día es más utilizado en la producción de ropa y calzado.
También la madera del alcornoque guarda gran interés para ciertas piezas de construcción naval, toneles y otros usos que requieran resistencia al desgaste. Su leña se emplea en la elaboración del carbón vegetal. Por supuesto, también se utiliza en el mundo de los revestimientos ligeros, como por ejemplo en el área de los revestimientos de corcho, ya sea como parquet flotante de corcho, laminado para paredes, etc.
Y no, no hemos terminado con sus aplicaciones, su fruto, las bellotas son perfectas para el alimento de ganado en época invernal, especialmente a aquel que se necesita engordar, como por ejemplo los cerdos ibéricos, ¿has oído hablar del jamón de bellota, verdad?