Llamamos flores de invierno a las plantas de floración invernal.
El madroño que se llena de miles de flores blancas en forma de campanita, en esta época del año, es un buen ejemplo de planta autóctona de la península ibérica, con floración invernal.
También el brezo, cuyas flores tubulares, de colores que van desde el blanco al rosa fucsia, llenan las ramas de este arbusto, visitado en invierno por las abejas para fabricar miel.
Para vencer las bajas temperaturas las flores suelen ser muy resistentes, de pequeño tamaño, y agrupadas en forma de racimos en una misma rama y desarrolladas en formas redondeadas o tubulares, mediante las que protegen sus órganos reproductores.
Estas plantas eligen el invierno para florecer, ya que en esta estación no hay abundancia de flores por lo que con ello logran hacer más factible el ser visitadas por los insectos, evitando la competencia primaveral y aumentando las posibilidades de ser polinizadas.
Algunas de las plantas que florecen en invierno son: Asteriscus maritimus, Camelia, Ciclamen, Cornejo, Chaenomeles, Dafne, Galantus, Hamamelis x intermedia, Heléboro, Jazmín de invierno (Jasminum nudiflorum), Lirio (Iris inguicularis), Madroño, Mahonia, Prunus, Rododendro, Skimmia, Viburnos…