La palabra terrario, terrarium en inglés, al igual que pasa con acuario y Aquarium, es un recipiente, normalmente de cristal. En el caso de los terrarios, en ellos se reproducen las condiciones ambientales necesarias para la vida de distintos seres vivos (plantas y/o animales), adaptado total o parcialmente a la vida terrestre.
Como decimos, los terrarios pueden estar fabricados con diferentes materiales, siendo los de cristal los más populares. ¿Por qué? Porque al ser trasparentes nos permite disfrutar al máximo de toda la vida que en su interior se desarrolla.
Los terrarios no tienen un tamaño determinado y por supuesto, además pueden estar hechos de muy diversos materiales. En estos casos, sí es cierto que prácticamente siempre, una de sus caras debe ser transparente para facilitar la visión del interior.
Tipos de terrarios
Según la finalidad de los terrarios, estos pueden ser distintos en mayor o menor medida en cuanto a su construcción, ubicación y modo de mantenimiento. Las más habituales son:
- Los terrarios para reptiles y anfibios: con tortugas, camaleones, ranas, serpientes, lagartos, iguanas, etc.
- Los terrarios para hormigas en sus diferentes especies.
- Los terrarios para insectos tanto terrestres como aéreos.
- Los terrarios para roedores.
- Y los terrarios para plantas, que es el que nos ocupa en este artículo y en concreto cómo hacer un terrario de suculentas.
Terrario de suculentas, crasas y cactus
Todo apunta a que las plantas suculentas, entre las que también se contemplan los cactus, están de moda para ser disfrutadas en interiorismo.
Su capacidad de resistencia a condiciones desfavorables, su amplísimo grupo de especies y por lo tanto de formas y colores, su particular singularidad, ser de fácil mantenimiento, etc. justifican que este grupo de plantas se encuentren entre las más demandadas del mercado ornamental, especialmente por los más jóvenes.
Así, si las suculentas son una de las plantas de interior más populares, cuando participan en terrarios, estas se elevan a un nivel mayor.
Gracias, especialmente a las redes sociales, las suculentas se han convertido en unas de las plantas favoritas gracias a sus sencillos cuidados, hermosas figuras y vibrantes colores.
Por otra parte, los terrarios, también se han ganado el corazón de todos los amantes de las plantas. La idea de unir los dos mundos: las plantas suculentas y los terrarios, el resultado es ideal para disfrutar de ella, a la vez de jugar un papel destacado cómo elemento de decoración interior.
Cómo hacer un terrario de suculentas y cactus
El método es muy sencillo y pasa por la elección del terrario o materiales para su construcción, un sustrato adecuado para este tipo de plantas, áridos y materiales de decoración y por supuesto los cactus y plantas crasas que deseemos que participen en el proyecto.
Por supuesto, tenemos que tener en cuenta el lugar dende va está colocado, para que combine con la decoración del lugar, permita la convivencia con él y que este tenga la iluminación adecuada para que la vida en su interior sea viable.
Elección del terrario
Para la elección del terrario hay múltiples opciones. Desde una gran botella de cristal, hasta estructuras especiales prefabricadas para tal fin, pasando por la elaboración propia. Aquí, el gusto personal juega un papel fundamental.
Si es la primera vez que nos metemos en el mundo de los terrarios, lo mejor es elegir un formato medio y empezar con pocas plantas. Con la experiencia adquirida, podremos ir avanzando en elegir estructuras más grandes, con más especies en su interior e incluso creando aquellos paisajes que nuestra imaginación lleguen a idear.
Así, una gran botella o vasija de cristal ancha, nos puede servir para comenzar a crear nuestro terrario. En el caso de la botella, su apertura debe ser grande para poder acceder a su interior con facilidad.
En todos los casos, el vidrio debe ser transparente por dos motivos. Uno para que la luz llegue en buenas condiciones a la planta. Y dos para que el paisaje creado en su interior, se muestre con claridad.
Elección del sustrato
El sustrato ideal para los terrarios de plantas suculentas y cactus debe ser ligero, con buena aireación, con un pH ligeramente ácido y una fertilización media.
Nos sirve el sustrato especial para cactus ya fabricado que se puede encontrar en los centros de jardinería, floristerías, centros comerciales de bricolaje y demás puntos de venta especializados.
Si optamos por realizarlo nosotros, podemos hacer una mezcla con:
- Una cuarta parte de tierra de campo.
- Otra cuarta parte de arena de río lavada.
- Y dos cuartas partes de compost.
El sustrato no tiene porqué ser excesivamente árido. El que este tipo de plantas puedan vivir en terrenos … llamémosle malos, no implica que puedan vegetar mejor en terrenos más fértiles.
Elección de los áridos
Los áridos juegan un papel muy importante en las rocallas y terrarios de suculentas y cactus.
Pueden ser marmolinas, grava, tierra volcánica, guijarros, arcilla expandida, etc. Lo importante es que ayuden tanto como base de drenaje como de elemento decorativo.
Así, podemos utilizar grava, guijarros o arcilla expandida para colocar en el fondo, por debajo del sustrato, una capa de dos a tres centímetros que nos haga de drenaje. Como se va a ver, a la hora de la elección de estos materiales, debemos prestar atención en que sean bonitos.
Sobre esta capa, pondremos el sustrato y plantaremos los cactus, plantas crasas y suculentas que deseemos tener en él.
Una vez plantadas, sobre el sustrato y ya como elemento decorativo, pondremos sobre su superficie arcilla expandida, grava volcánica o marmolina. Estas últimas pueden ser de diferentes colores. La elección es puramente estética y, por lo tanto, irá en función del paisaje que se desea conseguir.
En el contexto de los áridos, también podemos incluir piedras, trozos de troncos o ramas secas, que permitan aportar elementos arquitectónicos a la vez que decorativos al paisaje creado.
Elección de los cactus, suculentas y crasas para el terrario
El catálogo de cactus, suculentas y crasas, es enorme, hasta se da el caso que hay coleccionistas de este grupo de planta.
Por lo tanto, se puede decir que para gustos los colores. Los terrarios se disfrutan dentro de casa, por lo el resultado debe ir acorde con los gustos personales de cada uno.
Como consejo base sí debemos elegir especies que sean compatibles en cuanto a cuidados: riego, abonado y luz. Por lo general, suelen convivir bastante bien.
También que tengan un crecimiento lento para evitar que, en poco tiempo, llenen todo el espacio y tengamos que trasplantarlas a otro lugar. En el caso menos grave, estas plantas de rápido crecimiento invadirán el espacio de otras menos invasivas y las anularán o por falta de luz morirán.
Por todo ello, para su correcta elección, es interesante estudiar las características de las especies elegidas y dentro de ellas, ver qué variedades, por su forma y color, se adaptan mejor a la composición del paisaje. Es aconsejable hacer un pequeño esbozo del paisaje a modo de plano guía. Este nos dará una visión previa del conjunto y nos ayudará a su ubicación correcta.
No dará los mismo que el terrario se pueda ver desde cualquier ángulo por estar en medio de una mesa, que sólo desde una parte por estar colocado junto a una pared. La distribución de las plantas y elementos decorativos darán sentido a la creación del terrario.
Plantación de los cactus, suculentas y crasas en el terrario
Una vez tengamos todos los componentes del terrario, procedemos a la colocación de una pequeña capa de drenaje, el sustrato ya elaborado y procedemos a la plantación de los cactus, suculentas y crasas en el terrario.
Como el sustrato estará mullido y las plantas son de porte pequeño, con cuidado iremos creando orificios y plantándolas según la distribución prevista.
Conviene plantarlas al mismo nivel que venían en la maceta. El cepellón debe ser enterrado de forma que cuando veamos las plantas, parezcan que siempre han estado ahí.
Una vez plantadas, esparciremos sobre la superficie elementos como arena gruesa, marmolina, arcilla expandida u otros áridos para dar un aspecto desértico al conjunto.
Como apoyo a la decoración, es el momento de colocar alguna piedra de mayor tamaño para potenciar el ambiente árido y rocoso propio del hábitat natural de estas plantas.
Recordemos que en el terrario no sólo se verán las plantas. También las capas del terreno (drenaje, cultivo, decorativo), dándole un impacto ornamental aun mayor.
Riego de los cactus, suculentas y crasas en el terrario
Tras la plantación, efectuaremos el primer riego y limpieza de las paredes de cristal del terrario.
Debemos tener mucha precaución en el riego. Sabemos que el recipiente de cristal no tiene orificios de drenaje, por lo que la cantidad de agua a emplear debe ser la justa para que quede el sustrato húmedo, pero sin encharcamiento.
Es preferible realizar riegos cortos y frecuentes que largos y distanciados en el tiempo.
Por otra parte, el terrario crea un ambiente bastante cerrado, por lo que la conservación de la humedad es mayor. De ahí que, junto que son plantas poco exigentes en riego, estos se realizarán muy de tarde en tarde.
Para su riego, es muy útil el empleo de una pequeña regadera de cuello largo. Este nos permite acceder a las zonas más complicadas y localizar la caída del agua, así como su cantidad, en los puntos que convengan.
Ubicación del terrario con cactus, suculentas y crasas
Un terrario de cactus, suculentas y crasas es una especie de oasis con vida, propia de clima desértico, en casa. Por lo tanto, cuanta más luz tenga mejor.
Pero siempre una luz indirecta, que los rayos solares no incidan sobre el terrario. Este, al ser de cristal, funciona como un pequeño invernadero y puede hacer dos cosas negativas sobre las plantas. Una es la de actuar en modo lupa, quemando las hojas. Y otra, acumular mucha temperatura en su interior, llegando a alcanzar tanta temperatura que mataría a las plantas.
Por lo tanto, cerca de una ventana está bien siempre y cuando no le de el sol directo. Si esto sucede a ciertas horas del día, unas cortinas o desplazarlo momentáneamente de este lugar es la solución.
Si, por el contrario, la luz del día es escasa, una buena solución es utilizar una lámpara led durante varias horas como suplemento a la iluminación diurna.
Las horas de luz complementaria serían las necesarias para llegar a las 12 horas, dejando las otras 12 como concepto noche.
Mantenimiento del terrario con cactus, suculentas y crasas
Para el abonado del terrario de cactus, suculentas y crasas, se aplicará diluido en el agua de riego. Este debe ser equilibrado e incluso, más rico en potasio que en nitrógeno. Un fertilizante tipo 11-06-32 es apropiado, junto con microelementos para evitar cualquier tipo de carencias.
En cuanto a las dosis de abonado sería a las dosis mínimas recomendadas por el fabricante y con una frecuencia de una vez al mes.
En cuanto a la poda, los cactus, salvo alguna especie como excepción, no se les hace. Sí a la mayoría de suculentas y crasas, especialmente las que tienden a rebrotar y emiten ramas que en poco tiempo se expanden por todo el terrario.
En el caso de los cactus, se optará por eliminar las brotaciones basales (cactus hijos), que podemos repicarlos en macetitas, teniendo nuevos cactus en casa.
Para suculentas y crasas, según la especie, o se eliminan brotaciones de hijuelos o podarán aquellas ramas que comiencen a invadir espacios no deseados. En los dos casos, los hijuelos pueden ser repicados en maceta y los restos de poda, son magníficos esquejes para ser enraizados.
Cada año, dos o tres, no habrá más remedio que proceder a renovar todo el interior del terrario por completo. Con la experiencia adquirida, seguro que se abordará con un nuevo proyecto más enriquecedor si cabe.