El día Día Mundial de los Fertilizantes, va más allá de celebrar estos elementos agronutricionales.
Los fertilizantes alimentan las plantas para conseguir que crezcan más sanas, fuertes y proporcionen mejores rendimientos. Según un informe de la FAO se prevé un crecimiento mundial de fertilizantes del 1,8 por ciento anual, y que el uso de estos sobrepase los 200 millones de toneladas en poco tiempo, a la vez que la capacidad global de su producción, productos intermedios y materias primas también seguirá aumentando.
El 13 de octubre se celebra el Día Mundial de los Fertilizantes, coincidiendo este año 2023 con el 115 aniversario de la patente de Haber-Bosch, proceso tecnológico con el que se sintetiza el amoniaco y que entre otros usos permite producir fertilizantes a partir del nitrógeno atmosférico.
Haber-Bosch hace alusión a Fritz Haber y Carl Bosch. El primero fue quien patentó el proceso mientras que el segundo lo comercializó en 1910, recibiendo ambos el premio Nobel de Química en 1918 y 1931 respectivamente.
Qué es el proceso Haber-Bosch.
El proceso Haber-Bosch es un método con el que permite la síntesis industrial del amoniaco a gran escala y para ello utiliza como reactivos el nitrógeno y el hidrógeno en presencia de un catalizador heterogéneo a base de hierro.
Gracias a esta técnica se ha permitido disminuir notablemente las altas temperaturas que eran necesarias en la síntesis del amoniaco para romper el triple enlace que mantiene unidos los dos átomos de nitrógeno para formar la molécula N2.
Como materia prima, el amoniaco tiene muchas otras aplicaciones e incluso en la síntesis de otros productos, como por ejemplo el ácido nítrico y determinados fertilizantes.
La primera vez que se utilizó el proceso Haber-Bosch a nivel industrial fue en Alemania durante la primera guerra mundial, con el objetivo de fabricar municiones bélicas porque el amoniaco producido permite fabricar diferentes nitrocompuestos explosivos usados en ellas.
El amoníaco verde.
Relacionado con la sintetización del amoniaco, se encuentra el amoníaco verde como pieza estratégica en un contexto de transición energética y ecológica, estando directamente vinculado con la producción de hidrógeno verde, en la que España es un referente a nivel mundial.
En este contexto y derivado del hidrógeno verde, se encuentra el amoníaco verde, esencial para muchos procesos biológicos. Más del 80% del amoníaco producido en plantas químicas es usado para fabricar abonos y su aplicación directa como fertilizante. El resto es usado en las industrias textiles, del plástico, explosivos, así como en la producción de pulpa y papel, alimentos y bebidas, productos de limpieza domésticos, refrigerantes, etc.
Los fertilizantes han cambiado el mundo.
Una población mundial creciente año tras año con una previsión del 25% para el año 2050, hace necesario mantener un ritmo de mejora continua en todos aquellos factores que intervienen en los procesos productivos agrícolas.
Un dato: mientras que en 1960 se necesitaba una hectárea de tierra para alimentar a dos personas, en el 2025 se necesitará que esa misma superficie alimente a cinco. Y para ello, los fertilizantes son una pieza fundamental que se suma a la mejora genética y demás técnicas culturales. Por lo tanto, se puede afirmar que los fertilizantes son esenciales para ayudar a mantener la seguridad tanto de nuestros alimentos como de nuestro futuro.
La necesidad de optimización de la tierra de cultivo también viene dada por la pérdida de esta por causas como por ejemplo la desertización. Así, gracias a los avances en la tecnología de fertilizantes y su técnica de aplicación, dan como fruto la posibilidad de cultivar de forma eficiente incluso en aquellas zonas con suelo empobrecido. De hecho, hoy en día, gracias al uso generalizado de fertilizantes, diferentes zonas afectadas por la pobreza han experimentado un fuerte descenso de la hambruna y la mejora de los niveles económicos.
¿Por qué el Día Mundial de fertilizantes?
Como hemos adelantado, se celebra el Día Mundial de los fertilizantes en alusión al descubrimiento de la síntesis de amoniaco y como consecuencia, por ser uno de los inventos más importantes de nuestro tiempo.
Con él se han salvado a miles de millones de personas de la hambruna, además de continuar alimentando al mundo durante las próximas décadas.
Así, el Día mundial de fertilizantes marca el aniversario del descubrimiento de la síntesis de amoniaco por Fritz Haber en 1908. Con él se inició la revolución verde del siglo XX. Así, el 13 de octubre es un punto de arranque para su celebración anual y con un alcance mundial.
La importancia de los fertilizantes es reconocida incluso por personas no precisamente vinculadas a la agricultura. Un ejemplo de ello es Bill Gates, quien afirmo que “dos de cada cinco personas en el mundo deben su vida a los fertilizantes”.
Aspectos económicos y medioambientales de los fertilizantes.
Mediante la aplicación del proceso de Haber-Bosch se producen más de 100 millones de toneladas de fertilizante de nitrógeno al año. Pero la palabra fertilizante agrupa también a todos los demás macronutrientes y micronutrientes que en su conjunto reponen artificialmente la extracción de abonos del suelo por parte de la agricultura y ganadería.
Su gestión debe ser muy rigurosa porque un exceso o mal uso de ellos pueden contribuir a la erosión, lixiviados, contaminación de aguas subterráneas y fluviales, etc. favoreciendo la eutrofización, o lo que es lo mismo, el enriquecimiento excesivo en nutrientes de un ecosistema con la consiguiente proliferación de la biomasa y un empobrecimiento de la diversidad.
También, en el caso del nitrógeno aportado al ambiente altera el balance atmosférico, enriqueciendo el ozono de la troposfera y reduciendo el de la estratosfera. Pero como aspecto positivo, por otra parte, el amoniaco tiene el efecto positivo de la captura de CO₂ en selvas y bosques debido a la mayor presencia de nitrógeno en el aire.
Hay estudios que afirman que solo el 17% del amoniaco usado como fertilizante es consumido por los humanos a través de la comida, mientras que el resto acaba en la tierra o en el aire.
Fertilizantes, agronutrientes, bioestimulantes agrícolas y micoorganismos para las plantas.
Bajo el significado de fertilizantes se engloban otras muchas especialidades orientadas a la nutrición vegetal y a optimizar su desarrollo. Este es el caso de los agronutrientes en calidad de fertilizantes de última generación más eficaces, como también los bioestimulantes agrícolas y micoorganismos para las plantas, capaces de ir más allá ayudando a la planta a vegetar mejor en condiciones de estrés tanto hídrico como de temperatura. Y además, en muchos casos, hacerles más resistente antre plagas y enfermedades.
La industria española de fertilizantes, agronutrientes y bioestimulantes agrícolas cumple con los más altos requisitos de calidad y seguridad demandados por la agricultura tanto integrada como ecológica, cumpliendo además con las más estrictas exigencias medioambientales.
En este contexto, el 16 de octubre se celebró en Valencia el Día Mundial de la Alimentación, organizado por la Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible (PTAS) y en la que se divulgó la contribución de los fertilizantes a la producción mundial de alimentos.
Tendencias de demanda de los fertilizantes en el mundo.
El consumo de fertilizantes es desigual según la región geográfica. Pero este panorama variará en los próximos años, con una fuerte demanda de nitrógeno y potasio de África subsahariana, aunque su consumo actual es bajo.
El mayor consumidor de fertilizantes en el mundo seguirá siendo Asia, sobre todo de los tres principales nutrientes: nitrógeno, fósforo y potasio.
En el caso del conjunto de Europa tendrá un superávit de los tres nutrientes debido a los elevados balances positivos en Europa del Este y Asia Central. Se espera que el uso de fertilizantes se mantenga estable en Europa occidental durante estos próximos años, mientras que crecerá un 3,6 por ciento al año en la subregión oriental.
En América Latina y el Caribe se espera que el uso de fertilizantes en la región crezca a un sostenido ritmo anual del 3,3%, según la FAO.
Las diferencias en la demanda global de nitrógeno seguirán siendo grandes entre continentes.
Microorganismos para la fertilización del suelo
Aunque se celebre el Día Mundial de los Fertilizantes, también debemos hacer referencia y prestarle una especial atención a los microorganismos para la fertilización del suelo, aspecto que se encuentran en estos momentos en el centro de atención tanto de empresas fabricantes de productos nutricionales como profesionales del cultivo que los deben de aplicar, así como de la propia administración que los deben legislar.
Ya es muy habitual encontrar en etiquetas de productos envasados para la agronutrición materias activas y riquezas garantizadas de Bacillus amyloliquefaciens, Bacillus velezensis, Glomus sp., Pseudomonas sp., Pseudomonas fluorescens, Pseudomonas putida, Paenibacillus sp., Trichomonas sp., Bacillus megaterium, Lactobacillus sp., Saccharomyces sp., etc. Sí, son nombres de microorganismos que ya forman parte de las herramientas puestas a disposición del agricultor para gestionar mejor las producciones vegetales a la vez que se actúa más eficientemente con la preservación del medio ambiente y en un contexto de economía circular.
Fertilización mediante el aprovechamiento sostenible de residuos orgánicos.
La búsqueda de nuevos sistemas de producción y la obtención de nutrientes a base de nuevas materias primas para no depender en exclusiva del mercado exterior, están dando sus frutos. Un claro ejemplo son el posible aprovechamiento de fuentes de nutrientes orgánicos para transformarlos en productos fertilizantes orgánicos.
El estiercol, los lodos de depuradora, los excrementos de insectos, el biochar, el digestato son algunos fertilizantes orgánicos que se podrían aprovechar de manera más eficaz para mejorar la producción de los cultivos en la agricultura.
También se están fabricando para la producción de fertilizantes nitrogenados, nutrientes como el amoníaco verde, a base de la combinación de hidrógeno verde con nitrógeno. El resultado es un insumo que mejora la producción de soluciones de nutrición vegetal, al tiempo que contribuyen a la descarbonización del planeta.
Fertilizantes tecnológicos y sostenibles.
La incorporación de nuevas tecnologías para obtener fertilizantes que incrementen las producciones de los cultivos y al mismo tiempo generen el mínimo impacto en el medio ambiente ya es una realidad.
La transición hacia el uso de fertilizantes de origen biológico para contrarrestar el impacto ambiental de los fertilizantes químicos es una de las alternativas para que la agricultura pueda ser más productiva y sostenible.
Los sistemas y prácticas que combinen los productos químicos con elementos naturales como dice la FAO debe de ser una prioridad. Con ello se logrará conciliar ambas necesidades, satisfacer la demanda de alimentos por parte de una población mundial que no cesa de crecer y el respeto al medioambiente.
Envases de plástico para uso agrícola.
En el contexto del Día Mundial de los Fertilizantes, también puede hacerse referencia a los envases agrícolas que los contienen. Son principalmente de plástico rígidos como botellas, garrafas o bidones, así como plástico flexible en el caso de los sacos.
El plástico tiene mala prensa, cuando vivimos rodeados de él. La visión más razonable de este material sería que el plástico no es el problema, sino su mala gestión que se le puede dar. Un ejemplo claro de gestión responsable de envases agrícolas una vez ha sido utilizado por el agricultor, es AEVAE (Asociación Española para la Valorización de Envases). Un SCRAP (Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor), centrado en la recogida de estos envases para darles, mediante un tratamiento medioambientalmente correcto, una nueva vida.