Georgia O’Keeffe (1887-1986), fue una artista cuya obra ha sido tan personal que no puede ser clasificada con precisión dentro de ningún movimiento artístico. Nació en Sun Prairie, Wisconsin en una familia de granjeros. Estudió pintura en el Instituto de Arte de Chicago y en la Liga de Estudiantes de Arte en Nueva York. Ejerció como profesora en Amarillo, Texas en 1914, y en 1916 en Carolina del Sur. No salió de los Estados Unidos hasta que fue anciana, por eso se le considera la primera artista puramente estadounidense.
Mientras estaba en Carolina del Sur, un amigo suyo mostró algunos de sus trabajos a Alfred Stieglitz (con quien se casó en 1924), fotógrafo y dueño de una galería de arte, quien quedó impresionado por su trabajo. Luego de algunas negociaciones, O’Keeffe autorizó a Stieglitz para exhibirlos. Su obra se expuso cada año en las galerías de Stieglitz hasta la muerte de éste en 1946.
En 1925 O’keefe expone por primera vez sus cuadros de grandes motivos florales con notable éxito. Grandes pinturas de flores ampliadas a una escala gigante, como Íride negro (Black Iris) de 1926.
Georgia O’Keeffe – Íride negro, 1926 – Metropolitan Museum of Art, Nueva York
Una de sus preocupaciones fundamentales fue la simplificación formal de la flor. Tenía el maravilloso don de ver y pintar las formas abstractas de las cosas visibles, sin abandonar del todo la apariencia natural de las mismas. El lirio de agua, seductor por su sencillez estructural, fue de sus temas favoritos. En sus flores, cobran gran importancia los colores, como indican los títulos de los cuadros que remiten al rojo de la amapola, o al negro de la íride.
Georgia O’Keeffe pinta entre 1918 y 1932 más de 200 cuadros de flores de jardín como la rosa, la petunia, la amapola, la camelia, el girasol y la begonia así como otras más exóticas como la íride negra o la orquídea. Entre las flores que pintará repetidamente en gran formato destaca el lirio de agua, o cala, que se convertirá para el público en una especie de emblema de la pintora.
En 1929 visitó México por primera vez y en 1946 (año de la muerte de Stieglitz) se establece allí definitivamente. Es allí donde tiene un importante reencuentro con Diego Rivera y Miguel Covarrubias. Sus cuadros influyen considerablemente en la obra de Frida Kahlo.
A partir de 1953 comenzó a viajar intensamente visitando Egipto, Grecia, Oriente Medio… y en la década de los sesenta, inspirándose en los vuelos aéreos, introduce en sus telas vistas de la tierra, el cielo y las nubes contempladas desde un avión. Una de sus obras de mayores proporciones, con sus 7,3 m de largo, es el mural Cielo sobre nubes (1965, Colección de la artista).
Murió el 6 de marzo de 1986, a los noventa y nueve años.
Georgia O’Keeffe – Cottonweed Trees in Spring, 1943
Georgia O’Keeffe – Petunia II, 1924
Georgia O’Keeffe – Yellow Calla, 1926
Georgia O’Keeffe – White Flower on Red Earth I, 1943
Georgia O’Keeffe – Pink Tulip, 1926 – Baltimore Museum of Ar
me encanta estos dibujo quien lo ha pintado
Fascinante limpieza y belleza orgánica… el colorido y la pureza en la composición…
Tambien soy pintora, fiel admiradora y aprendiz de todos mis colegas.
Además de la composición, el contenido expresa un espíritu sensual y romántico.Sus volutas, los sombreados y las luces son muy sexy.