Cómo cuidar bien una orquídea

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Decoración con orquídeas phalaenopsis

Saber cómo cuidar bien una orquídea puede prolongar la vida ornamental de sus flores varias semanas más y a la planta durante años. Hacerlo es muy sencillo y los resultados se apreciarán todos los días.

Cuidado de las orquídeas según su tipo de raíces.

Un aspecto a tener en cuanta es saber que existen dos grupos de orquídeas, las terrestres y las epífitas.

Saberlo es importante tanto a la hora de regarlas como de trasplantarlas. Las terrestres desarrollan sus raíces, como la mayoría de las plantas, sobre un sustrato y por el interior de la maceta. Este sustrato puede ser más o menos turboso según la especie cultivada. En un artículo hemos tratado el sustrato para orquídeas por si necesitas más información sobre ellos.

En cuanto al riego, siempre moderado, sin encharcarlo, asegurando que el sustrato para orquídeas elegido posea un buen drenaje.

A este grupo de orquídeas con raíces de tipo terrestres pertenecen el Cymbidium, Paphiopedilum y la Catleya, por ejemplo.

Respecto a las orquídeas epífitas, son las que poseen raíces aéreas y utilizan el sustrato principalmente como soporte. Un ejemplo de géneros de orquídeas epífitas son la Phalaenopsis, la Vanda o el Dendrobium.

Estas orquídeas deben ser regadas con más frecuencia y en poca cantidad, simplemente para mantener el sustrato, a base de corteza de árboles con cierta humedad. Para ellas, hay una modalidad de sustratos para orquídeas Phalaenopsis que contempla esta particularidad.

Dónde colocar la orquídea en casa.

Una vez llega a casa nuestra orquídea, lo primero es quitarle el envase para que la planta disfrute de su nuevo medio natural y se adapte a él. En ocasiones viene con una bolsa de plástico y está bien para su transporte, pero nada más.

Sobre dónde colocar la orquídea en casa, sobre ello se elegirá una zona bien iluminada, por ejemplo, cerca de una ventana, pero donde no le incida directamente el sol.

Recordemos que las orquídeas son plantas con flores y que, en su hábitat natural, al margen de sus peculiaridades según la especie, viven al exterior. Necesitan luz, pero no en exceso, sobre todo sus flores.

Sí, tendremos cuidado en mantener una humedad relativa elevada, por lo que huiremos de los ambientes secos y de las corrientes de aire, sobre todo de las producidas por el aire acondicionado si se tiene.

Como muchas de ellas son de origen tropical, procuraremos que la temperatura ambiente no baje en exceso. Mantener un rango de entre 16 y 30 °C es recomendable.

Si son orquídeas con raíces terrestres, la maceta es conveniente que ser opaca. En cambio, las orquídeas epífitas, requieren macetas transparentes porque desarrollan sus raíces en presencia de luz.

Se puede colocar un plato bajo la maceta para evitar que el agua de drenaje tras el riego manche o estropee el mueble. Tras cada riego, deberemos evacuar el agua sobrante para que esta no esté en contacto con el sustrato mucho tiempo y pueda dañar a sus raíces.

Si necesitamos mantener humedad ambiente y ese exceso de agua se necesita, optaremos con colocar entre la base de la maceta y el plato, una fina capa de grava, arcilla expandida o grava volcánica para que exista una separación entre el sustrato y el agua acumulada.

Tipos de abono para orquídeas.

La nutrición de estas plantas debe tenerse en cuenta, como una planta más. Para ello se encuentran en el mercado diferentes tipos de abono para orquídeas que, si vemos su composición, están orientados a plantas de flor. Son preferibles los abonos líquidos.

Son plantas de crecimiento moderado, por lo que evitaremos fertilizar con frecuencia y en dosis altas. Aun así, intensificaremos los abonados en épocas cálidas y lo disminuiremos en las más frías del año.

En cuanto a la dosis, optaremos por las más bajas recomendadas por el fabricante y lo aportaremos en el agua de riego. Es la técnica denominada fertirrigación.

En el caso de las orquídeas epífitas, le viene bien utilizar un abono foliar, aplicado en pulverización sobre sus hojas y raíces aéreas de tarde en tarde. Una vez al mes es aconsejable.

Como vemos, las orquídeas no son complicadas de cuidar más allá que otras plantas de interior porque que se trata de plantas muy resistentes.

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