La Fuchsia hybrida se comercializa en España como planta de temporada, sobre todo dentro del grupo de plantas de primavera y verano. Es una de estas plantas polivalentes que puede ser disfrutadas tanto como planta de interior como Plantas de exterior.
Su nombre científico es Fuchsia hybrida y pertenece a la familia de las Onagráceas. En Europa se la conoce popularmente como Fucsia y en América Aretillo. Otros nombres comunes son Pendientes de la reina, Aljaba, Corales…
El género Fuchsia comprende algo más de 100 especies distribuidas principalmente en Centro y Sur de América, aunque también se encuentran algunas en Oceanía. El nombre de Fuchsia viene en honor del botánico alemán, Leonhart Fuchs (1501-1566).
¿Cómo es la Fuchsia hybrida?
Centrados en la Fuchsia hybrida como planta ornamental, es un arbusto perennifolio o caducifolio de forma arbustiva o colgante según la variedad. Actualmente existen cerca de 8.000 variedades de esta planta gracias a las continuas hibridaciones que se realizan sobre ella.
Sus hojas crecen opuestas, son de color más o menos verde, ovales lanceoladas y pecioladas con el borde dentado.
Sus flores son colgantes, de pedúnculos largos que las hacen mirar hacia abajo y las podemos encontrar en un amplio abanico de colores gracias al gran número de variedades existentes. Estas flores pueden ser blancas, rosas, rojas, moradas, amarillas… incluso jaspeadas. Además estos colores pueden ser combinados entre sí ya que su cáliz y corola pueden ser de distintos colores.
Otro aspecto a destacar en sus flores es que las podemos encontrar de formas simples, dobles e incluso semidobles, fruto de constantes hibridaciones.
La floración de la Fucsia en Europa se centra desde mediados de primavera hasta finales del verano. Y aunque no es normal que se fecunden, su fruto es una baya pequeña que presenta numerosas semillas pequeñas en su interior.
Su multiplicación está realizada prácticamente por viveros especialistas y rara vez por el aficionado. Se reproduce mediante esqueje y rara vez por semillas salvo para la obtención de nuevas variedades.
Las plantas de Fuchsia hybrida se comercializan tanto como plantas de interior como de exterior. En los dos casos en macetas de 12 a 17 centímetros de diámetro y según la variedad en la modalidad de porte colgante, arbustivo o como pequeño arbolillo de pie alto. En estos dos últimos casos, con tutores ya que sus ramas suelen ser bastante frágiles.
Los cuidados de la Fuchsia hybrida en el jardín
Utilizada como planta de temporada de primavera – verano en el jardín, la Fuchsia hybrida no para de sorprender con su atractiva floración. Los cuidados de la Fuchsia hybrida son fáciles y si se siguen con cierto rigor, es una de las plantas que se pueden disfrutar durante años.
Como planta de jardín, prefiere una exposición de semi sombra y un clima de semi cálido a templado. El exceso de calor le perjudica notablemente.
La tierra debe de ser turbosa y con buen drenaje. Con un pH ligeramente ácido y con un abonado de fondo equilibrado.
El riego debe de ser abundante en verano y moderado en primavera. En invierno los reduciremos al máximo ya que la Fuchsia hybrida es cuando inicia su período de reposo.
Prefiere temperaturas entre 15 y 22ºC y no soporta las heladas. Se puede abonar cada dos semanas con fertilizantes que no sean muy ricos en nitrógeno y sí en potasa. Esto evitará que la planta crezca de forma débil y se potenciará su floración.
Las plagas más comunes de la Fuchsia hybrida son las orugas, la araña roja, los pulgones, la mosca blanca, los caracoles y babosa. Y las enfermedades la Botrytis (Botrytis cinerea) que aparece con su típico moho gris en ambientes húmedos y fríos… y la Roya que se manifiesta como unas pústulas anaranjadas en el envés de las hojas son las más frecuentes. Este tema lo ampliaremos más adelante.
Son importantes las constantes podas de formación sobre los nuevos brotes durante la estación de crecimiento para conseguir plantas más compactas. La poda más severa de sus ramas puede realizarse en invierno para que brote en primavera con más fuerza. Con estos cuidados de la Fuchsia hybrida en el jardín, puede vivir varios años.
Los cuidados de la Fuchsia hybrida como Plantas de interior
Como planta de interior, la Fuchsia hybrida puede se puede disfrutar entre uno a tres meses. Después se recomienda plantarlas en el jardín ya que no deja de ser una planta de exterior.
Los cuidados de la Fuchsia hybrida como planta de interior también son fáciles.
Al ser una planta de exterior, prefiere una exposición lo más iluminada posible, sin que reciba el sol directo, sobre todo a las horas de mayor calor. En el caso de encontrarnos en invierno, alejarlas de los calefactores… y en verano de los equipos de aire acondicionado ya que las corrientes de aire pueden dañar sus hojas y flores.
A la hora de plantarla a una maceta mayor, el sustrato elegido será del tipo ‘sustrato de plantas de exterior’ ya que posee un buen drenaje y tiene un pH ligeramente ácido, además de un abonado de fondo equilibrado. En cuanto a la época recomendable para su trasplante se sitúa en los meses primaverales, siempre hablando con referencia al hemisferio norte.
El riego debe de ser abundante durante los meses de verano y moderado en los de primavera. En invierno los reduciremos al máximo para evitar daños en sus raíces.
Las temperaturas ideales oscilan entre los 18 y 25ºC. El abonado será semanal a las dosis más bajas recomendadas por el fabricante, y se recomienda que el fertilizante no sea muy rico en nitrógeno y sí en potasa. Esto evitará que la planta crezca de forma débil y se potenciará su floración.
Entre los cuidados de la Fuchsia hybrida como planta de interior no se contemplan las plagas aunque sí las enfermedades, principalmente la Botritis (Botrytis cinerea) que aparece con su típico moho gris en ambientes húmedos y fríos.
La poda de la Fuchsia hybrida como planta de interior se limita a realizarse sobre aquellos brotes que han crecido excesivamente, orientados a mantener la planta en unas dimensiones deseadas.
Flores de Fuchsia hybrida
Si bien la palabra ‘fucsia’ representa un color, las flores de Fuchsia hybrida representan a muchísimos de ellos. Como dato, hay a día de hoy más de 8.000 variedades de esta planta gracias a las continuas hibridaciones que se realizan sobre ella.
Las flores de Fuchsia hybrida son colgantes, de pedúnculos largos que las hacen mirar hacia abajo y las podemos encontrar en un amplio abanico de colores gracias al gran número de variedades existentes. Estas flores pueden ser blancas, rosas, rojas, moradas, amarillas… incluso jaspeadas.
Además, estos colores pueden ser combinados entre sí ya que su cáliz y corola pueden ser de distintos colores. Otro aspecto a destacar en sus flores es que las podemos encontrar de formas simples, dobles e incluso semidobles, fruto de constantes hibridaciones.
Las flores son su principal valor ornamental y permite ser un culto para los coleccionistas. De hecho, son muchos de ellos los que trabajan de forma desinteresada en la obtención de nuevos colores y formas.
Estas nuevas variedades conseguidas, son en ocasiones comprados sus derechos de autor por empresas especializadas en el comercio de planta joven, que posteriormente las comercializan a nivel mundial.
Para que la floración sea abundante y de calidad, es muy importante el estado de salud de la planta, su iluminación y su fertilización.
Es evidente que la sanidad de la Fuchsia hybrida sea buena para una correcta floración. Pero también lo es su iluminación, sobre todo si la planta se encuentra dentro de la casa. Una falta de luz repercute en una menor cantidad de flores, aborto de botones florales y sus pétalos y sépalos tendrán una menor intensidad de color. Por el contrario, con una buena iluminación, los colores serán más vivos.
En cuanto a su fertilización, las flores de Fuchsia hybrida serán mejores con fertilizantes no muy ricos en nitrógeno y sí en potasa.
El cultivo de la Fuchsia hybrida
El cultivo de la Fuchsia hybrida se realiza básicamente a nivel profesional. Muy pocos aficionados a la jardinería la cultivan aunque conociendo el método empleado por los viveristas, siempre es una buena opción para experimentar con esta bella planta de flor.
Salvo para la obtención de nuevas variedades de Fucsia hybrida, que su cultivo se realiza por medio de semillas, lo normal es partir en la modalidad de esquejes. Estos esquejes lo cultivan empresas especializadas y son apicales (puntas de ramas) de unos 5 a 10 centímetros enraizados en pequeñas macetitas totalmente orgánicas.
Estos esquejes se extraen de plantas madres bien identificadas a nivel de variedad, y en un estado de máxima sanidad vegetal.
Los esquejes enraizados, llegan a los viveros que los van a cultivar sobre los meses (en el hemisferio norte) de finales de enero a principios de abril.
Según el tamaño de maceta de cultivo, se plantarán de una a tres plantas por maceta. El sustrato empleado es un tipo TKS2, un sustrato a base de turba rubia, con pH sobre 6,5 y con un grado de fertilización medio.
Si es a nivel de bricojardinería, un ‘sustrato para plantas de interior’ puede servir perfectamente.
A los 15 días de su plantación, se procede al pinzado de los esquejes sobre su tercer o cuarto nivel de hojas para favorecer su brotación. A los 20 días de iniciar su cultivo se comienza con una fertilización del tipo 18 – 12 – 24 más microelementos a una dosis de 1,5 gramos por litro de agua de riego una o dos veces por semana dependiendo de la variedad. En estas condiciones, estas plantas de Fuchsia hybrida ya se pueden empezar a vender sobre los meses de abril a mediados de julio.
Con respecto a las plagas, las orugas, la araña roja, el pulgón, la mosca blanca, los caracoles y babosa son los más habituales, aunque en cultivo profesional no suelen darse por cultivarse en un medio totalmente controlado y protegido.
Lo mismo ocurre con las enfermedades. Si bien la Botrytis (Botrytis cinerea) que aparece con su típico moho gris en ambientes húmedos y fríos… y la Roya que se manifiesta como unas pústulas anaranjadas en el envés de las hojas, son las más frecuentes, en los viveros no suelen darse.
La Fucsia hybrida es sensible al fotoperiodo (relación de duración del día con respecto a la noche). Así, si deseamos que florezca antes de su época normal de floración, habrá que darle un suplemento de luz durante la noche. Por ejemplo unas tres horas de luz artificial cada noche a partir de las 10 de la noche.
Por supuesto, el formato elegido de cultivo marca las técnicas empleadas durante el mismo. Las referencias dadas hasta ahora son para cultivos tipo arbustivo. Para formatos colgantes, al margen de elegir las variedades adecuadas para esta modalidad, se plantarán en tarrinas o macetas colgantes y las plantas se pinzarán más veces durante el cultivo.
Y para cultivo de la Fuchsia hybrida en portes de pequeños arbolitos con copa, se plantará un solo esqueje por maceta (de variedades que lo permitan) y no se pinzarán hasta no alcanzar la altura de tronco deseada. Tras un primer despunte, se realizarán tantos como sean deseados hasta alcanzar el volumen de copa comercialmente establecido.
Plagas y enfermedades de la Fuchsia hybrida
Como ya hemos adelantado, pasamos a profundizar sobre las plagas y enfermedades de la Fuchsia hybrida. Estos peligros no suelen ser relevantes ni a nivel de cultivo profesional por realizarse este en un medio totalmente controlado y protegido, ni como planta de interior, ya que suelen estar como tal de uno a tres meses, terminando siendo plantadas en el exterior ya sea en el jardín o terraza.
Pero sí lo son cuando tenemos estas plantas en el exterior ya que suelen sufrir invasiones de campos u otras plantas infectadas cercanas a ellas.
Entre las plagas de la Fucsia hybrida más relevantes tenemos:
- Las orugas, que suelen aparecer desde primavera hasta el otoño. Son muy voraces y pueden comerse tanto las hojas como sus flores, sobre todo cuando se encuentran en botón floral. Se combaten con insecticidas de contacto.
- La araña roja aparece en los meses más calurosos del año, cuando las temperaturas son altas y la humedad relativa baja. Se combaten con acaricidas.
- El pulgón también puede estar presente durante todo el año salvo durante los meses fríos invernales. Se combaten con insecticidas sistémicos.
- La mosca blanca es muy difícil de controlar ya que la mayoría de insecticidas no elimina los huevos. Por lo tanto, se combaten con tratamientos muy periódicos a base de insecticidas sistémicos.
- Los caracoles y babosa son muy habituales ya que la Fucsia requiere de cierta humedad. Se combaten con helícidas en modalidad de cebos envenenados.
Entre las enfermedades de la Fuchsia hybrida más relevantes tenemos:
- La Botrytis (Botrytis cinerea) que aparece con su típico moho gris en ambientes húmedos y fríos, por lo tanto será más probable su presencia a principios de primavera y finales de otoño (en el hemisferio norte). Se combaten con fungicidas específicos, aunque una buena ventilación también es un buen método de control, además de los abonados ricos en potasa para fortalece a la planta.
- La Roya que se manifiesta como unas pústulas anaranjadas en el envés de las hojas. Se combaten con fungicidas específicos y es conveniente mojar bien la toda la planta, tanto por el haz como por el envés de sus hojas.