La Acalypha wilkesiana es una de las especies de Acalypha spp de uso en jardinería, especialmente en el sur de Florida y la América tropical.
En estas zonas, está considerada una planta popular utilizada en jardines al aire libre, ofreciendo un follaje colorido durante todo el año.
La utilización de la Acalypha wilkesiana se centra en la realización de setos y bordes, por su aspecto de arbustos, así como plantas solitarias o en grupo.
Esta, al contrario de la Acalypha hispida, cuyo valor ornamental reside principalmente en sus hojas, en este caso lo está en su follaje que permanece colorido durante toda su vida.
Acalifa
Su nombre científico es Acalypha wilkesiana, si bien se le conoce con el nombre común de acalifa, una planta fanerógama perteneciente a la familia Euphorbiaceae.
Es originaria de diferentes regiones del planeta, en los que prima el clima tropical o subtropical.
La Acalypha wilkesiana tiene un porte arbustivo de hoja perenne, ligeramente leñoso, que puede alcanzar el metro de altura. Su tallo es erecto que ramifica con facilidad. Estas ramas poseen en su superficie finos pelos.
En sus hojas reside su principal potencial ornamental. Son grandes y con forma ovaladas. Su color va en función de la variedad, pudiendo ser de color verde cobrizo con salpicaduras rojas a púrpura, dándoles un aspecto moteado. Estas también poseen un cierto aserrado por su borde,
Sus flores están reunidas en largas inflorescencias de color rojizo y se encuentran al final de las ramas. Estas pueden superar los 20 centímetros. Sus flores masculinas están en puntos largos de estas inflorescencias, mientras que las flores femeninas están en espigas cortas que se ocultan a menudo entre las hojas.
La Acalypha wilkesiana en el jardín.
El cultivo de Acalypha wilkesiana puede realizarse en el jardín, siempre y cuando esté en un clima cálido sin riesgo de heladas, con temperaturas mínimas que no bajen de los 15 °C. Dicho de otra manera, bajo un clima tropical o subtropical.
Su exposición es semisombra, no gustándole el sol directo. Si se planta en maceta y se disfruta como planta de interior, puede estar durante todo el invierno con ambiente cálido, cerca de la luz de las ventanas y alejada de los equipos de calefacción.
No le gusta ni las corrientes de aire ni el excesivo calor, vegetando bien entre los 20 y 24 °C.
En cuanto al riego de la Acalypha wilkesiana, hay que mantener el sustrato ligeramente húmedo de forma constante, especialmente durante las épocas de excesivo calor.
Si se desea trasplantar la Acalypha wilkesiana a una maceta o contenedor mayor, conviene realizarlo tras finalizar su floración. Para ello se utilizará un sustrato universal. Si se planta en el jardín, se procurará mejorar la tierra para conseguir un terreno fértil y con una buena proporción de materia orgánica.
Para su abonado, le irá bien un fertilizante ligeramente más rico en potasio, para que crezca más fuerte y evitemos la aparición de plagas y enfermedades innecesaria, propias de las plantas tiernas.
Es una planta que se puede podar para crear masas vegetales más densas en el caso de uso como seto. Para ello se realizarán tras la floración.
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