Desde hace unas pocas décadas las petunias colgantes han ido acaparando la atención del mercado ornamental y con ello también ocupando espacios en los que hasta su llegada compartían otras plantas como por ejemplo la Verbena hybrida, Portulaca sp. o las murcianas (Pelargonium peltatum).
Cuando nos referimos a las petunias colgantes, en realidad lo estamos haciendo de un concepto como tal en las que se incluyen tanto especies como marcas comerciales que se dan a tipos de petunias mejoradas genéticamente. Así nombres como Calibrachoas, Surfinias, Million Bells, Picobella,… aparecen en etiquetas, publicaciones e incluso en publicidades en los puntos de venta y revistas especializadas.
También es importante destacar que en este grupo de petunias no se suele incluir la tradicional Petunia floribunda, aunque se le puede incorporar. Esta ha sido muy utilizada en la jardinería pública para crear grandes zonas de color a la vez de que funcionase como planta cubresuelo.
Por lo tanto, las petunias colgantes componen un grupo de petunias que tienen en común el que son colgantes, compactas, muy floríferas, de alegres colores, más resistentes al calor que las de otros tipos,… aportando nuevas posibilidades ornamentales al universo de la petunia. Todas ellas resultan espectaculares colocadas en macetas o tarrinas colgantes, en grandes maceteros o jardineras dado su destacado desarrollo, como cubresuelos, en parterres e incluso también son aptas para su uso en rocallas.
Tipos de petunias nuevas
Cuando hablamos de nuevos tipos de petunias, al igual que lo hacemos en otros artículos relacionados con plantas ornamentales, se puede dar el caso de que carezcan de un origen geográfico concreto. Este es un claro ejemplo de ello y el motivo es porque en realidad son fruto de mejoras genéticas en base a híbridos interespecíficos (entre diferentes especies dando lugar a una nueva), fijación de mutaciones espontáneas, etc.
Por lo tanto estamos ante plantas muy orientadas a satisfacer la demanda del mercado y junto a ellas también acompaña un completo catálogo de variedades con características diferenciales en base al color de sus flores y comportamiento en cultivo y jardín.
Este tipo de petunias, además de las coincidencias compartidas antes mencionadas tienen en común un crecimiento rápido y muy buena capacidad de brotación, haciéndolas ideales para crear grandes masas de color con muy pocas plantas. Uno de sus valores a destacar es la buena resistencia al calor, factor muy importante en verano y que le permite desarrollarse bien desde principios de primavera a bien entrado el otoño. En cuanto a su aspecto general de planta, al margen de las características botánicas propias de cada tipo, en mayor o menor medida comparten el que poseen tallos muy ramificados y de cierta longitud, hojas más o menos ovaladas, de color verde y tacto algo pegadizo, así como flores en forma de trompeta.
¿Cómo cuidar las petunias colgantes?
Las petunias colgantes son bastante rústicas y por lo tanto fáciles de cuidar si prestamos especial atención a su exposición, riego, abonado y elección adecuada del sustrato en caso de trasplante.
Su exposición debe ser a pleno sol, aunque la semisombra la tolera bastante bien si no es muy prolongada, y muestra de ello es que son capaces de florecer durante períodos de días nublados. Otro factor a tener en cuenta a la hora de buscar su ubicación es que este ofrezca algo de protección ante los fuertes vientos ya que pueden deteriorar su aspecto.
Su gran masa foliar aconseja que el sustrato mantenga una humedad constante sin llegar a que este se mantenga encharcado para evitar daños en sus raíces. Es más, requiere un sustrato con buena aireación.
En cuanto al riego está indicado que se aplique directamente sobre el sustrato. De esta forma evitaremos que se estropeen sus flores. De tener que regar por aspersión, evitaremos los riegos a medio día para que no se dañen sus flores y hojas, así como a últimas horas del día para evitar que la planta pase la noche mojada y se favorezca el ataque de hongos.
El abonado puede realizarse en la modalidad de abonado de fondo aportando un fertilizante granulado mezclado con la tierra, que si puede ser de liberación lenta o controlada mucho mejor. Si no, a partir de la tercera o cuarta semana de su plantación en el jardín, se puede comenzar con un plan de fertirrigación. El abono adecuado es el especial para plantas de flor a la dosis recomendada por el fabricante.
Con el tiempo y para ir cuidando el aspecto de la petunia colgante se pueden ir eliminando sus flores según se van quedando marchitas e ir cortando sus ramas según van envejeciendo, deteriorando o que alcancen un crecimiento fuera de las zonas preestablecidas. Si mantenemos unas podas continuadas en el tiempo se irá favoreciendo su crecimiento más compacto.
Multiplicación de las petunias colgantes
La multiplicación de las petunias colgantes se puede reproducir por semilla, como todas las plantas de flor, pero en realidad no es aconsejable porque las plantas que se obtienen bajo este método no corresponden 100% a las de sus progenitores. El motivo es que son híbridos y por lo tanto hay que recurrir siempre a los parentales originales y esto sólo está al alcance de las empresas genetistas que las han obtenido.
Por lo tanto, si deseamos multiplicar las petunias colgantes debemos recurrir a la técnica del esqueje, ya sea apical (de punta de rama) o interdonal (trozo de tallo con dos o tres hojas. En tal caso, durante la primavera cortaríamos unas ramas de petunia colgante, la trocearíamos en secciones de unos cinco centímetros con varias hojas y sin flores y los plantaríamos en macetitas con un sustrato turboso del tipo sustrato para realizar esquejes o sustratos para plantas de interior bien humedecido. Pondríamos esas macetas bien protegidas del sol directo, sin corrientes de aire y cubiertas con una bolsa de plástico para que mantuviesen una humedad relativa bien alta. En esas condiciones, en unos 15 o 20 días pueden haber enraizado. Si en su plantación se utilizan hormonas de enraizamiento se favorecerá la emisión de raíces tanto en cantidad como en vigor de las mismas.
Una vez enraizada, se le retirará la protección y se procederá a su aclimatación poniéndola en una exposición más iluminada. En pocas semanas habrán formado un buen cepellón y estarán listas para su trasplante a una maceta mayor o directamente en el jardín.
La técnica de esqueje nos permite clonar la planta, lo que significa que cada nueva planta posee las mismas características que la planta madre de la que procede.
Cultivo de las petunias colgantes
El cultivo profesional de las petunias colgantes se realiza en viveros profesionales. Estos parten de esquejes que los plantan en macetas o tarrinas directamente. El sustrato utilizado es el desarrollado también por empresas fabricantes de sustratos profesionales que les son vendidos en sacos de 250 litros, big bag, etc. Su pH está alrededor del 6,5, una ligera fertilización de fondo y de constitución turbosa con buena aireación y capacidad de drenaje.
Estos esquejes se plantan normalmente varios por maceta o tarrina y también generalmente del mismo color, si bien hay partidas que se plantan diferentes variedades para conseguir combinaciones de colores finales concretas.
Tras su plantación, a las dos semanas se pueden pinzar para favorecer su brotación y cuando se juntan las brotaciones, se espacian las macetas o contenedores para evitar su espigado. A los dos meses aproximadamente de su plantación ya están listas para su venta. Durante este tiempo se han regado y abonado adecuadamente para que crezcan fuertes, vigorosas y sanas.
Plagas y enfermedades de las petunias colgantes
Como todas las petunias, su vigor y gran masa foliar propicia posibles ataques de plagas como por ejemplo la mosca blanca, el Trips, los pulgones, los ácaros y los minadores. En el caso de los ácaros le son favorables las condiciones de temperaturas altas y baja humedad, factores que se dan habitualmente en verano. Por otra parte, son fáciles de combatir mediante pulverizaciones con insecticidas sistémicos salvo los ácaros que se harán con acaricidas.
En cuanto a enfermedades, hay que prestar especialmente atención a las enfermedades de cuello y raíz como son la Rhizoctonia sp., el Pythium sp. y la Phytophthora sp. Para evitar en gran medida su aparición, es muy importante mantener el adecuado riego y fertilización, así como una buena ventilación.