Albar, bellota, billota, cajiga, cajigá, cajigu, carcoxa, carrasca, carrascal, carrascalejo, cascabillo, caxigo, encina, enciniego, gállara, gaña (agalla), llata, macharu, matoju, quejido, quejiga, quejigo, quejio, rebollo, roble, roble ancina, roble andaluz, roble carraspo, roble carrasqueño, roble encimego, roble encina, roble enciniego, roble matorrizo, roble quejigo, robre, rebollo, tallar… son la gran cantidad de nombres comunes con los que se conoce al Quercus faginea, perteneciente a la familia de las Fagáceas.
El Quercus faginea es un árbol crece exclusivamente en la región Mediterránea Occidental (España, Portugal y Norte de África). En el caso de España sobre todo en Andalucía, Castilla la Mancha, Extremadura y región de Murcia. Destacar la existencia de grandes ejemplares en Andalucía, en concreto en el Macizo de Ronda – Sierra de las Nieves (Málaga), en el Parque Natural de Sierra Mágina (Jaén) y en el nacimiento de río Mundo.
El Quercus faginea es menos tolerante que la encina con la sequía estival y aparece formando manchas en las áreas más húmedas de los encinares. Crece en todo tipo de suelos y muy bien con climas de fuertes contrastes (continentales). Se le puede encontrar en las montañas del sur ibérico hasta los 1900 metros de altitud y requiere unas condiciones semejantes a las de la encina, aunque necesita suelos algo más frescos y profundos. Comparte hábitat con las especies típicas del encinar en su faciación menos seca como por ejemplo Quercus rotundifolia, Pistacia terebinthus, Rhamnus alaternus, Prunus mahaleb, etc.
Como descripción, es un árbol semejante a la encina, aunque con follaje menos denso. Alcanza tamaños hasta los 20 metros, aunque en ocasiones tiene un porte arbustivo.
Es de hoja caduca. Estas son de color verde lustroso por el haz y pálido por el envés, con el borde recorrido por dientes poco profundos y a veces punzantes. Aunque de hoja caduca, se pueden encontrar en pleno invierno hojas que conservan aun su color verde junto con las marchitas, que permanecen largo tiempo en sus ramas antes de caer.
Florece entre abril y mayo, casi siempre antes que la encina. Sus flores son muy sencillas y van reunidas en grupitos sobre amentos colgantes.
Cuando se fecundan, su fruto es una bellota de interés en montanería, cuya cúpula está recubierta de escamas aovadas, algo prominentes en el dorso y de aspecto aterciopelado. Estas bellotas se disponen en grupos y nacen sobre cortos pedúnculos. Maduran y se diseminan hacia septiembre u octubre.
El Quercus faginea produce leña y bellota para montanería, aunque en ambos casos peores que las de la encina, por lo que se suele favorecer el desarrollo de esta. Presenta una importante propagación vegetativa desde raíces secundarias, lo que contribuye a estabilizar las formaciones arbustivas.