Las Heliconias es un género que agrupa a más de 100 especies de plantas tropicales. Estas son originarias de Sudamérica, Centroamérica, las islas del Pacífico e Indonesia.
Las Heliconias deben su nombre al monte griego Helicón, lugar donde se reunían las musas. También se les llama platanillo por sus hojas o ave del paraíso y muela de langosta por las coloridas brácteas que envuelven sus exóticas y bellas flores.
Entre las principales características que hacen reconocer fácilmente a este género están sus hojas largas y grandes inflorescencias de vistosos colores.
La mayoría de las especies de Heliconias son ornamentales, pero algunas de ellas son comestibles, consumiéndose el corazón de sus rizomas asados o cocinados en su lugar de origen, como es el caso de la Heliconia hirsuta, conocida también como Isira o Bijao. De igual forma, las hojas de Heliconias se usan para envolver alimentos, por lo que son plantas muy interrelacionadas con los hábitos humanos de la zona en la que conviven.
Las Heliconias son hierbas que según la especie pueden alcanzar una altura entre uno a siete metros.
Sus hojas son simples con nerviación marcada y nervio central prominente en el envés, crecen de forma alternas, poseen margen entero, ápice acuminado y base redondeada. Son de color verde brillante más claro por el envés. Su pecíolo varía entre los 15 a 50 centímetros de largo que envuelven al tallo.
Estas producen las inflorescencias al final de cada tallo y en la base de la planta. Estas poseen varias brácteas de vivos colores como el rojo, amarillo, anaranjado y flores nectaríferas que atraen al colibrí, con el que se asocian estas especies para la polinización.
Una vez fecundadas sus flores, produce frutos en la modalidad de drupas. Estos necesitan bastante calor y humedad para su correcto desarrollo.
Las heliconias son plantas que protegen de forma natural las fuentes de agua y por ello son imprescindibles en la reforestación.