El pino negro o pino mugo es uno de los más característicos de las regiones de alta montaña de Europa, de los que llegan a crecer a más altura, llegando a crecer en alturas de hasta 2.400 metros, donde no lo hace ninguna otra especie de pinos.
Es un árbol de crecimiento bastante lento, si bien tiene la virtud de vivir mucho tiempo, … incluso superar los 600 años. Por su capacidad de resistencia en estas altitudes, el pino negro es insustituible para repoblar zonas subalpinas, desempeñando, de forma natural, un importante papel protector del suelo e incluso colonizador.
No suele utilizarse como pino ornamental, salvo en pueblos situados en alta montaña, allí donde tiene su hábitat.
Pinus uncinata
El nombre científico del pino negro es el Pinus uncinata, aunque según diversos autores lo diferencian en dos subespecies: el Pinus mugo subsp. uncinata en Europa Occidental y el Pinus mugo subsp. rotundata en Europa Oriental. Su nombre específico deriva del adjetivo latino uncinatus (ganchudo), aludiendo a la uña revuelta que presentan las escamas de sus piñas.
Este pertenece a la familia Pinaceae (pináceas) y están distribuidos por la zona de los Alpes, los Cárpatos y ya en España, sus mejores masas se encuentran en los Pirineos, teniendo como límite meridional la Sierra de Gúdar (Teruel) y Sierra Cebollera (Soria y La Rioja).
Como árbol, el pino negro sitúa su crecimiento máximo, alrededor de los 20 metros de altura. Crea una copa entre cónica o piramidal alrededor de un tronco recto y columnar que se ramifica casi desde la base, recubierto de una corteza de color gris oscura o pardo-grisácea. Este tronco, como en la mayoría de las demás especies de pino, su madera, lentamente y con el paso de los años, se va agrietando.
De follaje muy denso y oscuro, está constituido por hojas de forma acicular, de un color verde oscuro y de tres a ocho centímetros de largo por unos dos milímetros de grosor. Su aspecto al tacto de sus bordes es áspero, crecen en disposición muy densa y agrupadas por parejas. Estas hojas pueden estar en el árbol hasta cinco años.
Es una especie monoica, por lo que ambos sexos se presentan en un mismo árbol. El Pinus uncinata florece entre los meses de mayo a julio y sus frutos, las piñas, maduran de finales de septiembre a octubre.
Estas piñas, de cinco y siete centímetros de longitud, crecen en disposición casi sentada, son aovadas o aovado-cónicas, de color pardo, algo lustroso. Sus escamas están provistas de un escudete recurvado hacia atrás, algo ganchudos, de un tamaño de cinco a siete centímetros de largas por unos dos o tres de ancho.
En cuanto a sus semillas, son piñones de color pardo a grisáceo e incluso negruzcos, de apenas cuatro a cinco milímetros. Son alados, teniendo más longitud que la propia semilla, llegando a superar el centímetro y medio.
Curiosidades del Pinus uncinata
Una de las Curiosidades del Pinus uncinata es que su madera es fuerte y compacta, de grano fino, ligera y fácil de trabajar. También posee una resina de calidad normalmente superior a la del pino albar (Pinus sylvestris), pero es menos empleada como consecuencia de su escasez.
Al ser uno de los árboles que crecen a mayor altitud en la península ibérica, soportando muy bien los fríos intensos y prolongados, tiene la capacidad de ir colonizando nuevos terrenos y sustratos, incluso los canchales y grietas de las rocas.
Su nombre, pino negro, no se debe expresamente a que sus acículas sean de color negro. Sí, en cambio, al color de madera, que es algo más oscuro que el resto de las de su especies.
Sus acículas (hojas modificadas), tienen la capacidad de evitar la pérdida de agua. Y su potente sistema radicular, es capaz de encontrar capas de humedad en zonas profundas del suelo.
Es una especie de pino que, por sus características de robustez y crecimiento en gran altura, se establecen plantaciones en determinadas zonas de los Alpes y las zonas montañosas francesas, con el objetivo de evitar avalanchas en zonas de gran acumulación de nieve.
Cultivo del pino negro
Cultivo del pino negro o Pinus uncinata se realiza en menor cantidad que algunos de su mismo género, por estar su repoblación o reforestación, centrada en áreas de alta montaña. Este, convive a los niveles más inferiores de su hábitat natural, con el pino albar, abetos, hayas, la gayuba (Arctostaphylos uva-ursi) y el enebro (Juniperus communis).
Si se dan suelos ácidos, se le puede ver conviviendo con arándanos (Vaccinium myrtillus y Vaccinium uliginosum), el boj (Buxus sempervirens) y rododendros (Rhododendron ferrugineum). Y en el caso de sobre suelos calcáreos, con el sauce pirenaico (Salix pyrenaica) y otros arbustos del piso subalpino.
Como hemos avanzado, soporta muy bien fríos intensos y prolongados. Es una planta que requiere un suelo algo húmedo, no aguantando periodos largos de sequías estivales.
En el cultivo del Pinus uncinata, se debe tener presente sus necesidades de agua, porque es una especie bastante exigente en pluviometría y buena concentración de humedad en el suelo. Así se puede entender que no suela crecer en zonas más al sur de la Península Ibérica porque en verano soporta muy mal el exceso de calor con un suelo completamente seco.
Su semillero se realiza directamente sobre bandejas de alvéolos forestales con un sustrato turboso, estructura ligeramente gruesa, que retenga la humedad, pero sin llegar al encharcamiento.
Este semillero puede realizarse desde finales de otoño, hasta finales de invierno o comienzos de la primavera.
Una vez germinados, se pueden replantar aquellos fallos por parte de nacencia, para completar todos los alvéolos de la bandeja. Estos estarán listos para su replantación en campo a partir de un año o año y medio de cultivo, cuando su cepellón esté perfectamente formado y con una altura superior a los 20 centímetros aproximadamente.
Plagas y enfermedades del Pinus uncinata
En cuanto a las plagas del Pinus uncinata, los principales problemas se centran, como en el resto de especies de pinos, en el nematodo del pino y la procesionaria (Thaumetopoea pityocampa).
Respecto a enfermedades, sólo en zonas muy encharcadas puede aparecer el hongo conocido como Phytophthora, que causa el conocido ‘amarronamiento de las coníferas’.