Si paseamos por muchas zonas de la cuenca mediterránea durante los meses de febrero a junio podremos ver por el monte pequeños arbustos silvestres (Cistus albidus) con flores de color rosado o púrpura con aspecto de papel de seda. Flores de aspecto delicado en las que en muchas ocasiones también veremos algún que otro insecto alimentándose de su néctar y/o polen. Estos parecen estar tan a gusto en ellas que son fáciles de fotografiar.
El Cistus albidus es una planta silvestre pero también muy cultivada tanto para la reforestación como para su uso en jardinería de carácter mediterráneo, sobre todo en Xerojardinería, donde la gestión del agua enfocada a su ahorro o menor necesidad en el jardín, es una de las mejores opciones.
Jara blanca o estepa blanca
Jara blanca o estepa blanca son dos de los nombres más populares con las que se conoce al Cistus albidus (nombre científico), aunque también y según zonas se le llama estepa, jaguarzo blanco, jarastepa, rosajo, etc. Esta planta silvestre crece formando matorrales que corresponden a la etapa regresiva de los encinares y otros bosques mediterráneos. Es muy popular encontrarlos en las regiones próximas al mar o zonas de clima seco, con poco frío en invierno y muy caluroso en verano. Puede vegetar en altitudes comprendidas entre los 1.400 metros y el nivel del mar.
El Cistus albidus es una especie fanerógama perteneciente a la familia Cistaceae. Nativa de la cuenca del Mediterráneo, sobre todo en España, crece en terrenos ricos en cal, con clima cálido y seco. En su crecimiento es una mata o arbusto que puede crecer hasta el metro y medio y de forma muy densa aunque no es muy ramoso.
La distribución general del Cistus albidus es en el Mediterráneo Occidental, desde Portugal y Marruecos hasta el Norte y Centro de Italia y Argelia. Abunda en el Sur de la Península Ibérica, Valle del Ebro, litoral Mediterráneo y Baleares.
El color de planta es verde grisáceo. Sus hojas son alargadas y estrechas, sin peciolo y están abundantemente impregnadas de una sustancia pegajosa, el ládano, resina fuertemente olorosa, que les da un aspecto brillante y se adhiere fácilmente a las manos y ropa. Técnicamente son todas muy similares, sésiles, ovado-oblongas, elípticas u oval-lanceoladas, con el margen ligeramente revoluto, con pelos estrellados muy densos por ambas caras. Su tamaño oscila entre los 5 y 10 centímetros de longitud y son opuestas con tres nervios muy marcados y de color blanquecino.
El Cistus albidus florece y fructifica entre los meses de febrero a junio. Sus flores tienen unos 5 centímetros de diámetro de color rosado o púrpura y son solitarias o en grupos, de tres o cuatro en las terminaciones de sus ramas.
Desde el punto de vista de la cosecha de sus semillas, dado su amplio período de floración, es difícil lograr una adecuada cosecha, por lo que es recomendable estudiar la fenología de las zonas donde se pretende recolectar.
Su fruto se muestra en cápsula ovoidea, enteramente pelosa, sedosa, de 7 a 13 milímetros, inserta en el cáliz, que se abre en cinco valvas que contiene un gran número de semillas. Estas semillas de 1 a 1,5 milímetros poseen cubierta seminal sublisas en sus caras pero con las aristas engrosadas y dentadas, de color marrón amarillentas.
Cultivo de Cistus albidus
El cultivo de Cistus albidus en vivero es relativamente reciente y su destino fundamental es la jardinería (Xerojardinería) y la restauración forestal en áreas críticas, con fuertes limitaciones al establecimiento de otras especies.
Desde el punto de vista de la cosecha de sus semillas ya hemos adelantado que dado su amplio período de floración es difícil lograr una adecuada cosecha, por lo que debemos estar muy atento al estado de cada planta para decidir el momento idóneo de la recogida de sus frutos, realizando tantos pases como necesitemos hasta obtener la cantidad de semilla deseada.
La recolección se realiza mediante el procedimiento de ordeño. Y la extracción de la semilla se realiza mediante trillado, cribado y aventado, con un rendimiento aproximado del 23.6%. En esta familia hay que tener muy en cuenta la luz de las cribas a usar, debido al pequeño tamaño de estas semillas.
Una vez limpias, las semillas de Cistus albidus deben almacenarse en un sitio frío y con ambiente seco. Para la siembra de sus semillas conviene tener presentes algunos de los tratamientos pregerminativos.
La siembra de las semillas de Cistus albidus se puede realizar en semilleros con un sustrato adecuado, muy poroso y que no retenga en exceso la humedad. En el mercado se pueden comprar sustratos para semilleros especiales para este tipo de plantas. Una vez esparcidas las semillas estas se cubren ligeramente. Su germinación es epígea. Las plántulas alcanzan nada más germinar unos 3 o 4 centímetros con dos cotiledones largos y oblongos, con dos hojas primordiales con el limbo elíptico, con bordes enteros, pubescentes y de color verde claro.
Una vez tienen un par de hojas verdaderas, ya pueden repicarse en maceta en el caso de no realizarse siembra directa. Lo normal es repicarlas en bandejas de alvéolos forestales de 200 a 300 centímetros cúbicos, obteniéndose un tamaño final de planta de unos 10 a 20 centímetros de altura, momento en que se encuentran aptas para su uso en reforestación o plantación en jardines. En este último caso también hay viveros que las trasplantan a contenedores, donde las pinzan para conseguir plantas más ramificadas y más vistosas ornamentalmente.
Tratamientos pregerminativos del Cistus albidus
Los tratamientos pregerminativos del Cistus albidus son prácticamente iguales a los utilizados en toda la especie Cistus sp. De entrada se pueden sembrar directamente con un porcentaje de germinación aceptable.
Dentro de los tratamientos pregerminativos del Cistus albidus recomendados se encuentra un tratamiento a 20ºC durante 21 días y lavado con agua tibia 24 horas. Otra recomendación es la siembra directa a 5ºC como máximo, tardando en germinar en tal caso de 7-30 días.
Existe bibliografía en la que se recomienda un tratamiento de calor a 100ºC durante 5 min, consiguiendo un nivel de germinación del 65%.
También se aconseja la escarificación mecánica con papel de lija e inmersión en agua caliente a 90ºC y dejar enfriar durante 24 horas, obtienendo germinaciones próximas al 45% en el primer caso y al 40% en el segundo (García et al., 1998).
Cistus albidus en el jardín
Desde el punto de vista ornamental, el Cistus albidus en el jardín es utilizado en jardines mediterráneos y en xerojardinería. Como planta, tolera bien el suelo calizo y el clima cálido y seco. Por lo tanto, su exposición debe de ser a pleno sol y en zonas donde las especies que le acompañen tampoco necesiten mucho riego para evitar incompatibilidades de cultivo.
Su principal valor ornamental reside es sus flores de color rosado o púrpura que aparecen en las terminaciones de sus ramas en solitario o en grupos de tres o cuatro. Son flores melíferas y muy productoras de polen por lo que atraerán a numerosos insectos, enriqueciendo la diversidad de la fauna en el jardín.
La rusticidad del Cistus albidus es muy alta y no suele tener problemas de plagas y enfermedades. En cuanto a su abonado, el aplicado como mantenimiento general es más que suficiente. No necesita podas especiales.
Curiosidades del Cistus albidus
Sobre el Cistus albidus existen numerosas curiosidades. A continuación enumeramos algunas de ellas.
- Aunque hoy en día es poco usado, del Cistus albidus se extraía el ládano y se tomaba en jarabes para la tos.
- Como linimento se usa diluido al 5-10% en alcohol.
- Antiguamente, sus hojas se utilizaron como sustituto del tabaco.
- También ha sido usada durante mucho tiempo e incluso aún hoy día como alivio al dolor de estómago. Se tomaba tanto en infusión como poniendo la planta sobre el mismo abdomen.
- Sus semillas son comestibles.
- Como planta melífera es muy visitada por las abejas y otros muchos insectos por el abundante polen que producen.
- También se han utilizado las hojas como estropajo ya que no solo limpiaban sino que se le atribuye cualidades en la conservación de los recipientes.
- Sobre sus raíces nace una pequeña planta parásita de flores llamativas llamada Cytinus ruber (también conocida como Hipocistide carmesi), una especie de planta parásita perteneciente a la familia Cytinaceae.
Con respecto a su etimología, el nombre de ‘estepa’ se le otorga porque los hispanos romanos la llamaron ‘Stippa’, dicción que la evolución fonética del latín al castellano originó ‘Estepa’, en aljamiado se le llamó ‘Istabba’. Así se produjo la evolución… Stippa – Istabba – Stepa – Estepa.
Su nombre genérico de Cistus deriva del griego ‘kisthós’ latinizado ‘cisthos’, que una vez latinizado se convierte en ‘cisthos’. Algunos autores lo relacionan con la palabra griega ‘Kiste’ que significa caja o cesta, por la forma de sus frutos. Albidus le viene dado por la vellosidad blanquecina que recubre sus hojas y como consecuencia hace referencia al color de esta mata. El nombre popular de ‘Jara’, viene del término árabe ‘Xara’ que significa ‘matorral’.
En cuanto a sus usos en medicina se documenta que las partes utilizadas son sus hojas y pétalos. En sus flores se encuentran principios activos como flavonoides y taninos catéquicos, mientras que en sus hojas se han encontrado dos nuevas prodelfinidinas que se suman a las trece proantocianidinas ya conocidas.
Sus preparados se usan para infusiones estomacales para la indigestión, acidez gástrica, inapetencia… mezclada con hojas de eucalipto, limón, cabellera de maíz e higos secos para los constipados y afecciones bronquiales. También para el lavado de llagas, úlceras y heridas ya que parece ser es un buen cicatrizante. Sus hojas frescas hay quien las utiliza para frotar y limpiar sus dientes, y con la planta realiza vahos para aliviar la tos.
Me ha encantado el artículo, la de información que dais de la planta, bueno arbusto… muchas gracias.
Leí este otro artículo sobre sus capacidades antibacterianas, y me voy derecha a coger un montón al lado de casa de mis padres para hacerme infusiones y evitar resfriados.
Un saludo.