Dianella tasmanica

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Flores de Dianella tasmanica

Una de las Dianellas más interesantes en el sector ornamental es la Dianella tasmanica y en concreto la Dianella tasmanica Wyeena, siendo esta (Wyeena), una variedad variegada, con hojas de color verde claro en el centro y blancas en los márgenes.

Volviendo a la Dianella tasmanica, su porte es alto dentro de las Dianellas spp, porque puede alcanzar casi el metro de altura y una anchura similar. Su crecimiento es compacto con hojas arqueadas.

Se trata de un arbusto perenne, con hojas largas de color verde con el borde de color crema.

Esta emite flores en forma de estrellas azules que, tras ser fecundadas, se producen unas bayas de color azul celeste en su madurez.

La Dianella tasmanica es una especie perenne, originaria de las zonas húmedas y sombrías de los bosques de Tasmania. Pertenece a la familia Hemerocallidaceae.

Frutos de Dianella tasmanica

¿Cómo es la Dianella tasmanica?

Dado que su floración es manifiestamente insignificante, su principal valor ornamental reside en su apariencia exótica, ofrecido por su estético follaje.

Sus hojas son largas, más bien estrechas y acintadas, con cierta tendencia a curvarse ligeramente hacia adentro. Según variedades, en ocasiones los bordes están finamente dentados.

En cuanto a color de sus hojas, en las variedades iniciales son de color verde oscuro totalmente. Las nuevas variedades ya contemplan formas variegadas, más vistosa y decorativa, gracias a sus hojas de ancha franja central de color verde con los bordes blancos cremosos.

La Dianella tasmanica es una planta que produce panículas de pequeñas flores de color azul celeste, con estambres amarillos. En cuanto a su floración, se produce a mediados de la primavera, aunque dependiendo del clima de la zona, puede adelantarse o retrasarse ligeramente en el tiempo.

Una vez fecundadas, emite unos pequeños pero atractivos frutos esféricos de color azul eléctrico. De hecho, los frutos son más llamativos que sus flores.

Plantas de Dianella tasmanica

Cuidados de la Dianella tasmanica en el jardín

Estamos ante una planta herbácea de rápido crecimiento, que por su resistencia a la sequía es apta para la xerojardinería. Es muy interesante para adornar jardines, cubrir arriates, formar parte de un conjunto con otras plantas o plantada de forma solitaria.

La ubicación de la Dianella tasmanica es preferentemente a pleno sol, si bien tolera la semisombra, siempre que esta sea de pocas horas.

El terreno sobre el que se plante, agradece que sea fértil, pero que posea un buen drenaje, ya que le perjudican los terrenos pesados y encharcados. Si estos son pesados, se pueden mejorar aportando arena de sílice, arcilla expandida o grava para aumentar su capacidad de aireación y drenaje.

Si son muy áridos, aportar una enmienda orgánica o compost mejorará sus condiciones físicas y con ello el desarrollo de su sistema radicular.

Una vez plantado, durante el verano, especialmente si es seco, requiere de regarla de modo regular y en profundidad. Siempre es mejor no esperar a que el sustrato se seque por completo para regar de nuevo, si bien, los riegos deben espaciarse lo más posible.

También en verano, aportarles de vez en cuando un buen rociado de agua sobre sus hojas las mantendrá limpias y frescas, a la vez que le evita sufrir estés tanto de temperatura como hídrico.

A la hora de fertilizar la Dianella tasmanica, se puede aportar un poco de fertilizante del tipo 18-12-24 más microelementos, cada dos semanas durante su época de crecimiento, estimulará beneficiosamente a su desarrollo.

Como mantenimiento, se puede cortar sus tallos florales cuando se hayan secado, por la zona más cerca posible de la base. De igual forma, también se pueden eliminar sus hojas secas o estropeadas. Con ello se consigue tener Dianella tasmanica más bellas y evitar una posible infección o asentamiento de plagas.

Ya, al finalizar la temporada y para regenerar la planta, se debe proceder a recortar con unas tijeras la parte seca de las hojas. Con ello damos una limpieza a la mata, aligerándola de parte del follaje más frágil o deteriorado.

Aunque es bastante resistente al frío, en zonas de heladas frecuentes, se recomienda cubrirla la planta adecuadamente para protegerla.

Multiplicación de la Dianella tasmanica

Para la reproducción de la Dianella tasmanica podemos partir de semilla, realizando semilleros a comienzo de primavera.

Pero la forma más sencilla, eficaz y rápida de hacerlo, es dividiendo la mata en varias porciones, conservando parte del cepellón en cada fracción.

Cada una de estas partes, puede ser plantada de manera individual en macetas, con una medida de acuerdo al tamaño de la porción, o directamente en el jardín. En caso de plantarla en maceta, más adelante ya se hará el traspaso a un contenedor mayor o directamente al jardín.

Dianella tasmanica Wyeena

La Dianella tasmanica Wyeena es una variedad muy mejorada y, por lo tanto, comercial de la Dianella tasmanica.

Como todas ellas es una planta herbácea perenne. En este caso es una variedad de Dianella variegada con hojas de color verde claro en el centro y blancas en los márgenes.

Su tamaño comercial se sitúa sobre los 80 a 90 centímetros de alto por medidas similares de ancho.

El crecimiento de la Dianella tasmanica Wyeena es en forma compacta y con hojas arqueadas. Es una planta muy interesante como fondo para arbustos pequeños y para el diseño de zonas públicas, como viales, parterres bajos, medianeras, etc.

Como variedad de Tasmanica, muy tolerante al frío y a las heladas en comparación con otras Dianella spp. Puede legar a soportar hasta -12⁰C.

En cuanto a su ubicación, puede ser tanto a pleno sol como en media sombra, crece bien tanto en suelos arcillosos como arenosos, mientras estos drenen bien.

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