Los prebonsáis son árboles en estado juvenil con ciertas particularidades, que respondiendo a trabajos, técnicas y algunos cuidados pueden llegar a ser bonitos bonsáis en poco tiempo.
Los prebonsáis son buscados por muchos aficionados al mundo del bonsái. Con ellos obtienen un ahorro importante en tiempo, además de evitar el riesgo de posibles desilusiones derivadas de una mala germinación, sorpresas en la variedad, etc.
Aun así, debemos tener cuidado en su elección ya que muchos de ellos poseen portes y formaciones incompatibles con el estilo que se le pensaba dar. Por ello, según la idea predeterminada del bonsái final, se recomienda elegir el prebonsái que más posibilidades nos dé en cada caso.
También nos fijaremos en su sistema radicular. Que esté sano y bien desarrollado. Normalmente están en contenedores y se verán sometidos a una poda radicular para plantarlos en una tarrina, por lo general con una altura mucho más pequeña. Por otra parte, será un buen momento para “destapar” parte de la base del tronco e incluso en algunas especies, parte superiores de las raíces. Si es así, optemos por aquellos que consideremos que mejor nos responderán a este estilo.
Hay que fijarse tanto en el tronco como en sus ramas. Si partimos de un diseño inicial apropiado, ganaremos también tiempo en su modelado.
Los plantones de árboles en alvéolos no son propiamente dicho prebonsáis, aunque pueden valorarse como tales. Es una forma de ahorrar tiempo en la búsqueda de semillas, realización del semillero, evitar problemas de mala germinación… y lo más importante, partimos de una planta de uno o dos años.