En el bufé libre de un restaurante, en unas mesas durante una celebración, etc. el colorido de las frutas y hortalizas pueden entrar en escena acaparando la atención de todos. Pero se puede ir más allá con el tallando artístico de ciertos frutos.
Como en todo hay retractores de ello, pero la verdad es que hay cocineros verdaderos maestros en el arte esculpiendo sandías, ya que precisamente esta fruta se presta de forma singular a ello.
Una sandía es grande, permite trabajar bien los volúmenes, su color rojo contrasta con su corteza de color blanco en su interior y negro o verde rallado en su exterior dependiendo de la variedad. Y también los efectos obtenidos mediante los vaciados selectivos en formas y grosores realizados sobre la propia corteza.
Todo un arte esculpiendo sandías… un arte efímero… como lo puede ser un ramo de rosas, aunque en este caso la sandía se puede comer. Y para ello, lo único que se necesita es una sandía, un cuchillo y un ‘maestro escultor-cocinero’.
