Con la Navidad llegan los belenes, también llamados nacimientos, pesebres o portales como representación plástica de escenas de la Natividad de Jesús de Nazaret y que normalmente se exponen en las iglesias, en los hogares, además de centros comerciales, plazas en las ciudades, etc.
La utilización de plantas en la decoración de belenes es una práctica muy común, sobre todo en aquellos de gran tamaño. Entre las plantas más utilizadas están las Poinsettias (Euphorbia pulcherrima), Cyclamen (Cyclamen persicum), Prímulas, coles ornamentales… y ciertas coníferas como por ejemplo las Thujas.
Siempre nos referimos a flores y plantas frescas, naturales, vivas,… pero en este caso también y como guiño a ellas, nos referimos a sus reproducciones en cartón piedra, cerámica o cualquier otro material en el que pueden ser representadas.
El belén en síntesis se representa por lo general con Jesús, María y José en un pesebre, o según otras tradiciones, en un establo, granero o cueva, donde, según Lucas 2,7, nació el niño. La tradición los acompaña de una mula y un buey, según el relato de los Evangelios apócrifos y del texto del libro del profeta Isaías y de Habacuc. Evidentemente se suman los reyes, los pastores… pero actualmente, la ornamentación de cara al público juega un papel importantísimo y como no, las plantas llegan a ser parte fundamental en ello.
Así, según la manera y estilo de representarlos podemos establecer cuatro categorías como son los belenes bíblicos que se recrean en el paisaje, personajes, enseres y costumbres de la Palestina del momento; los belenes populares, que no se ajustan a la historia… que incluso incluyen anecdóticamente a cerdos, animales impuros para las costumbres judías; los belenes regionales con reproducción del paisaje, personajes, vestimentas, utensilios y costumbres del lugar donde se hacen; y los belenes modernos en lo que la imaginación pone sus límites.
Pero como decimos, independientemente de la categoría a la que pertenece el belén, cuanto más grande es en su tamaño de piezas, más importante son las plantas que intervienen en su decoración, puesto que sus proporciones permiten una mejor integración.
Estas plantas vivas son incorporadas con sus respectivas macetas camufladas con rocas, paja, corteza de pino, tepes, arena… integrándose perfectamente en el escenario creado. En cambio, las reproducidas con materiales sintéticos tienden a ‘naturizar el paisaje’ o los diferentes escenarios que en ellos se recrea. En este último caso tiene cabidas todas aquellas que pueden ser válidas en un paisaje típico de Palestina: cactus, palmeras, agaves, pequeños huertos con sus hortícolas, además del arbolado paisajístico.