La Anigozanthos flavidus es una planta ideal para la Xerojardinería y aunque de origen australiano está perfectamente adaptada al clima mediterráneo español. Su rusticidad y singular belleza floral la están convirtiendo en una planta cada vez más popular en parques y jardines, tanto públicos como privados.
Gracias a este protagonismo en el sector ornamental ha conseguido que se cultive en gran cantidad en los viveros españoles y desde ellos sea comercializada también en los mercados internacionales de Centroeuropa.
Pata de canguro
Su nombre más común es ‘Pata de canguro’ y hace alusión a sus curiosas flores debido a la similitud que muestran con las patas de los canguros. Otros nombre comunes con los que se la conocen son ‘Pata de gato’ y ‘Lirio de espada australiana’. Su nombre científico es Anigozanthos flavidus y pertenece a la familia Haemodoraceae. Es originaria del suroeste de Australia.
Es una planta vivaz que crece a partir de rizomas subterráneos cortos y horizontales. Sus raíces rizomatosas le permiten, cuando están bien arraigadas, sobrevivir durante períodos de sequía. Según la climatología la Anigozanthos flavidus puede comportarse como perenne o parcialmente perenne.
La planta en su desarrollo forma densas matas llegando a superar los 80 centímetros de altura (hay variedades mucho más compactas). Sus largas hojas en forma de espada emergen en roseta creando una forma de abanico. Según la variedad son de color verde oscuro, claro o grisáceo, incluso pueden presentar o no una fina vellosidad.
Partiendo desde el mismo corazón de su roseta basal nacen unos tallos largos y sin hojas que pueden superar el metro de altura, terminando en un racimo de flores: son escapos florales. Florece durante la primavera y verano y sus flores son nectaríferas aunque sin perfume, de tamaño grande con aspecto algodonoso, tubulares y según la variedad de color amarillo, rojo, rosado, anaranjado o duotono. Precisamente esta forma tubular floral se asemeja a una pata de canguro y de ahí su nombre popular. El extremo de las flores se abre formando una estrella de seis puntas.
Su floración es tan apreciada que desde hace unas décadas se está trabajando y consiguiendo nuevas y atractivas variedades. Con ello se ha conseguido no sólo aportar y enriquecer el catálogo floral en la jardinería sino también ganar interés en el mercado de la flor cortada.
En su hábitat natural son los pájaros los encargados de su polinización. Cuando estos llegan a las flores, estas depositan sobre sus cabezas el polen que durante sus siguientes vuelos de flor en flor van diseminando y ayudando a la fecundación cruzada.
Cuidado del Anigozanthos flavidus en el jardín
Los cuidados del Anigozanthos flavidus en el jardín comienzan antes de su plantación ya que la elección del lugar y tipo de terreno o sustrato juegan un papel muy importante.
De entrada pueden ser cultivadas tanto en macetas y jardineras como directamente en el terreno del jardín. En todos los casos necesitan un lugar soleado y ventilado por lo que la emplazaremos en espacios abiertos y con el menor número de horas de sombra posibles. Es una planta que puede crecer sobre casi cualquier tipo de terreno siempre y cuando sea ligero y drene bien. Si los plantamos en macetas el sustrato para cactus es muy apropiado, aunque le podemos añadir algo de compost. Si lo plantamos directamente en el jardín y vemos que el terreno es muy pesado, siempre lo podemos mejorar añadiendo diferentes materias primas como la arcilla expandida, arena de sílice, poliestireno expandido (EPS) e incluso grava por ejemplo para aumentar la porosidad de la tierra sobre la que va plantada.
El Anigozanthos flavidus puede ser utilizado en rocallas o plantado en grupo creando grandes zonas floridas y espectaculares en el jardín.
Es una planta que vegetará perfectamente en clima mediterráneo y si la zona no está en riesgo de grandes heladas mucho mejor, aunque puede soportar temperaturas de hasta -6ºC sin sufrir daños. También soporta muy bien el calor y la sequía, pero no tanto el exceso de viento y el aire marino.
A la hora del riego, aunque soporta bien la sequía le viene bien los riegos regulares, sobre todo y más abundantes durante el período de floración, eso sí, sin encharcar. También es recomendable no mojar las hojas por lo que el riego localizado es lo ideal. Si es así, podemos fertirrigar con un fertilizante especial para plantas de flor.
En buenas condiciones el Anigozanthos flavidus permanece perfectamente en el jardín durante tres o cuatro años. Cuando entra en declive es recomendable sustituir las plantas ya sea plantando nuevas o dividiendo las existentes para conseguir nuevas plantaciones y revitalizarlas. Si es así, a finales de invierno o principios de primavera dependiendo del clima de cultivo, las arrancaremos y removeremos la tierra a la que le añadiremos un poco de materia orgánica para enriquecerla, enterraremos los rizomas a una profundidad de unos diez centímetros y regaremos.
Respecto a su poda, esta será de limpieza, eliminando todo el material vegetal estropeado por las heladas y restos de hojas y tallos enfermos. También es conveniente ir retirando las flores marchitas.
Como planta rústica prácticamente carece de enemigos. Sólo los caracoles y babosas les pueden atacar en sus fases juveniles o en la época de brotación primaveral.
Destacar que el Anigozanthos flavidus en jardín pueden propagarse por sí mismo mediante sus rizomas, llegando a colonizar espacios de más de un metro de diámetro. También que al ser una planta muy apreciada como flor cortada, tanto por su belleza exótica como durabilidad en jarrón, si tenemos zonas con ellas cultivadas en el jardín son una fuente de suministro de flor cortada para embellecer rincones de nuestro hogar.
Especies de Anigozanthos spp
Está documentado que fue el botánico suizo Augustin Pyramus de Candolle quien describió y dibujó en 1807 por primera vez al Anigozanthos sp. Según parece, su nombre proviene del anoikos (abierto) y anthos (flor), en cuanto a flavidus lo hace al habitual tono amarillo de las flores.
Este género Anigozanthos acoge a una veintena de especies entre las que destacan ornamentalmente:
- Anigozanthos bicolor
- Anigozanthos flavidus
- Anigozanthos gabrielae
- Anigozanthos humilis
- Anigozanthos kalbarriensis
- Anigozanthos manglesii
- Anigozanthos onycis
- Anigozanthos preissii
- Anigozanthos pulcherrimus
- Anigozanthos rufus
- Anigozanthos viridis
Cultivo del Anigozanthos flavidus
El cultivo del Anigozanthos flavidus puede ser partiendo de semillas como por división de mata. En el primer caso arrancaremos las plantas durante el reposo vegetativo invernal y replantaremos sus rizomas.
En el caso de optar por la multiplicación del Anigozanthos flavidus por semilla, recogeremos sus semillas al final del verano y las sembraremos al comienzo de la primavera. La siembra se realizará sobre un sustrato esponjoso, rico en turba y bien drenado. Manteniendo el sustrato húmedo hasta su nacencia, las plantitas obtenidas se repicarán en pequeñas macetas y cuando formen un buen cepellón ya estarán preparadas para ser plantadas en las macetas definitivas o en el jardín. Debemos saber que por lo general no suelen florecer hasta el año siguiente al de su plantación.