Hace unos meses nos hacíamos eco del Día Mundial del Medio Ambiente y hoy 24 de octubre, lo hacemos del Día Internacional contra el Cambio Climático. Una celebración de proyección mundial instaurada por la ONU y que tienen como objetivo sensibilizar a la población mundial en relación a temas ambientales y movilizar a los gobiernos para que actúen en este ámbito.
Podemos definir qué es el cambio climático como un proceso natural que se viene desarrollando con el transcurso del tiempo y muestra de ello son las diferentes glaciaciones que se han venido desarrollando a lo largo de la historia del planeta Tierra. Sin embargo y como consecuencia de las actividades humanas, más concretamente de las derivadas de la contaminación generada por estas, este cambio climático se ha acelerado a una velocidad alarmante y negativa para la vida del planeta tal y como la conocemos. Un cambio que si no se le pone freno puede conllevar la muerte para millones de especies incluidas los seres humanos.
Profundizando en cuáles son las principales causas del cambio climático, uno de sus principales contribuyentes es el llamado efecto invernadero, ocasionado por cierto tipos de gases como el dióxido de carbono (CO2). La liberación de este tipo de gases se considera hecho natural y además es adecuada para la supervivencia de muchas especies terrestres. Pero sobre todo desde la época de la industrialización puesta en marcha por el ser humano la cantidad de los llamados GEI (gases de efecto invernadero) que vienen siendo liberados al ambiente están superando de forma exponencial los niveles con respecto a los emitidos durante los últimos tres millones de años.
Causas que se relacionan científicamente con el fenómeno del Cambio Climático:
- La concentración de gases de efecto invernadero y su relación directa con la temperatura media de la tierra.
- Su incremento desproporcionado desde la revolución industrial a esta parte.
- Derivado principalmente a la quema de combustible fósil y entre todos los tipos de gases de efecto invernadero, la emisión del dióxido de carbono, que representa dos tercios de todos los tipos de GEI.
Como sociedad y en un contexto general hay ciertos consejos que pueden ayudar a frenar un poco el cambio climático. Por nombrar algunos ejemplos y ponerlos en práctica en la medida de las posibilidades de cada persona, estarían el utilizar fuentes de energía renovables, la compra de productos que provengan de material reciclado o materiales naturales que sean biodegradables, el realizar un mantenimiento continuo a aquellos equipos con potencial contaminador (principalmente al coche) para mantenerlos a punto y priorizar el concepto de reparar antes que el de sustituir, así como apoyar el comercio local de productos naturales u orgánicos con menor huella de carbono o adquirir equipos electrodomésticos de bajo consumo. Si lo analizamos… consejos muchos de ellos de sentido común.