El cultivo de la especie Paulownia puede comenzar con su plantación en cualquier época del año, ya que suele estar cultivado en bandejas forestales. Para ello debemos de saber que el crecimiento de esta especie se concentra en el hemisferio norte entre las estaciones de primavera y verano.
Para el cultivo de la Paulownia para biomasa, las empresas especializadas suelen recurrir a clones seleccionados mediante técnicas como el cultivo in vitro. Las especies de Paulownia de crecimiento lento tienen una madera más densa y un poco más resistente y pesada. En cuanto a los clones de crecimiento ultrarrápido producen una madera más ligera, pero al mismo tiempo son los que presentan una mejor forma y los troncos más rectos, largos y uniformes. Así, está establecido que desde un punto de vista económico, los clones de crecimiento rápido son más rentables.
Por otra parte, debemos de saber que los arboles cultivados en climas más fríos crecen un poco más despacio y su madera es de una mayor calidad.
Para su cultivo, prefiere los suelos ligeros, ricos, frescos y profundos, evitando los subsuelos muy duros o rocosos. Si esto último sucede, se recomienda efectuar un subsolado con maquinaria a lo largo de cada línea de árboles a plantar.
Si el suelo es muy pobre o excesivamente arcilloso, es aconsejable aportar una gran cantidad de materia orgánica y materiales de drenaje. La Paulownia no admite suelos encharcados.
Para el cultivo de la Paulownia para biomasa debe de hacerse con plantas de clones seleccionados. No es recomendable emplear semillas, pues la calidad es muy variable. Desde un punto de vista fitosanitario y productivo, los arboles obtenidos vía in vitro son siempre la alternativa más fiable y segura.
Entre las especies más indicadas se encuentran la Paulownia elongata y la Paulownia fortunei. De todas formas, también es aconsejable utilizar clones procedentes de otras especies para con los años, tener experiencia de qué especies funcionan mejor en esa zona geográfica y condiciones específicas.
Volviendo a las condiciones de cultivo, La Paulownia se desarrolla muy mal en tierras muy arcillosas, no debiendo sobrepasar nunca el 20% el porcentaje de arcilla en campo. En cuanto al pH ideal del suelo va de ligeramente ácido a neutro (6 a 7).
La Paulownia para generación de biomasa soporta aguas con alto contenido orgánico, pero no muy salinas.
El marco de plantación depende sobre todo de la climatología, la profundidad del suelo, las características del mismo, la previsión de tala… siendo un marco mínimo recomendable de 2 por 3 metros, obteniendo una media de 1.600 árboles por hectárea. Otros marcos de plantación habituales son de 3 x 3 metros con 1.100 árboles y 3.5 x 4 metros con 725 árboles.
Evidentemente, si se planta para sombra en jardinería, los marcos pueden ser superiores incluso a los 7 x 5 metros e incluso mayores.
El riego durante el primer año y sobre todo durante la temporada de crecimiento, debe de ser abundante, mínimo una vez a la semana e incluso es mejor a diario.
Durante el primer año se recomienda eliminar los brotes laterales cada mes, hasta una altura de un metro de tronco. Para una futura buena calidad de la madera, la técnica de poda es fundamental, eliminando los brotes laterales cuando son tiernos sin necesidad de herramientas. Si se podan una vez lignificados se producirán marcas en la corteza o posibles nudos en la madera.
Es importante protegen los tallos de quemaduras o ataques de caracoles, herbívoros… con tubos de plástico o malas preparados para tal efecto.
En cuanto al frío, estas especies resisten heladas suaves, siendo la especie más resistente la Paulownia tomentosa, si bien es la menos productiva comparada con las otras antes mencionadas.
Tras un tiempo de cultivo, si este no es el adecuado por diversas causas (plagas, accidentes, etc.), bastará con talar la planta afectada a comienzos de la primavera a ras de suelo. Tras su nueva brotación hay que dejar un solo brote: el más vigoroso. En estos casos, como la planta ya posee un buen sistema radicular, su crecimiento será mucho más potente.
Las talas pueden realizarse en muchos momentos según el fin que se persiga de su madera. Por ejemplo, al año si se quiere para obtener pequeños postes… o de seis a diez años para obtener una madera de calidad superior.
Tras cada tala, dada su capacidad de rebrote, no se necesita replantar.
Como el desarrollo de estas plantas es muy veloz, no es recomendable plantarlos muy cerca de muros, conducciones de agua o por ejemplo debajo de tendidos de cables. Recordemos que sus copas pueden sobrepasar perfectamente los 15 metros.
Durante su primer año de cultivo, sus hojas son muy grandes, alcanzando anchuras de hasta 60 centímetros. Estas hojas pueden ser utilizadas como forraje (tanto en fresco como henificado) como para creación de compost ya que se descomponen muy rápido. Como anécdota, estas hojas son consumidas en ensalada en algunos países.
Las plantaciones de Paulownia, a partir de los dos años de edad, dependiendo de las condiciones ambientales, no necesitan apenas cuidados o mantenimiento.
Las plagas y enfermedades de las Paulownias no son muy problemáticas porque son árboles muy resistentes. Aun así, a continuación nombramos algunas de ellas aunque debemos de saber que muchas sólo se dan en países determinados,
Entre las principales plagas y enfermedades del cultivo destaca el Mycoplasma sp. o Fitoplasmas que afecta a toda la planta produciendo la llamada «Escoba de Bruja» o «Witches’ Broom»; la Antracnosis (Sphaceloma sp y S. paulowniae) que atacan a sus hojas, tallos y brotes, especialmente a ejemplares jóvenes y en condiciones de altas temperaturas y humedad relativa; la Rhizoctonia solani, el Fusarium sp., la Phyllactinia imperialis, la Uncinula clintonii, la Cercospora paulowniae, la Mycosphaerella paulowniae, la Valsa paulowniae, el Septobasidium tanakae…
También se puede presentar las plantas huésped Loranthus parasiticus y Loranthus yadoriki, popularmente conocidos como Muérdagos
Y entre los distintos insectos fitófagos y defoliadores se pueden presentar la Agrotis ypsilon, la Euxoa segetum, la Serica orientalis, la Anomala corpulenta, la Holotrichia diomphalia, la Gryllotalpa unispina, la Empoasca flavescens, la Cicadalla viridis, la Cryptotothlea variegata, la Psilogramma menephron, la Batocera horsfieldi, el Megopis sinica, la Basiprionota bisignata, etc.
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