Si bien en un anterior artículo abordamos las enfermedades del rosal, en esta ocasión lo hacemos sobre las plagas.
Hablamos de parásitos animales y en este nuevo artículo se trata de ver en detalle todos y cada uno de los animales que por una u otra razón contribuyen al deterioro progresivo del rosal, llegando en ocasiones a causar la muerte de este.
Pulgón
Quizás sea el parásito animal más conocido y más odiado. Pertenece a la familia de los Aphididae y pueden ser de diferentes colores según el género y especie. Se alimentan de los brotes verdes, succionando las linfas, la savia de las plantas a través de diminutos orificios que practican en las hojas y tallos.
Estos exudan una melaza que atrae a las hormigas que absorben las gotas que salen del pulgón y en contraprestación los van subiendo sobre la planta. Sobre esta melaza se desarrolla un fino hongo formado por filamentos negros, llamado Fumagina spp.
El proceso de colonización de la planta comienza en otoño cuando una hembra alada o fundadora coloca un huevo que eclosiona en primavera. Del huevo nace una hembra sin alas que, por reproducción asexual, va pariendo nuevas hembras como ella y estas a otras y sucesivamente varias generaciones.
La última generación produce hembras aladas y machos sin alas, las hembras fecundadas vuelan en otoño a colocar sus huevos nuevamente.
Se recomiendan algunas soluciones de lucha biológica que puede ayudar a librarse de ellos. Este es el caso de las mariquitas, insectos de la familia Coccinellidae. Sus larvas devoran diariamente miles de pulgones.
También, las plantaciones de lavanda o cebollino cerca de los rosales ayudan como repelente. La pulverización con agua jabonosa asimismo es eficaz.
Sin embargo, solo la pulverización de productos químicos (Imidacloprid y Alfa Cipermetrin) u otros especialmente cuidadosos con el resto de los insectos y con una base de origen vegetal (Rotenona, Piretro) resultan verdaderamente eficaces. En este contexto, debemos siempre consultar los insecticidas permitidos en el país donde nos encontremos.
Orugas
Existen tantas especies de orugas como las hay de mariposas, ya que estas son las larvas que emergen de la puesta de huevos. Roen los bordes de las hojas y pétalos del pimpollo, deformando la futura rosa.
Una de las más dañinas es la oruga masticadora de hojas, si bien no se trata de una larva de mariposa, sino de una especie de pequeña mosca llamada Cladius difformis. En las hojas aparecen pequeñas manchas blancas porque la oruga se comen la hoja dejando tan solo la cutícula.
Se combate fumigando con Imidacloprid de forma sistémica.
Avispa del Rosal
De la familia Argidae, la pequeña avispa del rosal se puede ver a partir de junio en los tallos del rosal. Hace pequeñas mordeduras de forma similar a los dientes de una cremallera, consiguiendo que los tallos se encorven hacía un costado.
Los huevos de este animal se colocan en marzo. Al cabo de 8 días. Después de la puesta, nacen unas orugas que se comen todas las hojas dejando solamente los nervios principales. Las orugas son muy visibles, ya que tienen un vistoso color blanco con unas líneas de puntos negros en el costado.
Pueden ser eliminadas con Deltametrin.
Abeja cortadora de hojas
Megachile centuncularis es un huésped muy común en los rosales en los meses de verano. Visibles rápidamente ya que dejan unos cortes semicirculares en las hojas y que, en ataques masivos, deshojan toda la planta.
Las abejas cortadoras de hojas hacen los nidos en la tierra o en árboles vacíos. Los recortes de las hojas del rosal no son para su alimentación, sino para hacer un confortable nido, similar a los pájaros.
Si el ataque es masivo, se puede tratar con Cipermetrina.
Cochinilla
Minúsculos insectos que recubren los tallos y las ramas de escamas blancas de aspecto algodonoso y que acaban matando las ramas chupando la savia, finalmente también el rosal.
De la familia Margarodidae, su nombre es Icerya purchasi (cochinilla acanalada). El adulto es hermafrodita, coloca un saco acanalado lleno de huevos del que nacerán las ninfas, de color rojo y muy móviles. Se desplazan por toda la planta colocando a su vez más sacos de huevos, infectando así toda la planta.
El ciclo vital se acelera en los meses de más calor y es una plaga muy frecuente y difícil de exterminar. Se pueden combatir con Imidacloprid + Alquil poliglicol.
Araña Roja
Dentro del grupo de los ácaros, es sin duda el más importante por su efecto dañino que en ocasiones, hace que se deba sacrificar parte del rosal para asegurar la supervivencia del resto de la planta.
La araña roja o Tetranychus urticae es un ácaro de unos 0,5 mm en estado adulto. Coloca los huevos en el dorso de las hojas que se llenan de puntitos de color amarillento y de ellos, nacen larvas similares al adulto que absorbe la savia sobre todo de las hojas. Muy frecuentes de mayo a septiembre.
La mejor forma de combatirla es con Abamectina.
Los productos fitosanitarios
Los productos fitosanitarios son los medicamentos que se utilizan para las plantas. Actualmente se pueden conseguir unos productos mucho menos dañinos para el medio ambiente y para las personas que lo aplican.
En el pasado el DDT (Dicloro-Difenil-Tricolo-etano) conseguía matarlo todo y lo envenenaba todo, tierra, plantas y personas, ya que se quedaban adheridos en las hojas y sin una desinfección adecuada pasaba al organismo de animales y humanos. Era tan eficaz que con una aplicación anual era suficiente.
El paso siguiente ha sido especializar el producto para combatir al parásito específico por lo que normalmente con aplicaciones por contacto, mediante polvos, líquidos concentrados o gránulos, su uso es muy inferior y sólo se aplica en el momento en el cual se ha identificado el parásito a combatir.
En el caso de tener que recurrir a este tipo de productos, hay que hacerlo siempre con precaución y en las dosis que indica el fabricante.
La prevención es siempre el mejor remedio, mediante prácticas agronómicas correctas permite evitar el uso de fitosanitarios.
Según su finalidad los fitosanitarios se dividen en:
- Insecticidas. Actúan sobre insectos.
- Acaricidas. Contra los ácaros.
- Herbicidas. Eliminan las hierbas del campo.
- Fungicidas. Combaten los hongos.
- Bactericidas. Actúan contra las bacterias.
- Repelentes. Repelen los seres contra los que actúan.
Según como actúan sobre las plantas pueden ser:
- Sistémicos. La planta permanece “envenenada” y los parásitos al alimentarse de ella mueren. El producto puede ser aplicado vía foliar o en el suelo, siendo absorbido por las hojas o las raíces.
- Penetrantes. Sólo entran en la parte donde se aplican, es decir, no se incorporan a la savia, por lo tanto, la planta no está envenenada. Si llueve se limpia el producto.
- Por contacto. Sólo elimina el parásito cuando entra en contacto con el producto.
Carlos Rivero Ramos: Pasión por las rosas
Quiero agradecer a Pep Clavero, Biólogo miembro del grupo Amics de Les Roses por lo que me ha enseñado y que he podido plasmar en este artículo.
Carlos Rivero Ramos, al margen de su actividad profesional tiene entre sus pasiones las de viajar, escribir,… pero destaca la de su pasión por el mundo de las rosas.
Carlos encuentra en la floricultura y en especial en el cultivo de las rosas un amplio abanico de posibilidades a todos los niveles. Es un alivio al estrés y saca el poeta que hay en él, además de incitarle a coleccionarlas de forma casi compulsiva. Destaca su colección de diferentes especies de rosas y el que varias de ellas han sido premiadas en el Concurso Nacional de las Rosas en 2018 y 2019.
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» Autor: Carlos Rivero
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