El cultivo de Alhelí

El Alhelí o Alelí es una planta vivaz de grato olor perteneciente a la familia de las Crucíferas. Es originaria de la cuenca mediterránea, donde se le puede llegar a encontrar en las zonas costeras de forma silvestre.

El Alhelí es de recto tallo que termina en una inflorescencia en forma de espiga, llena de pequeños capullos.

Sus flores van floreciendo a lo largo de la semana hasta formar una densa masa de pequeñas y compactas flores. Su duración, según la variedad, está entre una y dos semanas. Durante todo ese tiempo, mantiene un constante y delicado aroma. Su fragancia puede llegar a ser tan intensa que no se recomienda colocarla en zonas muy cerradas e incluso en dormitorios ya que puede resultar molesta. Tampoco cerca de alimentos, frutas o verduras en la cocina para evitar que afecte al aroma natural de estos productos.

Podemos disfrutar de las flores de Alhelí en la plantas de jardín o en ramos florales. Si las tenemos cultivadas en el jardín, podemos recolectarlas cuando comiencen a abrir las primeras flores de la espiga.

Como planta ornamental de temporada y dentro del grupo de plantas de otoño, tras realizar el semillero y tener las plántulas ya germinadas (planta joven), procederemos a su plantación en unas macetas de unos 10 centímetros de diámetro aproximadamente. Una vez crezcan y adquieran un tamaño razonable, las podremos plantar en el jardín directamente… tal y como las hubiésemos comprado directamente de un vivero, centro de jardinería, etc.

En sustrato indicado en este caso es un ‘sustrato universal‘ o ‘sustrato para plantas de exterior‘, con un pH de entre 5,6 y 6,2. La Ec (conductibilidad eléctrica del sustrato) deseada debe de situarse entre 1,5 y 2,5.

Las temperaturas ideales son entre 4 a 6ºC durante la noche y de 20 a 25 durante el día. Por debajo de ellas se ralentizará su desarrollo y por encima se acelerará, en ambos casos, su crecimiento no será el idóneo.

La exposición de las nuevas plantas recién plantadas será a pleno sol ya que en esta época del año, cuando se cultiva el Alhelí, el tiempo no es muy caluroso.

Los riegos serán moderados, siendo frecuentes durante la primera semana y distanciarlos durante el resto de cultivo para favorecer el desarrollo radicular.

Los abonados pueden realizarse a partir de las 4 ó 5 semanas de cultivo con un abono del tipo 18-12-24 en fertirrigación (abono mezclado en el agua de riego), a una dosis de 1 gramo por litro y con una frecuencia de 2 veces a la semana.

Las plagas más comunes que se pueden presentar son el pulgón, la mosca blanca, el minador y las orugas.

En cuanto a las enfermedades no son muy frecuentes, pero en el caso de riesgo, la botrytis, el oidium y el mildiu pueden ser los más propensos a manifestarse.

En estas condiciones, el tiempo de cultivo del Alhelí desde su repicado (plantación a la maceta) y estar listas para su plantación directamente en el jardín es de 10 a 14 semanas.

Flores de Alhelí

Las flores de Alhelí han sido en la historia muy apreciadas en los reinos hispánicos árabes por su aroma. De él se inundaban los patios andaluces en primavera. Según sus variedades, son sencillas o dobles, blancas, rojas, amarillas o de otros colores.

Las flores de Alhelí simbolizan la hermosura. Es una de esas flores que cuando se regalan van acompañadas de un mensaje en clave, al que se suma sin duda alguna el color.

Como otras muchas flores (azucena, jazmín…), su nombre en español Alhelí proviene de la época de reinado árabe. Alhelí proviene del árabe hispánico al-jayrí, que a su vez procede del árabe clásico hiri y cuyo significado viene a decir… «de lo mejor».

En ramos florales, recordemos que las flores de Alhelí simbolizan la simplicidad y la hermosura, aunque actualmente también representan el símbolo de elegancia.

Decimos que su duración es de una a dos semanas, pero si la dejamos secar… retiene su fragancia para siempre.

Para conseguir flores secas de Alhelí simplemente hay que dejar que abran todas sus flores, pongamos entonces sus tallos florales boca abajo en una habitación fresca y a oscuras. Y para que no pierdan sus pétalos, los podemos rociar con un pegamento inocuo en spray.