Katsushika Hokusai (葛飾 北斎), (1760 -849) fue un pintor, grabador y dibujante japonés del período Edo, considerado el máximo exponente de la escuela de grabados Ukiyo-e, «escenas del mundo flotante», género artístico que floreció durante el período Kamakura.
Siendo niño fue adoptado por los Nakajima, familia de honda tradición artística. Con 18 años entró a trabajar en el taller del maestro de Ukiyo-e Katsukawa Shunsho y con él que aprendió la técnica del grabado a color con planchas de madera (cromoxilografía).
Hokusai Katsushika – «Lirios» (ampliar imagen)
Hokusai Katsushika – «Hibiscus y Gorrión» (ampliar imagen)
Hokusai Katsushika – «Orquídeas naranjas» – (ampliar imagen)
A lo largo de su carrera profesional utilizó diferentes nombres artísticos como, Shunro, Sori, Kako, Taito, Gakyonjin, Iitsu y Manji. En 1796 a la muerte de su maestro, comenzó su trabajo autónomo con grabados, firmando algunas de sus obras con el seudónimo de Hokusai. Hacia 1800 ya era un artista conocido gracias a la exhibición pública de sus obras, como la pintura de 240 m2 de Bodhidharma pintada en un templo en 1804.
Hokusai Katsushika – «Crisantemo y abeja» – (ampliar imagen)
Hokusai Katsushika – «Flor campana y libélula» – (ampliar imagen)
Hokusai Katsushika – «Enredadera» – (ampliar imagen)
Su vida personal fue inquieta y agitada, vivió siempre en la pobreza y realizó numerosos viajes, creando incesantemente, ya que se calcula que su obra abarca unas 30.000 ilustraciones y estampas para casi 500 libros.
En 1814, acuñó el término «manga» cuando empezó a editar libros de dibujos, los “manga”, que reproducían la vida y actividad del pueblo en sus tareas cotidianas, además de series de escenas mitológicas, de animales, de plantas y paisajes. Las xilografías, ilustraciones para libros y paisajes más conocidos fueron realizados entre 1830 y 1840.
Entre sus obras más conocidas destacan el cuaderno de dibujos en 13 volúmenes Hokusai manga (comenzado en 1814) y la serie de grabados conocida como Fugaku sanjurokkei (36 vistas del monte Fuji, c.1826-1833), máximo exponente de sus grabados de paisajes, que contiene algunas de las imágenes más famosas de la tradición artística japonesa, como su famoso grabado “Ola en alta mar en Kanagawa”, donde nos muestra una vista del monte Fuji hacia tierra firme desde alta mar.
Fue un artista que contribuyó a dar una nueva dimensión al “ukiyo-e”, convirtiendo al paisaje, y a la pintura de flores y pájaros en géneros autónomos y reconocidos. Sus grabados, como los de otros artistas japoneses, fueron importados a Paris a mediados del siglo XIX, y sirvieron de inspiración a grandes artistas como Monet, Degas, Gauguin, Van Gogh, Toulouse-Lautrec y muchos otros.
Katsushika fue un artista incansable que continuó trabajando hasta poco antes de morir a los 89 años de edad.
Hokusai Katsushika – «Ola en alta mar en Kanagawa» – (ampliar imagen)