La patata se llama científicamente Solanum tuberosum, pertenece a la familia de las Solanáceas, al igual que otras hortalizas muy populares como por ejemplo el tomate, pimiento y berenjena.
La patata es una planta anual. Esto quiere decir que nace y muere el mismo año. De ella se aprovechan sus tubérculos y es uno de los cultivos más extendidos en todo el mundo. De hecho, su consumo está dedicado a la alimentación humana en fresco, para alimentación del ganado, además de como materia prima para las industrias agroalimentarias de producción de patatas fritas, copos de patatas, patatas congeladas, etc.
Como decimos, de ella se aprovechan sus tubérculos. Estos son engrosamientos provistos de material de reserva, principalmente almidón, que se forman en los tallos subterráneos. En las axilas del tubérculo se sitúan las yemas de crecimiento llamadas “ojos”, dispuestas en espiral sobre la superficie del tubérculo.
Esta planta es originaria de la cordillera andina, donde evolucionó y se cruzó con otras plantas silvestres del mismo género, presentando una gran variabilidad.
La patata llegó a Europa sobre el siglo XVI por dos vías diferentes. La primera por España hacia el año 1570, y otra por las Islas Británicas entre los años 1588 y 1593, desde donde se expandió al resto del Antiguo Continente.
Pero su desarrollo real comienza en el siglo XVIII, a partir de producciones marginales y que progresivamente van adquiriendo cierta importancia transcurridos 200 años. A día de hoy, la patata o papa, es un alimento saludable, muy nutritivo y práticamente básico que se cultiva en las regiones templadas de todo el mundo. Su disponibilidad en los mercados está asegurada durante todo el año.
La patata o Solanum tuberosum es una planta herbácea, tuberosa, perenne a través de sus tubérculos, de tallo erecto que puede medir hasta 1 metro de altura.
Sus hojas son compuestas con 7 a 9 folíolos de forma lanceolada con cierta presencia de pelos en su superficie.
El Solanum tuberosum presenta tres tipos de tallos, uno aéreo, circular o angular en sección transversal, sobre el cual se disponen las hojas compuestas y dos tipos de tallos subterráneos: los rizomas y los tubérculos. Uno de ellos es el subterráneo que se halla engrosado como una adaptación para funcionar como órgano de almacenamiento de nutrientes, el tubérculo.
El sistema radicular es fibroso, ramificado y extendido superficialmente, pudiendo penetrar hasta poco más del medio metro de profundidad.
Sus flores nacen en el extremo terminal del tallo y el número de flores en cada inflorescencia pueden ir desde 1 hasta 30, siendo lo más usual entre 7 a 15. Estas flores tienen de 3 a 4 centímetro de diámetro, con 5 pétalos unidos por sus bordes que le dan a la corola la forma de una estrella. Las 5 anteras se hallan unidas formado un tubo alrededor del pistilo y presentan una longitud de 5 a 7 milímetros. Su corola puede ser de color blanco o una mezcla más o menos compleja de azul, borravino y púrpura dependiendo del tipo y cantidad de antocianinas presentes.
El fruto de la patata es una baya, de forma semejante a un tomate pero mucho más pequeña, de forma redonda, alargada, ovalada o cónica, con un diámetro entre 1 y 3 centímetros de color verde amarillento a castaño rojizo violeta. Una vez maduros pueden contener entre 200 y 400 semillas.
Las semillas son muy pequeñas, aplanadas, de forma arriñonada, y pueden ser blancas, amarillas o castaño amarillentas.
Variedades de patatas
En el mercado se pueden encontrar una gran cantidad de variedades de patatas en función del destino de la producción, además de las que existen con un fuerte componente local. Esto es debido a las diversas empresas que trabajan en la mejora genética con el objetivo de cubrir las demandas más exigentes.