En el sector ornamental, actualmente salen al mercado miles de nuevas variedades cada año. Las modas, la competencia por un liderazgo comercial, la necesidad de sorprender al consumidor, etc. son algunos de los factores que animan a ello.
Echando la vista atrás, el mundo de las rosas vivió un momento de especial esplendor en este sentido, donde una nueva variedad de éxito hacía las delicias de los coleccionistas. También es cierto, que existía un culto a la rosa y de hecho, la existencia de espacios propios en el jardín así lo dejaban de manifiesto: las rosaledas.
Rosaledas
Las rosaledas son un jardín especializado en cultivar y exhibir exclusivamente especies y variedades del género Rosa. Rosales híbridos de té, floribundas, arbustivos, trepadores, grandifloras, miniaturas, cubresuelos o tapizantes, sarmentosos, etc. pueden estar presentes en mayor o menor medida.
Las rosaledas pueden ser públicas o privadas, así como estar orientadas a la exhibición o disfrute exclusivamente a nivel personal. Las hay en las que se organizan concursos de nuevas variedades entre los horticultores de un determinado país, como a nivel internacional.
También existe la modalidad de rosaleda conservatorio, orientadas a preservar ciertas especies silvestres. Esta modalidad se suele encontrar localizada principalmente en jardines botánicos.
Cómo nace una nueva rosa
La rosa tiene algo de especial y muestra de ello es que a día de hoy sigue siendo una flor de referencia, con numerosas asociaciones y empresas especializadas en su producción repartidas por todo el mundo.
Y no sólo en el mundo profesional, también en el de los aficionados (a la vez de apasionados) que trabajan simplemente por el placer de poseer su colección de rosales y en ocasiones, obtener hasta sus propias variedades.
Este es el caso de Carlos Rivero Ramos, técnico de laboratorio de I+D en una multinacional del sector farmacéutico y que encuentra en la floricultura y en especial en el cultivo de las rosas, un amplio abanico de posibilidades a todos los niveles. Para él es un alivio al estrés y saca el poeta que hay en su interior, además de incitarle a coleccionarlas de forma casi compulsiva.
Tal es su pasión por el mundo de las rosas que posee su propia colección de diferentes especies de rosas, varias de ellas premiadas en el Concurso Nacional de las Rosas en 2018 y 2019. Sus conocimientos los trasmite mediante la publicación de artículos mensuales con las revistas Xardí Galego y Tecnogarden, así como una colaboración de forma regular en Floresyplantas.net.
Además de su web, sus canales en Facebook y Youtube ‘Pasión por las rosas’, son utilizados como plataformas para participar en la cultura de la rosa.
Recientemente, la web de Los Peñotes, garden de referencia en Madrid y en la que en los comienzos de su rosaleda estuvo presente, le ha realizado una entrevista en torno a cómo nace una nueva rosa.
En ella, Carlos Rivero introduce la importancia de la rosa en la sociedad con ejemplos como que algunas vaieredades tienen nombre de personas conocidas internacionalmente. “La mayoría suelen ser nombres de actores o cantantes, así tenemos la rosa Gina Lollogrígida, la rosa Bárbara Streissand, Judy Garland, Elizabeth Taylor, Ingrid Bergman, Catherine Deneuve, Audrey Hepburn… y también con nombres masculinos como la rosa Julio Iglesias, Luis de Funes o Cary Grant, que además tiene tras de sí una agridulce historia de amor ya que fue su última mujer, Bárbara Harris, quien pidió que se pusiera su nombre a una rosa roja anaranjada para regalársela en el Día de San Valentín y pocos días después de recibirla, el actor falleció”.
Nueva variedad de rosa Afrodita
En la entrevista, se le pide que cuente el proceso de creación de una nueva rosa y Carlos Rivero coge como ejemplo su nueva variedad Afrodita.
Esta variedad de rosa (Afrodita) nace como proyecto en el año 2014. Esta, fruto de una hibridación personal, desciende como parentales de una rosa morada con un perfume intenso y otra amarilla sin perfume.
Su objetivo al concebir Afrodita era obtener una nueva variedad con colores asalmonados y sobre todo perfumada. Tras su obtención, destaca que ha superado con creces el objetivo siendo mucho más colorida y aromática de lo esperado.
Haciendo historia de la experiencia vivida con Afrodita, Carlos Rivero matiza que, para llegar a obtener esta rosa, han tenido que pasar cuatro años. Los primeros ensayos fracasaron, por inexperiencia y también por falta de paciencia. Finalmente conjugando ambas, podemos disfrutar de una rosa única y creada en Kamelot, que es el nombre de su jardín.
Si antes hemos afirmado que la nueva variedad de rosa Afrodita es fruto de una hibridación personal, no es del todo exacto. El nombre de Afrodita se lo puso su hija Brenda, quien fue realmente la que realizó la polinización física siguiendo los consejos que Carlos le indicaba y a modo de un juego. Nunca pensaron que sería su primera experiencia en polinizado la que obtendría el mayor de los premios: una nueva variedad de rosa de calidad.
Toda nueva rosa, puede iniciar un proceso de patentado y con ello demostrar que es única y no una copia. Para ello, la información de la nueva variedad se envía a la oficina nacional de patentes, dentro del apartado donde se encuentran las rosas y esta se encarga de verificar que no exista un registro anterior con el mismo nombre y descripción. Por supuesto se debe de aportar para poder demostrar, los datos de los parentales.
Para Afrodita, los próximos pasos previstos por su obtentor son presentarla en concursos de nuevas rosas y reproducirla para que la puedan disfrutar todos los apasionados por la reina de las flores.
Pasos para crear una nueva variedad de rosa
Para la obtención de una nueva variedad de rosa, la forma más clásica es mediante hibridación, una técnica ancestral en la que los insectos y de forma destacada las abejas, han ido realizando de forma indirecta mientras pasaban de flor en flor recolectando el néctar de sus flores.
Otra técnica ha sido la fijación de una mutación espontánea o provocada, reproducida de forma asexual ya sea mediante esquejes, injertos o cultivo in-vitro.
Volviendo a la técnica de hibridación, el ser humano a recurrido a ella para la obtención de nuevas variedades. En el caso de las rosas para actuar en aspectos de interés comercial como por ejemplo su resistencia a enfermedades, porte, velocidad de desarrollo, rusticidad, productividad en el caso de rosas para flor cortada, calidad de sus flores, tamaños, colores y aroma. Precisamente, en el caso del aroma, no siempre buscando un determinado perfume sino todo lo contrario, reduciéndolo o incluso eliminándolo para poder trabajar con ellas en invernadero.
La flor del rosal, la rosa, tiene los dos sexos en la misma flor: son hermafroditas. La parte femenina que posee el pistilo y los ovarios, donde se encuentran los óvulos a fecundar; y la masculina, formada por las anteras con los sacos polínicos que contienen el polen con los que fecundar a los óvulos.
Partimos de la base de, como pasa en otras muchas plantas con flores hermafroditas, sus órganos masculinos y femeninos no maduran a la vez para evitar la autofecundación. Con ello se consigue que la fecundación se produzca con polen de otras plantas de la misma especie, transportado por el viento o los insectos, para ir mejorando en el tiempo su genética.
En el caso de la rosa, partiremos de la elección de los parentales. Una variedad que tomará el rol de ‘padre’ que aportará la carga genética masculina (polen) y otra de ‘madre’ que lo hará de la genética masculina (óvulo).
Cada parental habrá sido elegido en base a unas cualidades distintas, previendo que el resultado de su descendencia mejore las virtudes de ambas o aporte un valor diferencial de interés.
A partir de ahí, se cortarán los estambres de la planta con el rol masculino. Estos deben recolectarse cuidadosamente y en su estado de madurez adecuado, conservándolos cuidadosamente y perfectamente referenciados para controlar la trazabilidad del proceso.
Paralelamente, a la flor del rosal con rol femenino, se le eliminarán los estambres para dejar solamente la parte femenina de reproducción. Por supuesto también referenciadas.
Con el polen de una y mediante un pincel, se impregnará el pistilo con el polen recolectado, produciendo una polinización natural, a la vez que una posible hibridación forzada y dirigida por la persona.
Una vez polinizadas, se cubren las flores con unas bolsas con microporos, lo suficientemente grandes para permitir la transpiración y lo suficientemente pequeños para evitar que el polen de otras flores pueda penetrar y comprometer la fecundación.
Para este proceso se deben tener en cuenta elementos como la perfecta documentación de los parentales, tiempos, relación entre ellos,… así como factores del estado de madurez de las partes de la flor.
No todas las polinizaciones terminan en fecundación y como consecuencia con futuras semillas fértiles. Y aun así, una vez obtenidas no se garantiza que la calidad de su descendencia sea de interés.
Una vez obtenidas las semillas, estas pueden tratarse o no para mejorar su germinación. Llegado el momento se siembran en un sustrato especial para semilleros, húmedo y con una temperatura que se sitúe entre los 19 y 26ºC. La semilla se enterrará ligeramente, como máximo el doble del grosor de esta y se mantendrá el sustrato húmedo hasta que finalice el proceso de germinación. Si durante este tiempo el sustrato se seca y la semilla está germinando, morirá.
Ya germinada y con una altura que contenga dos o tres hojas nuevas, ya se puede proceder a su repicado a una macetita o bandeja de alvéolos con un sustrato de mayor textura y algo más enriquecido. Este proceso debe hacerse con sumo cuidado, evitando romper sus jóvenes raicillas.
Una vez enraizada y trasplantada a macetas mayores y la planta esté bien desarrollada, puede evaluarse la calidad de esta, tanto en su fuerza de desarrollo como en su floración.
De todas las plantitas obtenidas, muy pocas pueden ser consideradas como una nueva variedad de rosal prometedora. En tal caso, conviene injertarla sobre un buen patrón y seguir evaluando su comportamiento.
Su registro en la oficina nacional de patentes es opcional y depende en gran medida del interés que se tiene en ella. Si se pretende que sea comercial, es obligatorio para evitar su propagación descontrolada, además de no poder recuperar el valor intelectual de obtención que se le pueda poner.
Si es de uso particular, al disfrutarla bajo un entorno privado, puede bastar con saber que esa variedad de rosa es tuya… exclusivamente tuya y única en el mundo.
Muy bueno. Me gustaron mil gracias por estar ahí, amo las rosas por mi hija le encantan, ella es mujer especial y toma una variedad para relajarse, gracias mil gracias.