El término bricojardinería obedece a una especialidad asociada en gran parte con la actividad del ocio, que en su definición une la jardinería tradicional con el bricolaje. Es la fusión perfecta para quienes disfrutan del trabajo manual y desean crear, mejorar y mantener su propio espacio verde, ya sea de interior como exterior.
El origen del término bricojardinería en España no tiene un único punto de partida porque se ha utilizado de forma informal durante muchos años. En este sentido, es importante destacar que el término bricojardinería no está reconocido por la Real Academia Española (RAE).
Sin embargo, su uso se ha extendido de forma popular y se ha convertido en una forma de referirse a esta práctica creativa y sostenible. Esto ha sido así gracias a que ha habido personas y medios de comunicación que han contribuido de forma significativa a la popularización del término.
En este contexto, es conveniente reconocer la labor de Ediciones de Horticultura en la popularización de la palabra bricojardinería, quien publicó entre 1997 y 2012 la revista Bricojardinería y Paisajismo, en la que Fernando Cuenca, director de contenidos de Floresyplantas.net, participó en su consejo de redacción.
Paralelamente, también han aparecidos otros medios online a partir de la década de 2000, especializados en jardinería como Hogarmania y Elhuertourbano.net, que utilizan el término bricojardinería para referirse a proyectos que combinaban la jardinería con el bricolaje. Por cierto, Elhuertourbano.net, utiliza el término Bricohuerto como equivalencia, pero en el sector del cultivo de frutas, hortalizas y condimentarias.
Para crear un espacio verde personalizado.
Aunque el término bricojardinería no se utiliza en todo el mundo como tal, la práctica de combinar la jardinería con el bricolaje es cada vez más popular. Esto se debe a que es una forma creativa y sostenible de crear un espacio verde personalizado.
Las posibilidades de la bricojardinería son infinitas. Su desarrollo permite, por ejemplo, construir estructuras, desde macetas y estanterías hasta pérgolas, bancos y casas de pájaros; reparar y restaurar para dar nueva vida a herramientas, muebles de jardín y macetas; diseñar y decorar creando jardines verticales, macetas colgantes, terrarios y senderos; implementar sistemas de riego diseñando e instalando sistemas de riego por goteo, riego automático o riego por aspersión; así como cultivar de forma creativa, implementando técnicas como la huertoponía, la hidroponía o la permacultura, etc.
Los beneficios de la bricojardinería.
Los beneficios de la bricojardinería son múltiples. Su principal atractivo es desarrollar un ocio saludable y creativo. En este sentido se encuentra la satisfacción personal porque brinda la satisfacción de crear y ver crecer los propios proyectos.
También contribuye a la mejora del bienestar, ya que reduce el estrés, aumenta la creatividad y conecta con la naturaleza.
Una de sus variantes derivadas en un posible ahorro económico porque permite realizar proyectos a menor costo que contratar profesionales. Y por supuesto, conseguir por uno mismo sus espacios verdes personalizado, fiel al gusto y necesidades particulares de cada uno.
Consejos para iniciarse en la bricojardinería.
Una de las máximas para tener éxito en cualquier actividad que se emprenda por primera vez, es hacerlo por gusto y sin presiones.
En este sentido, algunos de los consejos para iniciarse en la bricojardinería estarían los de comenzar con proyectos sencillos, que no desanimen, para posteriormente, ir aumentando la complejidad gradualmente.
Es importante investigar y aprender con tutoriales, libros y si es factible, consultando a expertos. Otro punto es el de planificar y organizar, teniendo en cuenta los materiales, herramientas y tiempo necesarios.
Y sobre todo hay que disfrutar del proceso, experimentando, divirtiéndose y aprendiendo de los errores.