Las casetas de jardín de madera poseen un valor inestimable para el almacenaje de todas aquellas herramientas y productos para el cuidado y embellecimiento del jardín, como son las hamacas, barbacoas, sillas, etc. ya sea para resguardarlas de las inclemencias del tiempo como para mantener el espacio ajardinado libre de estos elementos cuando no se necesitan.
Aunque estas casetas de madera se asocian principalmente al jardín, eligiendo adecuadamente sus dimensiones, también pueden instalarse en terrazas o áticos de edificios para una utilidad similar. Las hay de resina o PVC y metálicas, pero la calidad de la madera supone siempre un valor añadido, son más cálidas y se integran perfectamente en el ambiente llegando a formar parte inseparable de la vegetación que la rodea.
Utilidades de las casetas de jardín
Podríamos quedarnos simplemente con su valor estético, pero las casetas de jardín de madera van más allá: son muy prácticas, versátiles y poseen un especial interés cuando hay menores en la casa. En ella no es que se puedan sino que se deben guardar aquellas herramientas, fertilizantes y productos fitosanitarios que recordemos, deben de estar alejados del alcance de las niñas y niños. Es una irresponsabilidad que los más pequeños de la casa puedan acceder a herramientas cortantes como serruchos o tijeras… así como a venenos que utilicemos para el control de plagas y enfermedades. También es conveniente en estos casos que la caseta tenga cerradura para mayor protección.
Para el correcto mantenimiento de un jardín se necesitan herramientas y productos que no debemos tener dentro de casa. Los motocultores para trabajar la tierra desprenden olores derivados de su combustible o aceite y los cortacéspedes aunque sean eléctricos huelen a hierba cortada. En el caso de los fertilizantes, una vez abiertos desprenden olores por evaporación derivados principalmente del nitrógeno en forma amoniacal que en recintos cerrados pueden llegar a ser tóxicos.
Los insecticidas y herbicidas son especialmente peligrosos si no se guardan y manipulan adecuadamente. Una vez abiertos los envases siempre desprenden olores, así como los recipientes de medición o mochilas utilizadas en su empleo.
Al margen de estos casos, las casetas de jardín son ideales para guardar o resguardar en el caso de mal tiempo o fuera de temporada el mobiliario de jardín. También la barbacoa, mangueras de riego e incluso si lo permite nos sirve como pequeño trastero, con la ventaja de estar perfectamente integrado en el jardín. Este último uso, toma especial interés en áticos y terrazas de edificios.
Casetas de jardín de madera para exterior
Una de las preguntas antes de comprar una caseta de jardín es si su madera es apta para exterior. La respuesta es sí, siempre y cuando el fabricante sea una empresa seria. Es más, la procedencia de esta madera debe de proceder de bosques gestionados de forma sostenible.
Aunque esta madera sea apropiada para exterior, la durabilidad de ella dependerá de factores propios de su propietario. La limpieza, trato y mantenimiento son más importantes que las inclemencias del tiempo. Una buena caseta de jardín de madera estará preparada para ser estanca y robusta, pero la madera es un material noble que debe ser cuidado. Para ello están los aceites protectores que deben aplicarse nada más ser instalada y posteriormente de forma periódica según la calidad de la madera, condiciones climatológicas de la zona y tipo de protector utilizado.
Materiales para el montaje de una caseta de jardín de madera
Las casetas de jardín se suelen suministrar en la modalidad de kit, estando preparadas para un montaje rápido y sencillo. En estos kits hay piezas para su montaje pero necesitaremos algunas que como es normal no van incluidas.
Los materiales y herramientas que normalmente se necesitan para el montaje de una caseta de jardín son:
- Las maderas de la propia caseta de jardín. Algunas zonas como los frontales superiores y marco de ventana pueden ir ya montados, pero el resto va en listones sueltos.
- Tornillos de exterior de montaje. Suelen ir incluidos en el kit.
- Unas escuadras para fijar la caseta al suelo como medida de seguridad. No suelen ir en el kit.
- Una escalera.
- Martillo y maza de goma para ir acoplando los listones de madera entre sí.
- Un metro. Es recomendable que tenga la longitud suficiente para medir las diagonales interiores de la caseta para asegurarnos que está correctamente montada.
- Una escuadra metálica.
- Un atornillador eléctrico.
- Un nivel y plomada.
- Un cúter.
- Unos guantes para trabajar más seguros y cómodos.
Montaje de una caseta de jardín de madera
Para el montaje de una caseta de jardín de madera hay dos opciones: montaje por la empresa fabricante o por uno mismo. La segunda opción es la más común, tanto por el ahorro que supone el personal que lo instalaría, como por su facilidad de montaje ya que la mayoría de modelos van presentadas en modo de kit.
Lo primero es planificar correctamente el tipo de caseta que necesitaremos y su ubicación en la terraza, ático o jardín. Sus dimensiones y características son condicionantes que tenidas en cuentas nos evitará sorpresas desagradables. Debemos tener previsto que haya espacio suficiente alrededor de ella, medio metro como mínimo de paredes, muros o setos para prevenir humedades, así como una buena zona acceso a ella para personas y materiales o mobiliario urbano que tengamos previsto guardar.
En el caso del jardín evitaremos las zonas de terrenos propensas a la acumulación de agua o con exceso de humedad. En todos los casos el terreno debe de estar plano y si es de tierra o césped deberíamos elevar su estructura sobre soportes o hacer una solera de hormigón de unos 10 centímetros de grosor. Su orientación también es muy importante, evitando en la medida de lo posible hacerla de cara al viento.
Una vez recibido el kit de la caseta de madera de jardín, antes de iniciar su montaje es muy importante leer las instrucciones del fabricante, que aunque suele ser muy fácil siempre nos ayudará a tener un plan de montaje que nos agilizará el proceso. Seguidamente repartiremos las piezas del kit alrededor del lugar donde se va a instalar para tenerlas todas a mano, teniendo la precaución de dejar espacio alrededor para trabajar cómodamente. Debemos asegurarnos de que están todas las piezas y en sus lados correspondientes.
Empezamos por el perímetro de la caseta colocando los tablones machihembrados fila a fila, asegurándonos que quedan a escuadra con el suelo. Una vez puesta la primera fila, podemos comprobarlo midiendo con el metro que las dos diagonales interiores miden lo mismo. La escuadra también nos es muy útil, pero si las diagonales coinciden el montaje se está realizando perfectamente.
Veremos que a ciertas alturas hay tablones más largos y más cortos que van reservando espacios para la puerta y ventanas. Conforme se llegue a su altura procedemos a su colocación y seguiremos con los largos para integrar puerta y ventanas según el esquema de instrucciones.
Una vez terminadas las paredes procedemos al montaje de los frontales para dar soporte al tejado. Estos frontales pueden estar ya premontados de fábrica. Sobre los frontales se colocan las vigas. Siempre iremos comprobando que todas las piezas encajan correctamente, ayudados con pequeños golpes de maza que deben darse sobre piezas de madera para evitar golpear directamente las piezas del kit.
Comprobado que las paredes están a plomo y las medidas de sus diagonales son idénticas, procedemos a la colocación de los refuerzos contra vientos y tormentas. Estos son listones que se colocan interiormente de forma vertical, fijados mediante pernos distribuidos estratégicamente en su base y extremo superior. Basta con apretar los tornillos a mano, sin apretar en exceso para que el conjunto se adapte a las pequeñas dilataciones producto de cambios de humedad y temperatura.
El siguiente paso es colocar la puerta, nos aseguramos que encaja perfectamente, atornillamos los marcos y marcamos con lápiz los puntos de sujeción de las bisagras para realizar unos orificios en los que colocar más fácilmente los tornillos. Estas bisagras deben lubricarse en el momento del montaje y luego periódicamente según las condiciones climáticas de la zona. Con la fijación de la cerradura se finaliza con todos los elementos laterales.
Para el tejado iremos fijando las diferentes placas una a una y una vez puestas aplicaremos sobre ellas las bandas de tela asfáltica que deben proteger toda la superficie del tejado de la humedad. Esta, una vez asegurada su estanqueidad la fijaremos sobre el tejado con listones. La cubierta puede ser de diferentes materiales (tipo teja, planchas,…) y estética en función del modelo adquirido. Finalmente, dentro de la caseta y como medida de seguridad, es muy conveniente fijar la caseta al suelo con escuadras, tantas como veamos necesarias según la exposición de la caseta al viento.
La duración de una caseta de jardín de madera depende en gran medida de la calidad de la construcción y de la madera, por ello es muy importante aplicar un buen protector de la madera, con repeticiones en el tiempo según se vea conveniente.
Casetas de jardín de madera de segunda mano
Existe un mercado de casetas de jardín de madera de segunda mano en búsqueda de casetas de jardín baratas, pero la realidad es bien distinta. Actualmente hay empresas especializadas en la fabricación de estas casetas que ponen en el mercado modelos que se adaptan a cualquier espacio y necesidad a precios muy buenos. Además, estas empresas suelen tener ofertas puntuales que hacen más atractiva su compra y siempre son nuevas.
Una caseta de jardín de madera de segunda mano implica un desmontaje, transporte y vuelta a montar en los que sus materiales ya han sufrido desgastes y envejecimiento que repercuten en su nueva vida útil. Por otra parte los agujeros para tornillos o no coinciden o ya no sujetan de igual forma, como tampoco las zonas machihembradas cumplen correctamente su función. Tampoco las telas asfálticas son tan estancas e incluso algunas piezas necesitan de repuesto, notándose la diferente edad de estos materiales, por lo que a día de hoy el mercado de segunda mando en casetas de jardín de madera no es una buena opción.
Las casetas de jardín de madera, además de su funcionalidad, se integran perfectamente en el paisaje ajardinado y más conforme envejece en su conjunto, aportan calidez y embellecen el lugar.