En otro artículo vimos dos tipos de multiplicación de las rosas: por esqueje y por acodo aéreo. En este y siguiendo con “Las Rosas”, vamos a ver otros dos nuevos métodos de multiplicación: por injerto y su reproducción por semillas.
Con esta información o invito a disfrutar creando nuestras propias rosas a partir de las que más nos gusten y recordad que nada es imposible en el mundo de las rosas.
Multiplicación del rosal por injerto
Se trata de reproducir “soldando dos plantas diferentes” de manera que al crecer se unan y se conviertan en una sola. El elemento que dará origen a la nueva parte del rosal a través de una rama, una yema o una porción de tallo se llama púa o injerto y el elemento que contiene las raíces se llama porta injerto o patrón.
Podemos realizar nuestros injertos de diferentes formas:
Injerto en forma de “T”. Realizando una incisión en forma de “T” de unos 3 centímetros en el patrón y colocando en ella la yema del rosal que queramos injertar. Hemos de cerrar la incisión por completo dejando únicamente a la vista la nueva yema. Cortaremos el resto de la rama para obtener el máximo vigor sobre la yema injertada.
Injerto en cuña. Seccionamos una rama gruesa, vigorosa, sana y realizamos una incisión lateral de unos 2 centímetros de longitud en el portainjerto o patrón. Previamente habremos seleccionado una rama más delgada a la escogida en el patrón y la cortaremos por la parte inferior en forma de cuña. Insertamos la cuña en la incisión del patrón y cerramos la unión de ambas ramas con cinta de carretero, por ejemplo.
Los injertos se pueden hacer en primavera (yema vegetante) o a finales de verano (yema durmiente).
El injerto se puede realizar a partir de un rosal silvestre e injertando en él una especie híbrida que queramos hacer más fuerte y vigorosa o bien se puede hacer en un rosal de un determinado color y forma de la flor para obtener rosales (normalmente de pie alto) con diferentes colores en su floración.
Reproducción del rosal por semillas
Particularmente es el método que más me gusta y con el que más disfruto ya que en raras ocasiones se da el resultado esperado. Los rosales como todos los arbustos generan semillas en pequeños escaramujos, el caso del rosal es muy especial ya que sus flores son dioicas al disponer tanto de estambres como de pistilos.
Si la polinización ocurre en la misma flor, lo que se denomina polinización autogámica, es posible que reproduzcamos la misma variedad de rosa. Por el contrario, si la polinización la realizamos entre estambres y pistilos de flores diferentes se tratará de polinización cruzada.
En el grupo “Pasión por las rosas” está causando furor la reproducción por semilla, bien sea de rosales que tenemos en nuestro jardín como en otros que vamos encontrando en jardines públicos. También es un gran método de intercambio entre los miembros del mismo.
Para crear nuestra propia rosa, haremos de forma manual una polinización cruzada controlada, para ello, durante los meses me mayo y junio, cogeremos las flores más bellas y regulares de los dos individuos que queremos cruzar y las seleccionamos antes de que abran completamente exponiendo tanto los pistilos como los estambres.
Cortaremos del rosal aquella que consideremos “macho” y eliminando los pétalos, cortaremos los estambres que colocaremos en un recipiente de vidrio que permanecerá cerrado por 24 horas, tiempo en el cual se secarán y podremos extraer el polen.
Eliminaremos los pétalos de la flor que consideremos “hembra” que permanecerá en el rosal y retiraremos con una pequeña tijera los estambres de esta flor, teniendo cuidado de que ninguno de ellos caiga sobre los pistilos.
Impregnaremos mediante un pincel el polen que hemos recogido sobre los pistilos de la flor hembra, a continuación, la cubriremos con una capucha de malla fina hasta que el fruto madure, momento en el cual lo cortaremos para obtener las semillas.
Las semillas las tendremos durante 24 horas en agua y después unos 30 días en un lugar frío entre papeles húmedos (puede ser nuestro propio frigorífico) e iremos verificando en este tiempo si empiezan a germinar. Las semillas germinadas se sembrarán a pocos centímetros de profundidad.
En la primavera siguiente, obtendremos las plantitas que serán toda una sorpresa, con nuevas rosas creadas por nosotros lo cual es todo un acontecimiento.
Carlos Rivero Ramos: Pasión por las rosas
Carlos Rivero Ramos, al margen de su actividad profesional tiene entre sus pasiones las de viajar, escribir,… pero destaca la de su pasión por el mundo de las rosas.
Carlos encuentra en la floricultura y en especial en el cultivo de las rosas un amplio abanico de posibilidades a todos los niveles. Es un alivio al estrés y saca el poeta que hay en él, además de incitarle a coleccionarlas de forma casi compulsiva. Destaca su colección de diferentes especies de rosas y el que varias de ellas han sido premiadas en el Concurso Nacional de las Rosas en 2018 y 2019.
» Autor: Carlos Rivero
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