Me va bien, muy bien, con mi huerto de lechugas en casa. No me puedo quejar. Las tengo siempre frescas y durante todo el año.
En mi casa nos gusta comer sano y he dado con las claves para cultivar lechugas todo el año. Y cómo no, me gustaría compartir mis pequeños éxitos en esto de los huertos urbanos y los jardines de balcón. ¿Proselitismo?, desde luego que sí, el del bueno, el que alienta salud y las mejores prácticas con el medio ambiente.
Os cuento. He conseguido producir lechugas en mi casa durante todos los meses del año. Haga el tiempo que haga. Yo llamo a mi sistema “lechugas perpetuas”. Suelo usar las variedades de lechuga del portal de Livingo. Las puedes encontrar en las Secciones de artículos de hogar y jardín, en ‘Plantas’. Os las recomiendo. También en él, además de semillas de calidad, encontraréis fertilizantes, herramientas, recipientes de cultivo… lo puedes tener todo a un clic.
El secreto de mi sistema consiste en disponer de terrarios -que he fabricado yo misma- sobre soportes de madera resistentes a la humedad. Las dimensiones casi dan lo mismo, la idea es elegir una tierra adaptada para cultivos de huerto, un buen sustrato, y añadir abonos naturales. ¿Cuáles? Los de casa, los derivados de algunos desechos orgánicos que ‘producimos’ en nuestra casa durante nuestro día a día y que salen directamente de la cocina.
Este sistema de huerto paletizado me permite mover los terrarios de cultivo a voluntad. Ponerlos en el suelo cuando el tiempo es bueno, en la primavera avanzada por ejemplo, moverlos a la sombra cuando el calor y el sol del verano pone en riesgo las cosechas, y cubrirlos con una estructura de plástico de quita y pon que yo misma he fabricado para crear un efecto invernadero.
El efecto sombra para proteger los cultivos de lechuga en junio, julio, agosto y hasta septiembre se puede sustituir por una cubierta de tela tipo sábana, con un sistema de guías que mantenga el dosel en posición, que no se lleve el viento, y extensible según las necesidades. No hay secreto, sino sentido común.
En lo peor del invierno suelo subir los cajones con la tierra y las lechugas a una gran mesa de trabajo para aplicarles a las lechugas un baño de luz solar con una batería de lámparas que tengo en el garaje. Todo muy simple, pero muy efectivo.
Por cierto, si usas mi método combinado de luz solar, ten en cuenta las distancias de las lámparas a las plantas de las lechugas, la intensidad de trabajo de las iluminaciones y el tiempo de las sesiones. Es un procedimiento económico que reproduce la luz del sol pero que, como os podéis imaginar, hay que controlar.
También uso rastrillos pequeños para remover y airear la tierra, tijeras de jardín, mangueras y demás utensilios que he encontrado a buen precio en el mismo portal de Livingo. Como ya os he adelantado, hay un buen equipamiento para elegir.
Por último, me gustaría comentar que cortar las hojas de lechuga para recolectar es todo un arte y un placer. Recuerda buscar información específica sobre las variedades a cultivar y consultar la información de cada una, es algo básico.
Bueno, lo demás es disfrutar en familia de un huerto doméstico en el que crece la salud más verde. La que gusta en casa. ¿Te animas?.
Autora: María Pozo