La decoración de espacios urbanos con jardineras para terrazas y centros comerciales es una práctica generalizada, orientada tanto a la delimitación de áreas como a su aislamiento con el objetivo de crear ambientes más íntimos y acogedores.
También es cierto que con la llegada del buen tiempo, se incrementa la demanda de jardineras para terrazas de bares, restaurantes, locales y centros comerciales, además de las jardineras propias de uso doméstico en áticos y balcones.
Pero en un entorno urbano, no todas las jardineras cumplen con el mismo cometido. El vandalismo, tamaño de la planta que van a soportar, su mantenimiento, la resistencia al volcado son factores determinantes que hay que tener en cuenta.
Las jardineras para terrazas y centros comerciales deben de estar fabricadas con materiales resistentes a golpes fortuitos, con acabados ornamentales elegantes y apropiados a su destino final, así como tamaños que puedan albergar plantas de portes medios a grandes.
Otro aspecto a destacar es su gran capacidad. El conjunto de jardinera, sustrato y planta, se sitúa según dimensiones sobre los 100 kilos de peso, aspecto importante de cara a robos por vandalismo urbano y vuelcos por velocidades de vientos razonables.
Entre las plantas utilizadas en jardineras para terrazas y centros comerciales predominan las capaces de configurar setos. Coníferas del tipo Cipreses, Thujas… arbustivas como el Cotoneaster, Hibiscus rosa-sinesis, Nerium oleander, Schefflera arboricola… ciertas trepadoras con estructuras para su guiado como la Hiedra, Madreselva, Jasminum grandiflorum, Allamanda cathartica… e incluso ciertos árboles que soporten bien la poda como los Ficus benjamina.
En cambio, en maceteros para terrazas y centros comerciales, se suelen utilizar plantas trabajadas mediante sucesivas podas para mantener sus dimensiones y aspecto ornamental. Suelen ser plantas unitarias y expuestas como ejemplares. Ejemplo de ello son los Laureles, el Ficus retusa, etc.
Las plantas de temporada sólo se utilizan para aportar toques de color y entran como acompañamiento del conjunto. Las especies son las características de cada estación del año y al contrario de lo que sucede con el resto de tipos de plantas antes mencionadas, se cambian de tres a cuatro veces al año.