Con el mes de octubre comienza en España la recogida de setas silvestres en los bosques. A esta llamada de la naturaleza acuden miles de personas, unas profesionales en ello y otras muchas por primera vez dentro del ámbito de la aventura y curiosidad.
Podemos establecer para los más inexpertos en la materia un decálogo de recogida de setas con el que ayudar a preservar el medioambiente.
1.- Este decálogo de recogida de setas puede comenzar con tener cuidado en no pisotear ni destrozar los setales. Estas setas son muy importantes para el bosque y el equilibrio del ecosistema ya que son órganos de fructificación y por lo tanto de reproducción. Además muchas de ellas viven en simbiosis en micorriza con otras plantas. No debemos rastrillar ni apartar la hojarasca ya que de hacerlo contribuiremos al empobrecimiento de nuestros bosques.
2.- Evitaremos recolectar más setas de las que vamos a consumir ya que los excesos terminan en la basura sin que nadie se beneficie de ello. Debemos saber que estas setas silvestres liberan esporas ya que son el órgano de reproducción sexual del hongo.
3.- Como norma general, cortaremos las setas con una navaja por la base del pie de la misma, evitando arrancar parte del micelio que producirá más setas.
4.- Aunque sea una obviedad, evitaremos recolectar setas cuya identidad no sea totalmente segura ya que los envenenamientos suelen darse con cierta frecuencia. Para identificarlas correctamente, debemos fijarnos en su pie, volva, anillo, laminillas, etc.
5.- Conocer al máximo las setas tóxicas y venenosas de nuestra zona de recogida. En el caso de intoxicación acudiremos rápidamente a los servicios médicos. Es importante conservar algún ejemplar de las setas ingeridas para identificar el problema en caso de intoxicación.
6,- Si recolectamos ejemplares para su exposición, estudio o identificación, recogeremos la seta entera, desenterrando cuidadosamente todo el pie. Con unos tres o cuatro ejemplares en distintas fases de crecimiento deberían bastar para éstos fines.
7.- No debemos recoger setas ni muy jóvenes y muy viejas. Por una parte, las primeras son de difícil identificación y por otra, las segundas suelen ser indigestas, aún tratándose de especies comestibles.
8.- En caso de recolectar setas en tiempo lluvioso, tomaremos precauciones en la recogida ya que estas setas muy «lavadas» pueden cambiar el color y la textura, dificultando la correcta identificación.
Además, sus características organolépticas como el aroma o el sabor, se pierden por el exceso de humedad.
9.- Casi siempre, los mejores ejemplares son los que están perfectamente desarrollados porque aún conservan sus características propias en cuanto a color y textura.
Evitaremos recolectar y consumir setas procedentes de cunetas o zonas posiblemente contaminadas como las lindantes a industrias, aguas fecales, etc. ya que pueden acumular sustancias tóxicas.
10.- Es recomendable transportar las setas en cestas de mimbre evitando la presión mecánica.
Esto favorecerá la aireación, evitando putrefacciones y favoreciendo la dispersión de esporas por el campo mientras caminamos. Para ello, colocaremos las setas en láminas hacia abajo para evitar que entre tierra en ellas.
Y si recolectamos setas de varios tipos, separaremos claramente los ejemplares no identificados de los otros.
Esperamos que este decálogo de recogida de setas sea además, de respetuoso con el medio ambiente, de ayuda al disfrute de esta apasionante afición.