Los Bonsáis

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Bonsái sobre tarrina marrón

Los bonsáis son un arte milenario en miniatura. Su introducción en Europa se dio de forma gradual a mediados del siglo XIX, alcanzando un notable auge popular tras la exhibición de tres ejemplares en la Exposición Universal de París en 1900. Sin embargo, la historia de este arte se remonta mucho más atrás.

Saber que, La palabra «bonsái» proviene del japonés: «bon» (bandeja) y «sai» (cultivar). Literalmente significa «cultivado en bandeja«.

El origen de los bonsáis.

Aunque comúnmente se asocia con Japón, los orígenes del bonsái se encuentran en China hace más de 2000 años. Durante la dinastía Tang (siglos VII-X), se practicaba el penjing, que consistía en cultivar árboles en miniatura en bandejas, estos eran considerados símbolos de estatus y se asociaban con el taoísmo, representando la armonía entre el hombre y la naturaleza.

Siglos después, el arte del bonsái fue adoptado y refinado en Japón, donde se fusionó con la filosofía zen. El budismo zen enfatizaba la contemplación, la paciencia y la armonía con la naturaleza, valores que se reflejaron en el cultivo del bonsái. Se convirtió en una práctica arraigada en la aristocracia y los monasterios budistas, evolucionando hacia las formas y estilos que conocemos hoy.

La filosofía y significado de los bonsáis.

En sus orígenes, el bonsái trascendía lo puramente ornamental. Representaba una conexión espiritual con la naturaleza, un microcosmos que reflejaba el mundo natural en miniatura. De hecho, los monjes taoístas veían en el bonsái un símbolo de eternidad, un puente entre lo terrenal y lo divino.

En Occidente, si bien se aprecia la belleza estética del bonsái, a menudo se pierde su profunda carga simbólica. Es importante recordar que el bonsái no es simplemente una planta en maceta, sino una expresión artística que requiere paciencia, dedicación y un profundo entendimiento de la naturaleza.

Técnicas de cultivo del bonsái.

El bonsái se crea mediante una combinación de técnicas de cultivo que restringen el crecimiento del árbol y le dan forma. Estas son:

  • El trasplante, que se realiza periódicamente para renovar el sustrato, podar las raíces y controlar el tamaño del sistema radicular.
  • La poda se lleva a cabo para dar forma al árbol, eliminar ramas muertas o enfermas y controlar el crecimiento.
  • El alambrado en el que se utilizan alambres de cobre o aluminio para guiar el crecimiento de las ramas y darles la forma deseada.
  • El pinzado, que consiste en la eliminación de brotes nuevos para controlar el crecimiento y favorecer la ramificación.
  • Y la defoliación, que consiste en la eliminación parcial o total de las hojas para reducir su tamaño y estimular la brotación de nuevas hojas más pequeñas.

Los diferentes estilos de bonsái.

Como podemos apreciar cuando los vemos en conjunto, existen numerosos estilos de bonsái, cada uno con sus propias características.

Entre los más populares están:

  • Chokkan (Formal vertical). De tronco recto y vertical con ramas simétricas.
  • Moyogi (Informal vertical). De tronco con curvas suaves y ramas asimétricas.
  • Shakan (Inclinado). Con tronco inclinado, simulando un árbol azotado por el viento.
  • Fukinagashi (Barrido por el viento). De tronco y ramas inclinadas en una misma dirección, como si fueran moldeados por el viento.
  • Kengai (Cascada). Su tronco se extiende hacia abajo, como una cascada.
  • Han-Kengai (Semicascada). Es similar al Kengai, pero sin llegar a sobrepasar la base de la maceta.
  • Bunjin (Literati). De estilo elegante y minimalista, con un tronco delgado y sinuoso.
  • Ishitsuki (Sobre roca). El árbol crece sobre una roca, integrándose con ella.
  • Yose-ue (Bosque). Con plantación de varios árboles juntos, simulando un bosque.

Especies más populares para formar bonsáis.

Casi cualquier especie arbórea o arbustiva puede cultivarse como bonsái, aunque algunas son más populares que otras debido a sus características.

Entre las más usuales, están los arcesAcer spp. por su atractivo follaje otoñal de algunas de sus especies, los pinos – Pinus spp. por su rusticidad y variedad de estilos, los olmosUlmus spp. por su resistencia y facilidad de cultivo, los juníperosJuniperus spp. por su follaje perenne y su adaptabilidad, los ficusFicus spp. especialmente indicada para principiantes por su resistencia y rápido crecimiento, y los olivosOlea sp. por su aspecto mediterráneo y su longevidad.

Hemos nombrado los géneros y debemos saber que no todas las especies vinculadas a ellos, son aptas para su uso como bonsái, ya sea por sus características botánicas como por su interés ornamental.

Los cuidados del bonsái.

Los cuidados de un bonsái varían según la especie, pero en general incluyen todos aquellos propios de cualquier planta.

Pero de forma general, se puede establecer que, el riego debe ser regular y evitando el encharcamiento, que el abonado sea periódico con abonos específicos para bonsái, su ubicación adecuada a la especie con la suficiente luz solar, realizarles un trasplante periódico según la especie y la edad del árbol, que la poda y pinzado sean regulares para mantener la forma y controlar el crecimiento, y en el caso de la protección contra plagas y enfermedades, se priorice la vigilancia y tratamientos preventivos.

Las herramientas y accesorios para bonsáis.

Cuando utilizamos la expresión ‘el mundo del bonsái’ es porque verdaderamente lo es. Y como ejemplo de ello, existe todo un mercado de productos específicos para ellos, como por ejemplos sustratos para bonsáis o herramientas específicas para el cuidado del bonsái.

Así, hay tijeras de poda de diferentes tipos, para cortar ramas, raíces y hojas; alicates de alambrar para colocar y retirar el alambre; rastrillos de raíz para desenredar las raíces durante el trasplante, macetas y tarrinas para bonsáis de diferentes formas y tamaños, específicas para bonsái; y en el caso de los sustratos para bonsáis con mezclas específicas que aseguran un buen drenaje y desarrollo de cultivo.

Como vemos, el mundo del bonsái también abarca un aspecto comercial, que incluye la venta de árboles, herramientas, accesorios, sustratos y la impartición de talleres y cursos.

Por todo ello, el bonsái es mucho más que una planta en miniatura. Es un arte milenario que combina técnicas de cultivo con una profunda conexión con la naturaleza. Requiere paciencia, dedicación y un continuo aprendizaje.

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