Cuando hablamos de calabazas, casi que lo primero que se nos viene a la cabeza, son calaberas de Halloween. Pero las calabazas también las utilizamos en nuestra alimentación, en reconfortantes sopas y cremas, ensaladas, guisos… la lista puede ser interminable, sobre todo si eres creativo.
No debemos confundir las calabazas comestibles con las calabazas decorativas (algunas comestibles también) que también pertenecen a la familia Cucurbitaceae. La misma a la que pertenecen plantas hortícolas tan populares como los melones, sandías, calabacines, pepinos, etc.
INGREDIENTES: (Para cuatro personas)
- 500 gr de calabaza pelada y troceada.
- 3 cucharadas de mantequilla o aceite de oliva.
- 1 cebolla grande finamente picada.
- 100 ml de nata líquida.
- 500 ml de caldo de verdura (puede ser de pastilla).
- Romero molido.
- Sal.
- Pimienta negra recien molida.
- Para adornar: Picatostes y perejil picado.
Pasos para su elaboración
- Derretir la mantequilla en una cazuela al fuego, puede ser sustituida por aceite de oliva si se prefiere, añadir la cebolla y la calabaza, sazonamos con sal, pimienta y romero al gusto y dejamos que se rehogue durante unos 15 minutos removiendo de vez en cuando.
- A continuación, se incorpora el caldo hirviendo, removemos para mezclar bien y que continue la cocción durante unos 20 minutos más.
- Por último, pasar la preparación por la batidora, de manera que obtengamos una crema homogénea, agregamos la nata, rectificamos la sazón y servirmos acompañada de los picatostes y el perejil.
- Si no se quiere poner nata se aumentará la incorporación del caldo de verduras.
Ingrediente destacado: la calabaza
Comenzaremos diciendo que la cababaza no es una verdura, sino una fruta y que también la única diferencia entre 100 gramos de calabaza cruda o cocida es un incremento de 6 calorías en su forma cruda.
Los beneficios de la calabaza son formidables para la salud por su combinación de vitaminas, minerales y otros compuestos que hacen de esta fruta una comida única.
Su color anaranjado nos dice que posee un fitonutriente particularmente benéfico: la carotina. Ésta se convierte en vitamina A, lo que nos da una buena inyección de antioxidantes con la capacidad de ayudar a prevenir enfermedades del corazón. Pero no sólo son beneficiosas para el corazón, además contienen compuestos como licopeno y carotenoides que por todos son conocidos por disminuir células cancerígenas, inhibir la diabetes, la hipertensión y las marcas de envejecimiento.
Flavonoides como el criptoxanteno, luteína y zeaxantina, destruyen radicales libres dañinos que nos dan esas marcas de envejecimiento, y el último, en especial, nos ayuda a proteger la retina del ojo de la degeneración macular.
Las semillas de calabaza son un excelente aperitivo, e ideales en cuanto al cuidado de nuestra nutrición, ya que similar al resto de la fruta, nos proporciona una alternativa saludable al apetitivo dulce. Estas semillas son una gran fuente de vitaminas, minerales, proteínas y ácidos grasos de omega-3, y se pueden secar y salar como decimos para aperitivo o se pueden guardar para sembrarlas en primavera.