Mary Delany (Grandville, de soltera) nació en Coulston un 14 de mayo de 1700 en una familia aristocrática afín a los Estuardo por lo que con la llegada de la dinastía Hannover su posición económica quedó bastante modesta. Así y todo Mary, que era la hija menor tuvo la oportunidad de recibir una buena educación.
A los 17 años la casan con Alexander Pendraves, un ilustre y rico miembro del Parlamento, de 60 años, que entre otras cosas era un gran bebedor y que al menos tuvo el gesto de dejarla viuda a los 21 años. En aquellos tiempos las viudas tenían una libertad de movimientos que eran impensables para las solteras, así que Mary Pendraves era libre, pero pobre ya que su marido no había cambiado el testamento a su favor y la dejó ligera de equipaje.
Instalada en Londres y lejos de amedrentarse, comenzó a entablar amistad con figuras de las artes y las letras. Es entonces cuando a través de su amigo el escritor Jonathan Swift conoce a su segundo marido Delany, un clérigo anglicano irlandés, con quien compartirá 25 años de feliz matrimonio, en los que la pareja disfruta y comparte su amor por la horticultura y la jardinería. En 1768, vuelve a enviudar.
Muchas personas que al enviudar o hacerse mayores se vienen abajo y la vida, al menos la artística, a veces también puede empezar a los 71 años como la de Mary Delany. Viuda de nuevo pasaba largas temporadas en Bulstrode, en el Buckinghamshire, con su amiga Margaret, condesa viuda de Portland, allí se relaciona con Joseph Banks y Daniel Solander, estudiosos de la botánica, que en esos años causaba furor. Era la época en la que era un éxito de ventas Carlos Linneo y también por esos años es cuando se crearon los maravillosos Reales Jardines Botánicos de Kew.
Así es como Mary Delany comenzó a componer estos peculiares mosaicos, como ella los llamaba, tan delicados, bellos y exactos. Pequeñas tijeras, diminutos trozos de papel que coloreaba y un inmenso amor por las plantas, la botánica y la jardinería la llevó recortando pacientemente, a construir sobre un fondo negro de terciopelo una fantástica colección de diez volúmenes de cuadernos, conteniendo 1700 collages de flores de papel, conocida como ‘Flora Delanica’.
Puso de moda esta afición hasta tal punto que recibía flores de todos los rincones para que las ‘fotografiara’ a su manera. Con el rey Jorge III y su esposa Charlotte, compartía esta afición y juntos realizaron muchos trabajos de decoupage. Ellos le concedieron una pensión que hizo que se pudiera dedicar sin problemas económicos a componer sus mosaicos. Muchos opinaban que su éxito se debía a las amistades que frecuentaba, pero viendo su trabajo, pueden juzgar ustedes mismos y comprobar el gran trabajo realizado.
Fue a la edad de 88 años, cuando la vista y la vida casi al mismo tiempo le fallaron en Windsor un 15 de abril de 1788. Hoy hace 228 años de su muerte y este es nuestro homenaje a una auténtica artista que armada además de con sus herramientas, de un talento, un amor y una delicadeza conmovedora nos ha dejado para la posteridad una singular obra que hoy se conserva en el British Museum.