El Día mundial del árbol, es una fecha muy significativa. Para darnos una idea debemos de saber que la cultura de un pueblo se evalúa de diferentes formas, entre ellas se encuentra el saber cuántos árboles tienen plantados en su ciudad y la calidad de los mismos.
Los árboles resultan absolutamente esenciales para la vida de nuestro planeta. Ellos purifican el ambiente al oxigenar el aire, nos proporcionan sombra, mejoran zonas erosionadas, reducen el ruido, humedecen el ambiente creando un hábitat mejor con su frescura y humedad… sin olvidar sus múltiples recursos como la producción de alimento y madera para la construcción, generar energía, etc. Ellos están junto al ser humano desde el principio de nuestra historia.
Suecia fue el primer país del mundo, en 1840, en instituir un día del año como «Día del árbol», tras tomar conciencia de la importancia que tienen los recursos forestales, del cuidado que se debía brindar a los árboles, y la necesidad de introducir a los niños desde temprana edad, en el conocimiento y la práctica de una tarea a largo plazo.
Años más tarde, muchos suecos emigraron a Estados Unidos y llevaron consigo esta valiosa herencia cultural, cuyo ejemplo sirvió para que Norteamérica en 1872, también instituyera su «Día del árbol«. Y a partir de allí comenzaron a establecerlo los otros países del continente y del mundo. Se celebra en diferentes fechas, según el país se elige un día que sea propicio para que los árboles arraiguen, según sus condiciones naturales.
El Día Mundial del Árbol fue instaurado por el Congreso Forestal Mundial celebrado en Roma en 1969 y es ocasión propicia para recordar su importancia.