Tras comprar o adquirir una Phalaenopsis, debemos pensar en disfrutarla, dejando el capítulo de su trasplante para más adelante.
La planta nos llega del vivero, en plena floración y, por lo tanto, en perfectas condiciones de cultivo. Lo dicho, a buscarle su lugar más apropiado y disfrutar de esta bella planta, sobre todo de sus exóticas y duraderas flores.
Con el tiempo, a partir de primer o segundo año en nuestro hogar, ya podemos plantearnos su trasplante, pudiéndolo repetir cada dos o tres años.
En cada ocasión, debemos tener en cuenta que su época de trasplante es muy amplia, pudiendo ser, en el hemisferio norte, desde mediados de primavera a inicios de otoño.
¿Qué maceta utilizar para el trasplante de las Phalaenopsis?
A la hora de trasplantar una orquídea Phalaenopsis, debemos tener en cuenta que son plantas Epifitas, por lo que puede desarrollarse y crecer sobre otro vegetal u objeto, usándolo solamente como soporte. También son llamadas plantas aéreas porque no enraízan en el suelo, no requiriendo de un sustrato propiamente dicho.
Así que tenemos que recrear su particular hábitat para que sus raíces puedan desarrollarse a modo de aéreas, o que puedan simular su introducción en los recovecos de los árboles, actuando como medida de sujeción.
Para ello, los recipientes (macetas) deben ser transparentes para que contengan el material que ejerza de sustrato, pero a su vez, que permita la entrada de la luz.
Normalmente, los podemos encontrar en centros de jardinería y floristerías, de material plástico transparente y con agujeros de drenaje. Para evitar que el lixiviado dañen el mueble, por ejemplo, o embellecer el recipiente, podemos utilizar cubremacetas de vidrio, que pueden ser elegantes a la vez de cumplir su condición de ser transparentes para dejar el paso de la luz.
El sustrato ideal para el trasplante de las Phalaenopsis.
En cuanto al material utilizado como sustrato o medio de cultivo, puede ser corteza medianamente fragmentada. Para su cultivo en vivero, también hay quien utiliza otros materiales inertes o mezcla de ellos, como por ejemplo, la lana de vidrio, arcilla expandida, etc.
La elección de la corteza fragmentada también es importante, evitando recurrir a cortezas resinosas de pinos o excesivamente procedentes de plantas acidófilas.
Así que, aunque veamos sacos de cortezas fragmentadas a la venta, debemos asegurarnos de que, si bien pueden ser válidas para ser utilizadas como decorativas o mulching, en el caso del cultivo de la Phalaenopsis, no deben de ser ni resinosas ni con capacidad de acidificar el medio.
¿Cuándo se trasplanta una Phalaenopsis?
Dentro de la época antes mencionada como ideal para el trasplante de una Phalaenopsis, el momento es cuando la planta ha empezado a echar nuevas raíces, a la vez que muestre el inicio de posibles tallos florales.
A partir de ese momento, se procede a retirar parte del sustrato (corteza de árboles) antiguo y liberar sus raíces. Momento para aprovechar y eliminar aquellas que se encuentran muertas o en mal estado.
Es un momento delicado, cuidando el no dañar las largas raíces que se encuentren en buen estado, así como aquellas nuevas que se estén emitiendo.
El recipiente elegido no debe ser muy superior a que se tenía. Se procede a echar el nuevo sustrato en su base, húmedo, pero no mojado. Se crea una base sobre la cual se mete el resto de cepellón original, procurando que sus raíces aéreas lo sigan siendo.
Se distribuyen bien sus raíces y se va añadiendo el nuevo sustrato, no prensándolo para que tenga la mayor aireación posible. Y se añade hasta alcanzar el cuello de la planta, dejando un dedo aproximadamente por debajo de la hoja más baja.
Una vez finalizado el trasplante de la Phalaenopsis, la regaremos y se seguirá con su cultivo normal.
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