Antes de aparecer en el mercado los abonos sintéticos, el Guano fue un gran negocio, además de un recurso estratégico ya que sobre todo, durante el siglo XIX era un abono que garantizaba la multiplicación de las cosechas. Hoy en día se sigue explotando este recurso natural. Muchas empresas fabricantes, tanto de sustrato como de fertilizantes, siguen incorporándolo como materia prima en sus formulados y en esos casos, lo publicitan como un valor añadido.
Suelos ornitogénicos u ornitogénesis
Los suelos ornitogénicos u ornitogénesis son aquellos que se van creando a partir de restos y excrementos de aves como por ejemplo pelícanos, alcatraces y cormoranes, aunque también por algunos mamíferos como por ejemplo los murciélagos. Todos estos animales producen el llamado Guano.
En la naturaleza, la ornitogénesis da lugar a suelos idiosincrásicos ya que modifica drásticamente las características preexistente antes de las deposiciones masivas de las aves que allí han asentado y mantenida su población durante años. Esta modificación del terreno, evidentemente también modifica la estructura de aquella cubierta vegetal que crece sobre ellos.
¿Qué es el Guano?
Podemos definir el Guano como la acumulación masiva de excrementos de aves marinas que en sus características de formación requieren de climas áridos o de escasa humedad.
El nombre de Guano, curiosamente es una de las pocas palabras que el mundo tomó prestada del idioma de los Incas.
Recolección del Guano
El Guano se recolecta de varias islas e islotes del océano Pacífico, particularmente del Perú y Nauru. Estas islas han sido el hogar de colonias de aves marinas por siglos, y el guano acumulado tiene muchos metros de profundidad.
Estas condiciones del agua crean un clima particular en la región, con una pertinaz sequía reforzada por el sol característico de esas latitudes. Pero esta fría corriente arrastra una gran cantidad de alimentos… dándose la situación de que la costa es un desierto y el mar un vergel de alimento donde nadan anchoas, caballas, sardinas, etc.
Como consecuencia directa, el cielo se llena de bandadas de pelícanos, alcatraces y cormoranes. En este caso, estas aves anidan en la isla desierta de Guañape Norte, dejando cadáveres y heces, que con el sol y las altas temperaturas cuecen esta masa fétida hasta convertirla en una mezcla cáustica de nitrógeno y compuestos de fósforo, óxido de potasio e hidrógeno de calcio. Ideal para fabricar abono y materias primas de explosivos. Ya estamos hablando del Guano en bruto.
Para su extracción, cada diez años, centenares de hombres desembarcan en ella y se despliegan por los acantilados para recogerlo. Organizados en cuadrillas, del suelo rascan y extraen este material, siendo su proceso el mismo en el tiempo: escarbar y recoger y con ello van piedras, plumas y restos de huesos que se trilla hasta conseguir un fino polvo parecido al azúcar, que se envasa en sacos y se vende como guano de primera calidad.
El Guano de Guañape Norte
Uno de los casos más relevantes de explotación del Guano es la de Guañape Norte, Isla singular situada frente a la costa de Perú.
Guañape Norte es aparentemente una roca estéril, sin tierra ni agua y como consecuencia de ello sin que pueda crecer nada en ella. Esta isla es bañada por la corriente de Humboldt, que es como un río cerrado en el mar cuyas frías aguas fluyen desde la Antártida al norte siguiendo la costa de Perú.
Si bien es cierto que nadie sabe con certeza cuando se comenzó a explotar el Guano, se han encontrado objetos de la civilización Inca. Y como fertilizante, es efectivo debido a sus altos niveles de nitrógeno y fósforo. El Guano peruano sigue teniendo gran demanda por ser un fertilizante natural e ideal también para una agricultura ecológica.