Los alimentos importados recorren más de 5.000 kilómetros hasta llegar al mercado. Un nuevo informe, “Alimentos kilométricos”, de Amigos de la Tierra desvela el impacto ambiental de las importaciones de alimentos.
El nuevo informe “Alimentos kilométricos” presentado por Amigos de la Tierra desvela las emisiones de CO2 producidas por la importación de alimentos al Estado Español. El documento elaborado por Amigos de la Tierra en colaboración con las Universidades de Sevilla y Vigo recoge, entre otros datos, la cantidad de alimentos importada, el país de origen, los kilómetros recorridos, el medio de transporte y las emisiones de CO2 producidas en su importación.
En el año 2007 se importaron más de 29 millones de toneladas de alimentos, lo que supuso la emisión de casi 5 millones de toneladas de CO2. Mientras, las importaciones siguen aumentando a pesar de la gran amenaza que representa el cambio climático. En este sentido, la agricultura industrial es uno de los sectores que más contribuye al calentamiento global, aunque no suele tenerse en cuenta.
En el informe “Alimentos kilométricos” se destacan los siguientes datos:
- Las importaciones de alimentos crecieron más de un 50% entre 1995 y 2007.
- El medio de transporte más usado es el barco y el que menos el tren, aunque este último tiene un impacto ambiental veinte veces menor que el transporte por carretera.
- Los grupos de alimentos que más kilómetros viajan son los cereales y los piensos, el café y las especias, los pescados y mariscos y las frutas y las legumbres: todos han recorrido más de 5.000 kilómetros hasta llegar a nuestros platos.
- El principal origen de los alimentos que importamos sigue siendo Europa pero las importaciones desde América Central y del Sur continúan creciendo y ya suponen el 39% del total.
“Incluso los alimentos identificados típicamente con nuestra dieta y nuestro paisaje como el vino o los garbanzos son producidos a miles de kilómetros. Así el 87% de los garbanzos que se consumen en España son importados, principalmente de México, mientras que la superficie dedicada a este cultivo ha disminuido drásticamente en España con la pérdida de empleo y paisaje que esto supone”, afirmó Manuel Delgado, catedrático de la Universidad de Sevilla.
El mayor impacto ambiental y social se debe a la masiva importación de cereales y piensos, ambos destinados a alimentar la ganadería industrial. En total el Estado Español importa más de 14 millones de toneladas de alimentos para el ganado incluyendo 7 millones de toneladas de soja, procedentes principalmente de Argentina y Brasil donde la expansión de estos cultivos está provocando la deforestación del Amazonas y el desplazamiento de comunidades.
“Los datos que ofrece este nuevo informe “Alimentos kilométricos” demuestran una vez más como el sistema industrial de agricultura y alimentación agrava la crisis climática, alimentaria y ecológica. Sin embargo la agricultura campesina, familiar y de pequeña escala contribuye al bienestar ambiental y genera empleo. Tanto las políticas agrarias como la PAC (Política Agraria Común), en pleno proceso de reforma como las políticas comerciales deberían tener esto en cuenta para reorientar el modelo agrario hacia uno más justo y sostenible”, añadió Blanca González Ruibal responsable del área de agricultura y alimentación de Amigos de la Tierra.
Web Amigos de la Tierra: www.tierra.org