El Acinos alpinus o Té de la sierra es una de estas plantas silvestres con grades posibilidades en jardinería. Es una planta perenne polivalente que por su porte de desarrollo rastrero y abundantes flores, puede usarse en jardinería como planta tapizante para pequeñas zonas o como planta de rocalla. Sin olvidarse de su uso como planta de restauración paisajística.
El Acinos alpinus o Té de la sierra (también se le denomina Calament alpí y Albahaca agreste) pertenece a la familia de las Lamiaceas y es originaria de zonas montañosas de Europa meridional.
En su hábitat natural crece sobre sustratos preferentemente calcáreos en zonas despejadas poco fértiles y grietas de rocas.
Se trata de una pequeña planta herbácea que suele situar su altura sobre los 40 centímetros, con porte rastrero.
Las hojas del Acinos alpinus o Té de la sierra son pequeñas, ovales o lanceoladas, de borde dentado frecuentemente revuelto.
Florece desde mediados de mayo hasta mediados de verano (entre los meses de mayo y agosto). Sus flores hermafroditas son más bien pequeñas, de color violeta y suelen aparecer agrupadas en verticilos con 2-8 flores, las cuales miden 12-15 mm.
Cuando se fecundan sus flores produce un fruto de tipo esquizocarpo, tetraquenio, fruto que se separa en 4 elementos cuando madura.
Toda la planta del Acinos alpinus o Té de la sierra es muy aromática. De hecho tiene un uso muy extendido en medicina popular y se toma en infusión.
En su hábitat natural, el Acinos alpinus comparte hábitats con otras plantas típicas de zonas de montaña despejadas como Thymus mastichina, Thymus zyggis, Satureja montana…