La tierra y el abono orgánico para rosales

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Tierra para rosales en jardín

Las plantas necesitan diferentes factores para tener un desarrollo correcto: Suelo adecuado, luz, agua, nutrientes, etc.

En este artículo se aborda qué tipos de tierras son las mejores para nuestros rosales y como se puede incrementar el valor del suelo a través de diferentes materias primas y nutrientes añadidos. Y en concreto en esta ocasión referente a la tierra y el abono orgánico.

Lo normal es que las personas se preocupen por la parte visible del rosal, es decir, su tronco, sus hojas y flores.

La mayoría de las consultas que se reciben son a propósito de enfermedades de las hojas o problemas de floración, pero pocas veces se plantea una duda directamente relacionada con el suelo y los nutrientes.

Por ejemplo, una tierra muy húmeda, necesitará de un buen drenaje y un suelo muy ácido necesitará de calcio para neutralizar o incluso alcalinizar.

Este tema es muy complejo y para sintetizarlo sin perder su rigor, iremos por partes de forma esquematizada.

Tierra de granulometría fina

La parte mineral del suelo

Una tierra de cultivo en general está compuesta por una parte mineral, otra orgánica y otra relacionada con el espacio poroso disponible, que a su vez y según el tamaño de este, estará ocupado por agua o por aire. La proporción de cada uno de ellos en un total del 100% nos dará su estructura, textura y características del suelo, estando los nutrientes interrelacionados con este suelo.

En el área inorgánica encontramos elementos de diferentes tamaños y naturaleza. Según su tamaño pueden ser:

  • Medida reducida: de menos de 0,002 milímetros, llamado coloidal de textura arcillosa y también llamado arcilla.
  • Medida muy pequeña: de entre 0,002 y 0,1 milímetros y textura lodosa.
  • Lodos de entre 0,002 a 0,01 milímetros.
  • Loess (limo originado por la deposición de partículas) de entre 0,01 a 0,1 milímetros.
  • Medida pequeña: de entre 0,1 y 2 mm y textura granulada, denominada arena o arenisca.
  • Medida grande: de más de 2 mm, llamada grava si se encuentra entre 2 milímetros y 5 centímetros de grosor o roca si son mayores de 5 centímetros.

Así pues, los tipos de tierra que se puede encontrar en razón a la proporción de los diferentes elementos son:

  • Tierras arcillosas: Dominan los granos del tamaño del polvo. Al ser roca muy desmenuzada, se encuentra en ella la mayor parte de los minerales. Se disuelve bien en agua, aunque no debe llegar al punto de estar muy empapada porque tiene pocos agujeros que se llenen de oxígeno, imprescindible para que respiren las raíces.
  • Tierras lodosas: Si los granos de tierra son pequeños. Se disuelve también bien en agua y deja un pequeño residuo arenoso. Cuando está empapada, forma fango y al estar seca se cuartea. También presenta grandes saltos de humedad, pero hay más agujeros para que la raíz respire.
  • Tierras arenosas: Si los granos de tierra son de medida mediana. No se disuelve en agua y tiene pocos minerales. Llena de agujeros que se llenan de aire, es ideal para la respiración de las raíces y para enraizar los esquejes.

Las tierras de origen orgánico también se denominan sustrato. El sustrato tiene una textura fibrosa, acumula mucha agua y permite una buena aireación además de retener bastante bien los nutrientes:

  • Sustrato Húmico (Humus): De descomposición natural, no digestiva, de hojas y ramas. Al llenarse de agua, se infla como una esponja y la acumula. Al estar seco se vuelve «fango orgánico».
  • Turboso: Descomposición de musgos. Acumula mucha agua y carece de sales minerales.
  • Estiércol: De descomposición de excrementos animales, especialmente procedentes de herbívoros. El problema es que desaparece de la tierra con el tiempo, ya que es alimento para muchos seres vivos del suelo.

Todas las plantas necesitan un tipo de suelo específico para que su crecimiento y maduración sea el idóneo.

  • Las plantas con raíces finas y en “cabellera” necesitan texturas lodosas (Lavanda).
  • Raíces muy finas y divididas necesitan texturas de sustrato (Hortensia).
  • Plantas con raíces gruesas y las plantas bulbosas necesitan texturas arenosas (Tulipanes).

Los rosales, por sus características necesitan texturas arcillosas. Aunque aquí también se encuentran diferencias, por ejemplo, las rosas clásicas precisan de suelos más alcalinos que las nuevas.

Los suelos ácidos se tratarán con calcio para alcalinizarlos o bien añadiremos materia orgánica bien descompuesta.

En una tierra donde haya habido rosas viejas, es importante cambiarla o cuando menos cambiar una buena parte antes de una nueva plantación porque podría haber virus y hongos.

Compost

Abonos Orgánicos o enmiendas orgánicas

Los abonos orgánicos o enmiendas orgánicas, a pesar de tener en poca cantidad sales minerales, en gran medida son muy importantes para la tierra, ya que ayuda acumulando agua y esponjándola.

Se pueden encontrar de diferentes formas:

  • Compost: Formado por restos vegetales (restos de poda, basuras orgánicas, madera, etc.). Es un sustrato ácido de pocos recursos minerales y mucha mezcla de materiales. Su función principal es la de esponjar la tierra.
  • Tierra de Castaño: Compuesto como su nombre indica por la degradación natural de los troncos de castaño. Sustrato ácido de pocos minerales, ideal para plantas acidófilas.
  • Tierra de Turba: Formada por musgo (Sphagnum spp). Es un sustrato ácido con poquísimos minerales y de gran captación de agua.

Estiércol fermentado

El estiércol

El estiércol está formado por las deposiciones de los animales. Siempre se ha de utilizar muy bien fermentado. Los minerales del estiércol son proporcionales al alimento del animal. Entre los tipos de estiércol más utilizados como abono o enmienda orgánica se encuentran:

  • Estiércol de vaca: Animal que come herbáceas. Es un estiércol débil ideal para plantas de hojas.
  • Estiércol de oveja: Animal que añade arbustos a las herbáceas. Su fuerte en nitrógeno es ideal para plantas verdes de flor.
  • Estiércol de caballo: Ideal para ayudar a la planta a conseguir mejores frutos y a enraizar.
  • Estiércol de conejo: Ideal para enraizar herbáceas. Un estiércol débil pero equilibrado.
  • Estiércol de gallina: Popularmente conocido como gallinaza. Estos animales se alimentan de granos, frutos y en libertad también aportan vegetales a su dieta. Ideal para enraizar.
  • Estiércol de gaviota: Llamado guano es un estiércol muy fuerte, alto contenido en nitrógeno y fósforo, es ideal para plantas de frutos.

En el próximo artículo sobre esta materia, se tratarán los abonos minerales, el humus, el concepto del pH y las necesidades minerales específicas de un rosal.

Carlos Rivero Ramos: Pasión por las rosas

Quiero agradecer a Pep Clavero, Biólogo miembro del grupo Amics de Les Roses por lo que me ha enseñado y que he podido plasmar en este artículo.

Carlos Rivero RamosCarlos Rivero Ramos, al margen de su actividad profesional tiene entre sus pasiones las de viajar, escribir,… pero destaca la de su pasión por el mundo de las rosas.

Carlos encuentra en la floricultura y en especial en el cultivo de las rosas un amplio abanico de posibilidades a todos los niveles. Es un alivio al estrés y saca el poeta que hay en él, además de incitarle a coleccionarlas de forma casi compulsiva. Destaca su colección de diferentes especies de rosas y el que varias de ellas han sido premiadas en el Concurso Nacional de las Rosas en 2018 y 2019.

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