Las plantas variegatas siempre aportan un toque ornamental y de elegancia natural, ya sea como planta de interior o de jardín.
De hecho, las plantas variegadas han cautivado a jardineros durante siglos. Sus hojas, con patrones únicos y contrastantes, las convierten en verdaderas joyas de la naturaleza. Pero, ¿qué son exactamente estas plantas y cómo logran esa apariencia tan especial?
¿Qué son las plantas variegadas y tipos?
La variegación, o ‘Variegata’ en términos científicos, se refiere a la presencia de zonas de diferentes colores en las hojas y, a veces, en los tallos de las plantas.
Esta característica puede deberse a diversas causas, algunas naturales y otras inducidas por el ser humano.
En este contexto, como posibles causas de la variegación, podemos establecer cuatro bloques distintos entre sí: variegaciones producto de una quimera, variegación debida a efectos reflectantes, variegaciones pigmentarias y variegaciones patológicas.
La variegación por quimera.
Este tipo de variegación ocurre cuando una planta posee tejidos con diferentes composiciones genéticas. La falta de clorofila en ciertas áreas resulta en manchas blancas o amarillentas, creando un contraste llamativo con el tejido verde circundante.
Es importante tener en cuenta que las plantas variegadas por quimera suelen ser más delicadas, ya que parte de su tejido no puede realizar la fotosíntesis eficientemente.
La variegación por efectos reflectantes.
En este caso, la variegación se debe a la reflexión de la luz en la superficie de la hoja. Esto puede ocurrir cuando una capa de aire se encuentra debajo de la epidermis, creando un efecto plateado o blanco.
Un ejemplo común es la Pilea cadierei, también conocida como «planta de aluminio«.
La variegación pigmentaria.
Algunas plantas presentan variegación debido a la presencia de otros pigmentos, como las antocianinas, que enmascaran el color verde de la clorofila.
Este tipo de variegación puede manifestarse en forma de manchas zonales, como en algunas especies de tréboles y bromelias.
La variegación patológica.
Se pueden dar infecciones virales en plantas que pueden causar manchas de diferentes colores en las hojas, creando un efecto de mosaico.
Aunque estas enfermedades suelen ser perjudiciales, algunas plantas afectadas pueden sobrevivir y ser cultivadas por su valor ornamental, como ciertas variedades de Abutilon ‘variegata’.
Reproducción y cuidados de plantas variegata.
Para perpetuar la apariencia de las plantas variegadas, es fundamental utilizar métodos de reproducción vegetativa, como esquejes de tallo o injertos.
Estos métodos aseguran que la nueva planta conserve la misma combinación de tejidos que la planta madre. En definitiva, son plantas clonadas, si bien, según la causa de su variegación, puede ser reversiva y volver a adquirir el color propio de la especie o variedad de la planta.
En cuanto a los cuidados especiales de las plantas variegatas, no son tantos ni complejos. Eso sí, ya que la falta de clorofila puede afectar su capacidad para realizar la fotosíntesis, en general, necesitan más luz indirecta que las plantas no variegadas.
El valor ornamental de las plantas variegadas.
El valor ornamental de las plantas variegadas aportan un toque de distinción y elegancia a cualquier jardín o espacio interior. Sus patrones únicos y contrastantes crean puntos focales visualmente atractivos.
Es por todo ello, que los genetistas y viveros, pongan interés en ellas para comercializarlas de forma que amplié el catálogo de una determinada especie. Diferentes especies comerciales con variedades de hojas variegata son el Ficus benjamina, el Cyclamen persicum, Schefflera arboricola, Glyceria maxima o Ilex aquifolium, por ejemplo.
En su formato de presentación, se suele cuidar la elección de la maceta, así como su etiquetado para poner en valor su conjunto, e incidir en la venta por impulso.