Raul Mannise, nos demuestra con este simple experimento casero, la importancia de la vegetación
Muchas veces no le damos la debida importancia a los bosques, jardines y parques. Creemos que el tema de la reforestación, la conservación de la Amazonía, los bosques y selvas que aun persisten en el planeta, sobreviviendo a la devastación generada por nosotros “los humanos“; son cosas de ecologistas “abraza árboles” y fanáticos apocalípticos.
Sin embargo, es posible demostrar la importancia de la vegetación y los árboles para la salud de la tierra con un sencillo experimento, que muestra cómo la vegetación ayuda a fijar el suelo para prevenir la erosión del mismo y la pérdida de nutrientes.
Cabe mencionar y recordar que el suelo es resultado de un proceso de mieles de años de formación, él mismo se forma en gran parte gracias a la misma vegetación y la vegetación desempeña un importante papel en el cambio climático; no sólo por la producción de oxígeno y la captación de CO2 sino que además, sin vegetación no hay lluvias, no hay vida, podrá existir un mundo sin humanos, pero no sin árboles, al menos no uno con capacidad de albergar vida.
Este simple experimento demuestra la importancia de preservar el medio ambiente con toda su flora:
- En el envase de la izquierda, el agua fluye a través de la vegetación del suelo, saliendo luego casi intacta, cristalina y sin arrastrar sedimentos y nutrientes.
- En el segundo segmento, se estableció un acolchado de material orgánico, el agua sale de color ligeramente más oscuro, pero aún sin causar problemas.
- En el tercer envase se colocó sólo tierra sin acolchado ni vegetación, se puede observar como el agua arrastra consigo la tierra con nutrientes, causando una fuerte erosión al suelo. El agua sale turbia, llevándose parte de la tierra y muchos de sus nutrientes, el resultado es un suelo estéril y erosionado.
Es mucho más barato plantar un árbol que combatir la erosión.
Es por esto que entre otras razones se debe preservar e incrementar, bosques, selvas y demás, conservar áreas verdes, evitar desarrollos urbanos desmedidos y prácticas agrícolas erróneas de monocultivo, arado y tierras desnudas, donde no sólo permitimos erosión, sino que ademas la acción del sol mata la vida en el suelo, la cual es también necesaria para todo el ecosistema y para el adecuado crecimiento de las plantas.